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alfonsin ii

35 años después: igualdad, sí; apego a la ley, no

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Lider. “Vio que la Argentina estaba rodeada de dictadura”, dice ella. | cedoc perfil

A Raúl Alfonsín lo conocí en 1977. Dentro del partido radical había creado una diferencia, dado que él estaba en la Asamblea Permanente de los Derechos Humanos en plena dictadura. En ese momento no era tan común que hubiese muchos políticos que lo hicieran. Alfonsín representaba un sector de su partido más cercano a la cuestión de los derechos humanos.

Desde allí lo vi evolucionar, especialmente tras la aventura de Malvinas. Precisamente, la calificación como “aventura” es de Alfonsín, una expresión suya sobre la guerra. El fue quien anunció que no iba al sur para apoyar, porque él creía que eso iba a terminar muy mal. Todo eso lo hizo sin que en ese momento nadie pensara en una especulación de crecimiento político: lo hizo por convicción. Y eso lo convirtió en líder, a diferencia de otros. El liderazgo es eso: ponerse por delante, incluso de lo que se supone que es lo conveniente.

Lamentablemente, Alfonsín tenía razón. Se perdieron muchas vidas humanas en la aventura de Malvinas.

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A partir de allí se precipitó la salida democrática. Y allí Alfonsín también entendió algo que no pudo comprender Italo Luder, el candidato del peronismo: que la sociedad argentina no estaba dispuesta a seguir tolerando golpes de Estado militares, que se habían sucedido desde el 30 hasta el 76. Por eso, cuando Alfonsín salió con su discurso de institucionalidad, cuyo símbolo fue el recitado del Preámbulo de la Constitución, más la consigna de la paz y la consigna “somos la vida”, que representaba a su propia juventud, interpretó lo que pensaba buena parte de nuestra sociedad, incluso muchos peronistas.

Si no hubiera habido mucho voto peronista, Alfonsín no hubiera ganado, especialmente en la provincia de Buenos Aires. Un voto ético, que hizo que se volcara en ese voto gente que no estaba enrolada en ningún partido: los independientes, lo que se dio en llamar el alfonsinismo, más allá de estructuras como la Coordinadora. Alfonsín vio también que Argentina estaba rodeada de dictaduras. Y también entendió que para crecer en democracia se necesitaba extender la institucionalidad más allá de nuestro país. Y trabajó activamente por eso. Tuvo una charla con Fidel Castro en Cartagena, para que dejara de apoyar a los movimientos guerrilleros chilenos, cosa que fue agradecida por los presidentes de Uruguay y Brasil. En ese sentido, también hizo mucho por que creciera el Mercosur.

Como gobernante, tuvo que lidiar con dos deudas. La deuda de sangre y la deuda externa. En el primero, entendió que era esencial que se investigara lo sucedido en la dictadura. Creó una comisión para investigar el terrorismo de Estado y luego enjuició a las juntas. Fueron los dos escalones en los que se apoya la democracia argentina. No es casualidad que haya asumido el 10 de diciembre, el Día de los Derechos Humanos a nivel internacional.

Uno se puede preguntar si en la Argentina, en plena crisis económica como tenemos, se puede encontrar una personalidad como la de Bolsonaro. No la hay. La pregunta es: ¿puede que aparezca en Brasil porque no hubo justicia sobre la dictadura brasileña?

Alfonsín tuvo que lidiar con la deuda, con la economía en general. Cuando fue llamado Juan Sourrouille y lanzó el Plan Austral, que quizás hubiera sido una solución, quiso corregir un rumbo que había comenzado con buenas intenciones, pero sin comprender el cambio de la economía. Pero ya el peronismo, con Menem como líder en reemplazo de Cafiero, había empezado una batalla y Domingo Cavallo hablaba con los organismos internacionales para que no prestaran dinero.

De toda la experiencia democrática, podemos decir que la sociedad argentina tiene en general y por conformación de sus partidos políticos importantes –el radicalismo y el peronismo– una vocación igualitaria. Pero, por otro lado, tenemos un escaso apego al cumplimiento de ley y crear instituciones sólidas. Alfonsín lo intuyó: por eso, tal como dije, apelaba al Preámbulo continuamente.

*Ex ministra de Desarrollo Social. (Testimonio brindado al periodista Pablo Helman).