El diputado peronista Luis Roche había denunciado a Ricardo Balbín, presidente del bloque de la UCR por de-sacato contra el presidente, además de haber incurrido en actos de sedición y rebeldía, en un discurso pronunciado el 30 de agosto de 1949 en el Centro Asturiano de Rosario, donde había llamado a la juventud a encabezar una revolución.
La acción judicial se tramitó en el juzgado N° 1 de Rosario. En la sesión del jueves 29 de septiembre de 1949, fue tratado su desafuero. Para los peronistas no fue una decisión fácil, ya que antes el bloque se había reunido para unificar criterios, ya que muchos no estaban convencidos.
El diputado Miel Asquía obtuvo el voto mayoritario cuando solicitó que la cámara se constituyera en comisión para considerar el desafuero. Los radicales gritaron, insultaron y batieron las palmas durante la hora que duró la lectura del expediente con la acusación.
Luego de la defensa del radical Vítolo, a las 14:10 habló Balbín. “Algunos de los que me han de votar esta tarde me aplaudían cuando tenía este lenguaje contra Uriburu. Muchos de los que han de votar estar tarde eran mis amigos en la lucha contra el fraude. Qué culpa tengo yo si sigo creyendo lo de antes y ellos han cambiado lealmente sus convicciones?”.
“Está equivocado el señor juez si piensa que habré de ir ante él a prestar declaración indagatoria o a ofrecer pruebas. ¿Cómo habría de hacerlo, señores diputados, si la Cámara de Diputados de la Nación condena sin pruebas? ¿Si el Parlamento de la República es insensible, cómo le daré posibilidades a un juez para que disminuya a la Cámara? ¡El proceso está terminado, definitivamente concluido! (…) “No me detendré señor presidente en la puerta de mi casa a ver pasar el cadáver de nadie; pero tenga la seguridad que estaré sentado en la vereda de mi casa viendo pasar los funerales de la dictadura para bien del país y para honor de la República y de América. Si con irme de aquí pago el precio de uno de tantos de mi partido; si éste es el precio de haber presidido este bloque magnífico que es la reserva moral del país, han cobrado barato; fusilándome aún no estarían a mano”.
En medio de un griterío, de papeles que volaban y de un libro que pesadamente caía en la mesa de los taquígrafos, por 108 votos contra 41, Balbín perdía los fueros. Eran las 15:40 y nunca más ocuparía un cargo público.
En marzo de 1950 se celebrarían elecciones a gobernador. La UCR había proclamado la fórmula Balbín-Noblía. Vanos fueron los intentos de la policía por apresarlo cuando se escabullía de los actos y era ayudado por correligionarios, que lo escondían en sus casas. Hasta le ofrecieron sacarlo del país.
Esperaron a que fuera a votar. Lo hacía en una mesa en la Calle 14, de La Plata. Cuando emitió su voto, 15 policías lo rodearon y se lo llevaron detenido. Luego de 297 días preso primero en Rosario y luego en el Penal de Olmos fue liberado el 2 de enero de 1951 por un indulto que él nunca aceptó.
*Periodista y escritor.