Un informe de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE) aconsejó despenalizar la tenencia de drogas para consumo personal y reabrió la discusión en la Argentina sobre la necesidad de modificar la actual normativa de estupefacientes. "Los tratados de fiscalización de drogas no disponen que se deba encarcelar a los consumidores de drogas ni a la personas que cometen delitos leves relacionados con las drogas", valoró el organismo de las Naciones Unidas que exhortó al país y a otros Estados a adoptar respuestas no punitivas. A pesar de la recomendación, desde la Sedronar aseguraron que "hoy no está en agenda" despenalizar la tenencia de drogas para consumo personal.
"Hay que trabajar fuertemente en prevención y en accesibilidad a los servicios antes de pensar en la despenalización", consideró Roberto Moro, titular de la Secretaria.
En junio de 2016, la JIFE envió una misión a la Argentina. El objetivo fue examinar los avances en materia de lucha contra las drogas. El informe dado a conocer hoy en Viena señaló que el país “ha logrado mejoras en la vigilancia de la importación, la exportación y la fabricación lícitas de estupefacientes y sustancias psicotrópicas y en el acceso a analgésicos opioides”. Pero, al mismo tiempo, advirtió que en los últimos años la Argentina ha sido un país de tránsito para la cocaína producida en la región andina, “aunque también se han dado casos de fabricación nacional de cocaína”.
El documento también destacó el plan nacional de lucha contra las drogas que Macri puso en marcha en agosto de 2016. "Rescato el reconocimiento que una institución prestigiosa como la JIFE hizo de la labor que día a día afrontamos desde hace poco más de un año para reducir la demanda del consumo de drogas y alcohol ya que con esto confirma que estamos en el camino correcto. Y deseo que haya una continuidad en este tipo de evaluaciones para reconocer los aciertos y corregir los errores", le dijo Moro a PERFIL.
Género. Otro de los puntos en los que hizo hincapié el informe de la JIFE fue el aumento "desproporcionado" de sobredosis de drogas entre las mujeres. "Las mujeres y las niñas constituyen una tercera parte de los consumidores de drogas a nivel mundial, y sus niveles de consumo son más elevados en los países de ingresos altos. Sin embargo, solo una quinta parte de quienes reciben tratamiento por abuso de drogas son mujeres, ya que para acceder a él deben superar importantes obstáculos sistémicos, estructurales, sociales, culturales y personales", advirtió el documento. En comparación con los hombres, a las mujeres se les recetan más estupefacientes y ansiolíticos.
Por eso la JIFE exhortó a los gobiernos a crear políticas y programas en materia de drogas que tengan en cuenta las cuestiones de género. "Se trata de cambiar la percepción y recordar a las personas, en particular a los encargados de formular políticas, la importancia de proteger los derechos de las mujeres que consumen drogas o que han cometido delitos relacionados con las drogas, así como los derechos de sus familias", sostuvo Werner Sipp, presidente de la JIFE.
En este sentido, también se está trabajando en la Argentina. “Me preocupa la falta de oferta de dispositivos en el país para atender la demanda de mujeres que quieren recuperarse. Por eso el año pasado inauguramos un centro en Luján que está orientado a mujeres con hijos pequeños, para que puedan iniciar su tratamiento sin separarse de ellos", explicó Moro.
Cifras. Aunque el cannabis sigue siendo la sustancia sometida a fiscalización que más se consume en la región, la prevalencia anual del consumo de cocaína sigue aumentando, señaló la JIFE. Entre los estudiantes de enseñanza secundaria la prevalencia del consumo de cocaína es más elevada en América del Sur que en América del Norte, Centroamérica y el Caribe.
Según el Informe Mundial sobre las Drogas 2016, la prevalencia anual estimada del consumo de cannabis en América del Sur en general es del 3,2%, según cifras correspondientes a 2014; la de cocaína es del 1,5%; la del consumo de anfetaminas y estimulantes de venta con receta, del 0,9%; la del consumo de opioides, del 0,3%; y la del consumo de éxtasis, de poco menos del 0,2%.
"La prevalencia anual del consumo de cannabis en la población en general experimentó una tendencia al alza. Mientras que en el Perú aumentó de forma mínima entre 1998 y 2010; en la Argentina se duplicó entre 2004 y 2011. Chile registró un aumento similar entre 1994 y 2012. Y Uruguay registró el mayor aumento, multiplicándose por seis la prevalencia en diez años", detalló el informe.
Además, durante 2015 siguió aumentando el temor ante los niveles crecientes de consumo de drogas sintéticas por parte de los jóvenes en América del Sur. "Se comunicó una elevada prevalencia anual del uso indebido de estimulantes de tipo anfetamínico entre los jóvenes de la región. Las cifras aportadas por la Argentina en relación con 2014 indicaban que la prevalencia anual del consumo de éxtasis en la población de jóvenes de entre 15 y 16 años era del 1,6%".