El Demonio de Tasmania corre peligro de extinción por culpa de un cáncer

El Demonio de Tasmania, famoso en todo el mundo gracias al dibujo animado de la Warner Bros, está en peligro de extinción en su isla natal por culpa de un cáncer contagioso y mortal que ya redujo su población a la mitad, informó hoy el diario inglés de The Guardian .

El cáncer apareció en forma de grotescos tumores faciales en los demonios en 1995, cuando había unos 140 mil ejemplares en la isla australiana. Se transmite por mordidas y crece por su cara y su boca hasta que el marsupial no puede comer, lo que lo mata en meses. En 2006 quedaban sólo 80 mil, y dentro de cinco años se calcula que no habrá ningún demonio libre del contagio.

"Estamos comprometidos a encontrar una respuesta y salvar al Demonio de Tasmania para los Tasmanianos y para el mundo" dijo David Llewellyn, ministro australiano de Industria Primaria. Su gobierno reclasificó a la especie de "vulnerable" a "en peligro", por lo que recibirá mayor protección; ahora están presionados para agregarlo a la lista de especies en peligro de extinción.

De hecho, el Gobierno de Australia destinó la semana pasada 9.6 millones de dólares del presupuesto para salvar al Demonio de Tasmania. Se usarán para establecer colonias aisladas, sólo con ejemplares sanos, a modo de "seguro contra extinción" tanto sobre la isla, al sudeste del país, como en Australia. Mientras tanto, los científicos trabajan para combatir la enfermedad.

El Demonio de Tasmania es el marsupial carnívoro más grande desde la extinción del Tigre de Tasmania en 1936, que ayer fue noticas gracias a que científicos que resucitaron un gen de un ejemplar conservado desde hace un siglo y lo introdujeron en el embrión de un ratón. El tigre es un ícono de la isla: hasta aparece en su escudo de armas.

El Sarcophilus harrisii (así el nombre científico del Demonio), tiene el tamaño de un perro pequeño pero es más fuerte y musculoso, con piel negra y marcas blancas. Sus poderosas mandíbula y dentaduras le permiten devorar animales enteros -huesos y pelo incluídos- como reptiles, anfibios, insectos, aves, mamíferos e incluso Wallabies. Puede cazarlos, pero prefiere encontrarlos ya muertos.