"Durante los últimos años, Irán ha producido suficiente uranio altamente enriquecido para nueve bombas atómicas. En los últimos meses, Irán ha dado pasos que nunca antes había dado. Pasos para convertir en armas este uranio enriquecido. Si no se le detiene, Irán podría producir un arma nuclear en muy poco tiempo. Podría ser en un año, podría ser en unos pocos meses, en menos de un año", declaró Benjamin Netanyahu en un discurso televisado inmediatamente después de lanzar una ofensiva militar "preventiva" sobre el país persa con miras a destruir la infraestructura nuclear del país y eliminar científicos y militares de alto rango responsables de su programa atómico.
La politóloga e internacionalista Cecilia Degl’Innocenti, invitada al piso del programa “Comunistas”, por Bravo TV, explicó que los bombardeos israelíes de este viernes tuvieron como objetivo “instalaciones nucleares y depósitos de misiles tierra a tierra”, en una ofensiva que vulneró abiertamente la soberanía de Irán. El contraataque llegó a las pocas horas, cuando “Irán disparó decenas de misiles balísticos contra Jerusalén y Tel Aviv”, añadió. El intercambio no se detuvo. Luego, nuevas oleadas impactaron tanto en la capital, Teherán, como en territorio israelí.
Estados Unidos negó su involucramiento por medio de una declaración efectuada por Marco Rubio, secretario de Estado de EEUU. No obstante, la superpotencia americana mostró movimientos sugerentes. “Retiraron tropas del Golfo Pérsico antes de que comenzara todo”, contó Degl’Innocenti, quien añadió que las monarquías de la región, enemigas declaradas de Irán, habrían respaldado la operación denominada "León Ascendente".
Las tensiones por el plan nuclear iraní marcaron el punto de ignición. Mientras Irán es firmante del Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP) y permite inspecciones, Israel se mantiene fuera del acuerdo, impulsando desde hace décadas una política de ambigüedad deliberada en torno de su propia capacidad nuclear. A pesar de que Jerusalén no afirma ni niega que posea arsenal atómico, es sabido que sí cuenta con armas nucleares, condición que se traduce en una asimetría de poder que Teherán buscaría equilibrar.
La periodista sostuvo que “los ataques fueron quirúrgicos y eliminaron al jefe de la Guardia Revolucionaria y a científicos del programa nuclear”. Esa precisión también dejó al descubierto el alcance del Mosad —la Inteligencia israelí— en el corazón del régimen iraní.
El conflicto, en palabras de Degl’Innocenti, tiene características no vistas desde la revolución islámica del ‘79, conjunto de movilizaciones sociales que resultó en el derrocamiento del sha Mohammad Reza Pahlavi y el establecimiento de una República Islámica en Irán. En paralelo, suben los precios del crudo, las potencias observan en silencio y la amenaza nuclear ronda como un espectro del siglo XX.
LB / FPT