En campaña, Alberto Fernández prometió devolver el rango de Ministerio a Salud, degradado a secretaría en el actual gobierno de Mauricio Macri. Tras el triunfo del Frente de Todos, ya comenzó la danza de nombres para liderar la cartera. Aunque habrá que esperar hasta fines de noviembre para que se confirme quién será el nuevo ministro de Salud, fuentes cercanas al presidente electo aseguran que el cargo podría recaer en Ginés González García o en dos de sus ex alumnos: Arnaldo Medina o Pablo Yedlin. Justamente los tres estuvieron juntos en Tucumán la semana pasada en la asunción de Juan Manzur, otro político de peso -como ex ministro de Salud- al momento de definir al postulante favorito.
El candidato indiscutido es Gonzalez García, principal asesor en materia de salud de Fernández. El ex ministro de Salud de la Nación durante la presidencia de Néstor Kirchner conoce de cerca al nuevo presidente. Fue designado embajador en Chile durante el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner hasta 2015. Y actualmente es rector honorario de la Universidad Isalud.
Aunque Fernández lo quiere para el puesto, cerca del ex ministro aseguran se siente cómodo en su rol de asesor y que en su lugar preferiría designar a un hombre suyo de confianza al frente del Ministerio: Medina o Yedlin. Ambos fueron sus alumnos en Isalud y trabajan junto a él desde hace años. “Voy a formar parte del proyecto, dentro o fuera del gobierno”, dijo Ginés durante la campaña.
Arnaldo Medina es médico, especialista universitario en Salud Pública de la UBA y tiene un máster en Economía y Gestión de la Salud de la Universidad Isalud. Actualmente es vicerrector de la Universidad Nacional Arturo Jauretche en Florencio Varela, y director del Instituto de Ciencias de la Salud. Fue director ejecutivo del Hospital de Alta Complejidad El Cruce e impulsor del Foro Popular de Salud.
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Recientemente presentó el libro Enfoques y herramientas para el gobierno de la salud que escribió junto a Patricio Narodowski y donde realiza diferentes propuestas para mejorar el actual sistema de salud argentino. “Es un trabajo de investigación de más de cuatro años. Se enmarca en el programa Redes y Servicios de Salud, y una de las líneas fue hacer investigación de sistemas comparados, cómo se desarrollan los sistemas de salud en el mundo”, sostuvo durante la presentación.
Pablo Yedlin se recibió en la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Tucumán en 1990. Realizó la residencia en el Hospital Italiano, donde se especializó en Pediatría y posteriormente realizó otra especialización universitaria en Sistemas de Salud y Seguridad Social en la Universidad Isalud. En 2007 fue designado ministro de Salud Pública de Tucumán, cargo en el que se mantuvo hasta 2015, cuando pasó a ser secretario general de la Gobernación, ya con Juan Luis Manzur como gobernador. En 2017 renunció a ese cargo para asumir como diputado de la Nación.
Durante el debate por el aborto en el Congreso, 'aguantó' las presiones de su provincia y voto a favor de la despenalización. “Aquellos países que disminuyeron la cantidad de abortos, llevaron a cero la mortalidad materna. Debemos traer a la luz al aborto y sacarlo de la clandestinidad. El Estado no puede criminalizar a las mujeres ni abandonarlas”, dijo durante el debate en el recinto. Además, fue autor de la nueva Ley de Vacunas, sancionada este año, que actualiza el marco legal para la prevención primaria a través de las vacunas.
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Por último, otro de los nombres que se barajan -aunque con menos fuerza- es el de la actual gobernadora de Catamarca: Lucía Corpacci, quien estudió medicina en la Universidad Nacional de Córdoba y fue una de las voces más criticas ante la desaparición del Ministerio de Salud. Sea quien sea el próximo ministro deberá afrontar varios desafíos: la fragmentación y segmentación del sistema de salud, la necesidad de mejora en el acceso a los servicios y en la equidad en la atención médica, el aumento en el precio de insumos y medicamentos, el faltante de algunas vacunas y la concreción de la Agencia Nacional de Evaluación de Tecnologías de Salud. Otro de los desafíos tiene que ver con la mala nutrición de los argentinos, con una creciente epidemia de obesidad y de los índices de sedentarismo y diabetes.
