Una de cada siete personas tiene una cuenta en Facebook. La reina de las redes sociales cumple el martes su primera década y, lejos del proyecto universitario que soñó Mark Zukerberg en sus comienzos, es hoy protagonista de la cibercultura de más de 1.200 millones de personas alrededor del mundo.
Sin embargo, los años no vienen solos, y la plataforma transita un cambio en el perfil de sus usuarios. Mientras que los jóvenes migran hacia redes sociales alternativas como Twitter, Tumblr, SnapChat y WhatsApp, los adultos mayores pisan fuerte. En Estados Unidos, la participación de hombres y mujeres mayores de 65 años creció el 80% entre 2011 y 2013, según un informe del centro de estudios Pew Research. En contraposición, los adolescentes descendieron el 25%, en gran parte “huyendo” de sus padres, abuelos y tíos que interactúan enérgicamente en sus muros.
En Argentina, donde hay más de 22 millones de usuarios activos por mes, la tendencia se replica. Son muchos los abuelos que, con más tiempo y con ganas de "no quedarse afuera" de las novedades familiares, suelen dedicarle varias horas al día a Facebook: comentan fotos, comparten textos y juegan verdaderos campeonatos de Candy Crush. “Me encanta ver en qué anda la gente que quiero: mis nietos y familia. Además, me divierto mucho con los jueguitos, te mantienen activo”, cuenta Graciela Caracoche, de 68 años, una orgullosa abuela que divide su tiempo entre su trabajo en una inmobiliaria y sus nietos. Ella usa Facebook desde hace dos años y medio, y hoy lo considera un lugar de diversión y encuentro.
Por su parte, José Mosquera, de 74 años, dice que entró de casualidad porque quiso leer una noticia que le pedía que ingrese vía la red social y quedó “enganchado”: “Todos los días aprendo algo, es una compañía maravillosa y a mí me ayuda a sentirme más activo y con ganas de aprender”. Mosquera asegura que lo que más disfruta es compartir las fotos de sus nietas entre todos sus amigos virtuales. “Subo la foto y pongo ‘tráiganme un babero’”, cuenta divertido.
Balance. La primera década encuentra a la red social con una buena salud financiera. En 2013 obtuvo ganancias netas de US$ 1.500 millones, casi US$ 1.000 millones más que en 2012. Entre octubre y diciembre pasados, el 53% de los ingresos de la plataforma correspondió a anuncios para smartphones y tablets. Aunque mira desde la cima a sus competidoras, no puede relajarse. Su gran número de usuarios ha comenzado a estancarse en los mercados más maduros, como Estados Unidos y Europa, y hasta tuvo que salir a desmentir un estudio que pronostica su debacle.
Pero la red social californiana ensaya todo el tiempo nuevos productos para reinventarse. Esta semana, por ejemplo, anunció el lanzamiento de Paper, una aplicación que permite la lectura simple de noticias en el celular. Además, para los adictos a Facebook, la revista Time presentó una divertida aplicación en la que, luego de colocar el tiempo diario que se pasa en la red social, se puede ver la cantidad de horas “gastadas” allí. Como ejemplo, un usuario que pasa unos 17 minutos diarios y que participa desde hace seis años, pasó 26 días de su vida en Facebook.
Como la conexión a internet se está moviendo cada vez más al celular, expertos vaticinan que aumentará el tiempo de navegación e interacción con los distintos servicios que la red social intenta integrar dentro de su plataforma. Hoy, más de 13 millones de argentinos se conectan desde su teléfono inteligente a Facebook, y el crecimiento del mercado de smartphones seguramente reforzará esa tendencia.
Un futuro cuestionado
Dos investigadores de la Universidad de Princeton, en Estados Unidos alborotaron la casa central de Facebook, en Palo Alto, con su estudio llamado “Modelo epidemiológico de la dinámica de las redes sociales”. Allí, John Cannarella y Joshua Spechler vaticinaron el fin de la red social. Luego de aplicar un análisis a búsquedas de Google, los autores del trabajo hallaron que entre 2015 y 2017 la megared perdería el 80% de sus seguidores. Sus argumentos recogen experiencias como la de la red MySpace, que cayó estrepitosamente durante 2011.
Desde Facebook desestimaron rápidamente el estudio y los métodos utilizados para realizarlo. De hecho, contestaron, no con poca ironía, que si se aplicara la misma teoría de búsquedas para los estudiantes de esa universidad, Princeton se quedaría sin estudiantes en 2021. La red social también señaló que la cantidad de “me gusta” que tiene Princeton en su página es inferior a los de Harvard y Yale. ¿Guerra de egos? Más allá del estudio, Facebook deberá atender las exigencias de sus usuarios para no quedarse en el camino.