Luego de una suspensión el último lunes, SpaceX, la compañía espacial de Elon Musk, lanzó este miércoles al espacio el valioso TESS (Transiting Exoplanet Survey Satellite), cazaplanetas de la NASA que durante los próximos dos años se dedicará a escanear el espacio en busca de exoplanetas que parezcan capaces de albergar vida más allá de nuestro sistema solar. "Tres, dos, uno, ¡despegue!", dijo un comentarista de la agencia espacial estadounidense a las 18H51 locales (22H51 GMT), dando así salida al TESS para que se interne en el cielo azul sobre un cohete SpaceX Falcon 9, lanzado desde Cabo Cañaveral, Florida.
El aparato espacial, del tamaño de una lavadora y construído junto al Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) a un costo de 337 millones de dólares, escaneará el 85% de cielo, buscando en base a su movimiento exoplanetas que orbiten estrellas a menos de 300 años luz de distancia. Los datos más interesantes serán los signos de atenuación periódica de la luz en las estrellas más cercanas y más brillantes, ya que dichas señales, conocidas como "tránsitos", son los que pueden significar que hay planetas en órbita alrededor de ellas.
Los descubrimientos de TESS serán luego estudiados en profundidad por los telescopios terrestres y espaciales en busca de signos de habitabilidad, como terrenos rocosos, tamaños similares al de la Tierra y una distancia del sol que permita una temperatura compatible con el agua líquida.
"Las historias de esos planetas seguirán su curso tras su detección", señaló este miércoles Martin Still, científico del programa TESS, que explorará mucho más espacio cósmico que su predecesor, el Telescopio Espacial Kepler, que se lanzó en 2009.
"Fue increíble. Fue tan emocionante", contó Natalia Guerrero, investigadora del programa TESS en el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT), en una entrevista a NASA TV tras el lanzamiento. Guerrero forma parte del equipo que ha fabricado las cámaras que sirven de ojos al satélite y contó que "las cuatro cámaras de TESS sólo miden 10 centímetros, pero son tan potentes que una constelación entera como Orión puede caber en su campo visual".
Aunque tanto TESS como Kepler usan el mismo sistema de detección de tránsitos de planetas, o de sombras proyectadas por éstos cuando pasan por delante de su estrella, TESS vigilará más terreno cósmico que su predecesor. El nuevo satélite se centrará en los exoplanetas más cercanos, que se encuentran en un rango desde 30 a 300 años luz.
"Una de las cosas más increíbles que nos contó Kepler es que hay planetas en todas partes y que existen todo tipo de planetas ahí fuera", dijo Patricia Boyd, directora del programa de investigadores visitantes en el Centro Goddard Spaceflight de la NASA. "Así que TESS da el siguiente paso. Si hay planetas por todas partes, va siendo hora de encontrar los que están más cerca de la tierra orbitando las estrellas brillantes más cercanas, porque esos serán los sistemas de referencia". La Nasa confía en que TESS pueda verificar unos 20 mil exoplanetas, unos 50 parecidos en su tamaño a la Tierra, y otros 500 hasta dos veces y media más grandes que nuestro planeta. Kepler permitió descubrir 2300 exoplanetas, pero las poderosas cámaras del TESS rastrearán un área 350 veces mayor.
El telescopio espacial James Webb, que reemplazará al Hubble en 2020, debería ser capaz de revelar más información sobre la masa de los planetas, su densidad y la composición de su atmósfera, claves para determinar su habitabilidad. El primer despegue de TESS había sido cancelado el lunes para verificar los sistemas de navegación del cohete Falcon 9, que lo llevaba a bordo, y este miércoles despegó impecablemente. "El lunes decidimos realizar nuevos análisis de orientación, navegación y sistemas de control", indicó Musk, satisfecho con el lanzamiento que se hizo desde la plataforma 40 de Cabo Cañaveral.
La NASA confirmó que a las 19H53 locales (23H53 GMT) la nave espacial había sido desplegada con éxito. "Estamos emocionados de que TESS nos ayude a descubrir mundos que hasta ahora sólo habíamos imaginado y que posiblemente sean habitables o a abriguen vida", dijo Thomas Zurbuchen, administrador asociado de la Misión de Dirección Científica de la NASA en Washington.
"Con misiones como la del telescopio espacial James Webb, que puedan ayudarnos a estudiar los detalles de estos planetas, estamos más cerca de descubrir si estamos solos en el universo", agregó.