La muerte de la periodista Débora Pérez Volpin en febrero del 2018 durante la realización de una endoscopia digestiva causó conmoción en la sociedad. Diez meses después del trágico final se espera el inicio del juicio oral, en el que se juzgará por homicidio culposo a la anestesista Nélida Puente y al endoscopista Ariel Bialolenkier. Mientras tanto, crece la desconfianza del público por esta práctica, que sirve para diagnosticar y tratar enfermedades del esófago, el estómago y el duodeno. Según expertos, se cancelaron numerosos turnos y en lo que va del año se redujo hasta en un 50% la realización de estos estudios en el país.
“Habitualmente cuando una persona de exposición pública tiene una patología, esto impacta en la población. Pero generalmente eso se normaliza en un par de días. El caso del fallecimiento de Pérez Volpin tuvo un impacto tan grande que, a casi un año, cuando se indica a un paciente una endoscopia, dice: 'espero que no me pase lo de Débora'. Y el impacto no es sólo en la Argentina, sino también en Chile, Uruguay y Brasil”, explicó Alejandro Nieponice, miembro de la comisión directiva de Endoscopistas Digestivos de Buenos Aires (Endiba).
Frente este escenario, y con el objetivo de generar conciencia sobre la importancia que tienen las prácticas endoscópicas –indispensables para detectar enfermedades a tiempo–, desde esta asociación civil de profesionales lanzaron el programa Centros Asociados Endiba.
“La iniciativa apunta a llevar confianza a la población para que no deje de hacerse los estudios. Y, por otro lado, a elevar los estándares de calidad y seguridad en endoscopia. Si bien hay muchos centros en Argentina, hoy realmente no teníamos un protocolo absolutamente unificado en todos”, sostuvo Nieponice, médico endoscopista y cirujano esófago gástrico.
La iniciativa cuenta con el apoyo de grandes personalidades, como Teté Coustarot, Luis Brandoni, Facundo Manes, Guillermo Barros Schelotto, Jairo y Santiago Bilinkis, que prestaron sus testimonios de manera voluntaria.
“¿Sabias que el 25% de los pacientes que se realizan una colonoscopía detectan una enfermedad que se puede tratar, si es diagnosticada a tiempo y evitar así su progresión al cáncer? No lo dudes, hacete la endoscopía. Exigí una endoscopía de calidad”, recomiendan en los videos.
La endoscopía, un estudio de bajo riesgo
La endoscopia es un procedimiento médico que permite evaluar, diagnosticar y tratar enfermedades del tubo digestivo. Se realiza con un endoscopio, que es un cámara montada en un tubo delgado y flexible que permite examinar toda la mucosa del esófago, estómago y duodeno.
“Lo más importante es que permite hacer prevención porque es inocuo, sencillo de realizar y detecta enfermedades a tiempo, patologías que si uno espera que tengan síntomas ya son difíciles de tratar. Por ejemplo, un pólipo que deviene en cáncer”, agregó Nieponice.
El experto remarcó que la endoscopía es un procedimento seguro: “Es más factible que una persona tenga un accidente cruzando la calle que haciéndose una endoscopia”.
Médicos cordobeses remarcan que riesgos en endoscopias son "ínfimos"
Desde Endiba llamaron a que “el paciente puede tener un rol activo en la búsqueda de calidad para su práctica endoscópica”. Para esto, desde marzo se podrá consultar si el establecimiento es un Centro Asociado en la web: www.endiba.org.ar. Algunos estándares de calidad a tener en cuenta para la realización de una endoscopia:
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Al solicitar turno para un estudio, el paciente recibe la preparación previa en forma escrita.
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Al firmar el consentimiento informado, se le explican los riesgos y beneficios del procedimiento.
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El médico y su equipo hacen un check list en voz alta con el paciente en la sala antes de empezar el procedimiento.
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Se le entrega un informe detallado con 4-6 imágenes.
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La demora en el otorgamiento del turno fue razonable para la condición médica.
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El paciente recibe instrucciones de alta en forma escrita y un número de contacto por surgen dudas o problemas relacionados con el estudio.