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Derechos de mujeres y niñas hoy en Argentina

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Es evidente que estamos en un momento de transición frente a los derechos que desde la recuperación de la democracia se fueron logrando y que permitieron achicar la discriminacion de las mujeres, que no desapareció totalmente pero disminuyó en estos cuarenta años. Ahora, desde el cambio de gobierno, estamos frente a una situación totalmente diferente. El presidente Milei, que hizo su campaña como un león con una motosierra y amenazando con acabar con el Estado en nombre de la libertad, anticipó su oposición a los derechos humanos y entre ellos los de las mujeres. Pero su mayor oposición se centró en “las feministas”. Sabía la ciudadanía sus intenciones de acabar muchas cosas consideradas por él como malas y que significan un lastre para el crecimiento económico del país y su mensaje era acabar con la casta sin aclarar muy bien quiénes eran, aunque parecía que eran los políticos inescrupulosos que saquearon bienes del Estado. Una vez en el poder, su primer discurso en el exterior en el Foro de Davos le permitió explayarse y allí las feministas aparecimos como las responsables, no solo en Argentina sino en el mundo, del desastre tanto del comunismo como del capitalismo, y responsables de los problemas que atraviesan países y el mundo entero. Si lo miramos desde la importancia dada al movimiento feminista, que no es exclusivo de las mujeres, nos colocaba en un lugar de máxima importancia que no condice con la situación de la mayoría de las mujeres del mundo. Pero en la realidad era responsabilizar al movimiento de cosas que nunca tuvo nada que ver. Si realmente el feminismo hubiera tenido esa importancia, seguro no estaríamos viviendo estos dos conflictos armados que se desataron en los últimos dos años. No habría el gasto en armamentos y el crecimiento de los productores de armas, el mundo hubiera invertido esos millones en el desarrollo económico de los pueblos y la pobreza no estaría afectando tanto.

Volviendo a la situación actual en el país, a diario tenemos un nuevo anuncio con una amenaza, y muchas no solo son amenazas sino efectividades de ataque a algún derecho conquistado. Anuncios que en varios casos luego son aclarados por los responsables de ese ministerio o área gubernamental destacando que para lograrlo hace falta una ley, o sea que debe pasar por el Congreso Nacional. Esto tiene dos características: las amenazas provienen de la oficina del Presidente, o sea de la máxima autoridad, y se expanden por las redes sociales con gran velocidad a través de personajes que las replican y que además dan detalles de las personas promoviendo acciones contra esas personas, algo que se traduce muchas veces en agresiones. Lo grave es que estas noticias son en su gran mayoría no fundamentadas, pero se dicen con tanta vehemencia que se dan por ciertas y se generan grandes ruidos que tapan problemas graves y que dificultan rebatirlas porque se adoptan como verdaderas.

Esto, sumado a la eliminación de los apoyos a las provincias para actividades básicas como el aporte del fondo escolar, se extiende a otros aspectos que no se mencionan y por eso pasan desapercibidos. Esto está ocurriendo con programas de salud como el del plan Ennia de prevención del embarazo no intencional en la adolescencia. Este plan, creado en el gobierno de Macri y continuado y ampliado en el gobierno de Fernandez, permitió disminuir claramente estos embarazos, beneficiando a las niñas que no tuvieron que abandonar la escuela por ser madres precoces y salir a trabajar en empleos precarios con bajos salarios que profundizaron el círculo de pobreza de sus familias. Esto implica abandonar a las niñas y contribuir al empobrecimiento del país: ciudadanas pobres empobrecen al país. Necesitamos que se continúe este programa no solo con la provisión de los insumos sino también con el apoyo para que el personal facilite el acceso a la información y a los insumos. ¡En esto la motosierra no cabe!

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