Un único periodo de cuarentena no detendrá al nuevo coronavirus y se requerirán -si no se desarrolla una vacuna o un tratamiento efectivo- varios períodos de distanciamiento social hasta 2022 para evitar que los hospitales se vean colapsados. Esta es una de las conclusiones de un estudio elaborado por científicos de la Universidad de Harvard (EE.UU.) y publicado en la revista Science.
Los investigadores utilizaron primos genéticos cercanos del SARS-CoV-2, el virus que causa COVID-19, para a través de modelos matemáticos analizar cómo podría comportarse la pandemia en los próximos meses y examinar la potencial estacionalidad y el impacto de las estrategias de distanciamiento social. Los investigadores destacaron que el cambio estacional de la transmisión facilitará el control de la epidemia durante los meses de verano, “pero podría dar lugar a un intenso resurgimiento en el otoño”.
"Descubrimos que es probable que las medidas de distanciamiento social por única vez sean insuficientes para mantener la incidencia del SARS-CoV-2 dentro de los límites de la capacidad de atención crítica en Estados Unidos", sostuvo el autor principal del estudio Stephen Kisslerdel Departamento de Inmunología y Epidemiología de la Harvard TH Chan School of Public Health, de Boston (EEUU). "Lo que parece ser necesario, en ausencia de otro tipo de tratamientos, son los períodos intermitentes de distanciamiento social", agregó.
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Una cosa es casi segura, según los autores del estudio: el nuevo coronavirus no desaparecerá de la noche a la mañana. “Es poco probable que la inmunidad sea lo suficientemente fuerte y duradera como para que el coronavirus desaparezca al final de la primera oleada que estamos viviendo actualmente”. Incluso en el caso de una aparente eliminación, "la vigilancia del SARS-CoV-2 debe mantenerse ya que podría haber posible un resurgimiento del contagio hasta 2024”, dijeron los científicos.
Para el médico infectólogo Lautaro de Vedia, ex presidente de la Sociedad Argentina de Infectología, el estudio esta basados en modelos matemáticos y epidemiológicos. “Yo creo que puede haber nuevos brotes pero nunca tan masivos, porque hay un grupo de gente que tiene anticuerpos, la llamada inmunidad de rebaño. Son las personas que tuvieron formas leves o asintomáticas de coronavirus, personas que van generando una barrera, son gente que tiene anticuerpos”, sostuvo. Además, el curso de la enfermedad puede cambiar con el desarrollo de una vacuna efectiva.
Lo que sí es cierto es que hay algunas medidas de distanciamiento social que llegaron para quedarse como no saludar con un beso o la mano. “Entra en juego la idiosincrasia de cada pueblo. En los países escandinavos está mal visto tocar a otra persona pero los latinos nos abrazamos y besamos. Pero hay medidas como toser con el pliegue de codo, el lavado de manos y ventilar los ambientes que habrá que tener en cuenta. También tendremos que pensar nuevas formas de viajar, de mejorar el transporte público para no viajar todos hacinados”, concluyó.
FB / DS