Un “severo blanqueamiento” en la Gran Barrera de Coral, el cuarto en apenas seis años, vuelve a encender las alarmas sobre los efectos del cambio climático en todo el mundo.
Patrimonio de la Humanidad desde 1981, la Gran Barrera es el mayor ecosistema de arrecifes en todo el mundo. Frente a la costas de Queensland, al nordeste de Australia, se extiende a lo largo de 2.600 kilómetros y puede apreciarse desde el espacio.
Los arrecifes son una agrupación de corales marinos -pequeños animales que habitan las aguas tropicales, generalmente cerca de las costas-, famosos en todo el mundo por la espectacularidad de sus formas y colores, y por ser uno de los destinos más codiciados para el turismo y la exploración submarina.
Aunque ocupan menos del 1% de la superficie oceánica, albergan al 25% de las especies marinas existentes, recuerda la revista online N+1. La Gran Barrera es hogar de unas 1.500 especies de peces y 4.000 tipos de moluscos.
Cambio climático estaría ligado a 5 millones de muertes al año
Por qué se produce el blanqueamiento
Un monitoreo aéreo sobre 750 arrecifes de la zona confirmó el episodio, al que calificó como “severo y representativo”.
El blanqueamiento -que ocurre cuando los corales expulsan las algas que viven en sus tejidos y les dan sus colores brillantes- es un signo de estrés y una muestra inequívoca del aumento de la temperatura en los océanos.
Un estudio de Ove Hoegh-Guldberg, uno de los principales expertos mundiales en la materia, concluyó que -si no se detiene el cambio climático- el blanqueo de los corales sufrirá un incremento progresivo en frecuencia e intensidad, hasta empezar a aparecer anualmente.
La Gran Barrera de Coral se recupera de la muerte de arrecifes
“Esto devastaría globalmente los arrecifes coralinos de forma tal, que desaparecerían de la mayoría de las zonas del planeta para el 2100”, alerta Greenpeace.
“La pérdida de estos frágiles ecosistemas costaría miles de millones de dólares en concepto de pérdidas de ingresos en las industrias del turismo y pesqueras -agrega-, así como de daños a regiones costeras que están protegidas en la actualidad por los arrecifes de coral que bordean la mayoría de las líneas costeras tropicales”.
Los océanos siguen en lista de espera
A pesar de que la UNESCO propuso declarar a la Gran Barrera patrimonio “en peligro”, el gobierno australiano (que se vio forzado a reconocer el último blanqueamiento) se mostró en contra de la medida.
“Ninguna cantidad de fondos detendrá estos eventos a menos que reduzcamos nuestras emisiones esta década”, advirtió Amanda McKenzie, directora ejecutiva de Climate Council, una ONG australiana especializada en cambio climático.