A poco más de diez días del anuncio de la absorción del Ministerio de Salud por parte del de Desarrollo Social, Adolfo Rubinstein, actual secretario de Gobierno de Salud de la Nación, se sumó ayer al timbreo nacional de Cambiemos. De jean y campera sport, acompañó al ex titular del PAMI y actual concejal de Almirante Brown, Carlos Regazzoni, a hablar con vecinos de la localidad bonaerense de Burzaco y a recorrer las obras del Hospital Lucio Meléndez.
A pesar de quedar bajo el ala de la cartera que conduce Carolina Stanley, Rubinstein negó que exista una desjerarquización del sector o un ajuste en salud: “en la realidad no hay cambios sustanciales ni reducción del presupuesto. Es más una cuestión política que tiene que ver con la estructura decisional del Gobierno”. En una entrevista exclusiva con PERFIL, el ex ministro habló sobre la bacteria que tuvo en vilo esta semana al país (ver recuadro), las denuncias por falta de insumos y vacunas y el impacto de la devaluación.
—¿A qué se debe la decisión de bajar de rango al Ministerio de Salud?
—La decisión fue política, tiene que ver con la concentración en menos ministerios de la toma de decisiones. En lo operativo no hubo ningún cambio, como secretario de Gobierno tengo las mismas funciones y atribuciones que un ministro. Las partidas presupuestarias, todo lo que tiene que ver con la implementación de los programas y las políticas sigue siendo la misma, sigue siendo incumbencia exclusiva de la Secretaría de Gobierno de Salud. Lo que existe es una relación articulada con Desarrollo Social. Con la ministra (Carolina) Stanley afortunadamente tengo una muy buena relación porque ya veníamos trabajando en muchos programas conjuntos. La verdad es que en estos diez días que estamos con esta nueva estructura, venimos trabajando muy bien.
—Pero la sensación es que para el Gobierno la salud no es una prioridad...
—Sé que ha habido un revulsivo social con esto. Las sociedades científicas, las sociedades profesionales, el mismo sector se movilizó. Si hubiera una desjerarquización, si hubiera un reducción presupuestaria, si hubiera una falta de priorización de la salud pública, yo no me quedaría en el cargo. Porque yo no vengo de la política, sino de la salud pública. Yo me quedo porque no hay ninguna señal, más allá de la cuestión politica, que implique que a este gobierno no le interesa la salud pública.
—Desde la Dirección de Sida denunciaron que está en riesgo la atención de los pacientes. ¿Por qué renunció su titular, Sergio Maure?
—Es un invento. Todas las vacunas e insumos críticos, incluyendo antirretrovirales, están entregándose normalmente y está garantizada la provisión. Sergio Maure, que era el director y que yo nombré en el cargo, tuvo razones personales para irse. La decisión la había hablado conmigo hace un tiempo y de hecho está en funciones hasta fin de mes. No renunció porque faltaba presupuesto, no hay nada de cierto en eso. Hay grupos con mucha intencionalidad política en todo esto, que ven la oportunidad para pegarnos. Pero no hay nada cierto.
—¿Cómo afecta la devaluación a la futura compra de insumos?
—La devluación tiene un impacto fuertísimo porque buena parte de nuestro presupuesto tiene que ver con la importación de insumos críticos, vacunas, medicamentos, reactivos. El presupuesto que yo tengo cubre la demanda aún a valores del dólar de hoy. Esto es importante para llevar tranquilidad. Estamos lanzando una licitación de drogas oncológicas con PAMI y otras obras sociales para lograr reducir precio y mejorar el acceso para mitigar el impacto de la crisis.
—¿Cuándo se va a volver a aplicar la vacuna contra el menigococo de los 11 años?
—La vacuna fue incorporada hace dos años y medio al Calendario, al final del anterior gobierno. Recién se pudo empezar a implementar en el segundo semestre del año pasado porque esto toma tiempo, hay que hacer gestiones, negociar stock con el Fondo Rotatorio de la OPS. Todo esto generó que hubieran atrasos lógicos. Son cuatro dosis, tres antes de los 15 meses y una dosis de refuerzo a los 11 años. El grupo de riesgo son los chiquitos, es ahí donde tenemos que vacunar. Por estas razones, decidimos concentrarnos en la población de riesgo hasta que recuperemos el stock, calculo que eso será antes de fin de año.