Ya alguna vez para nosotros el Chavo se había muerto en el terremoto de México de 1985. Nadie tenía la información del todo clara, pero parecía ser cierto. El tiempo entre la duda y la certeza se extendía por esa época de un modo insoportable para los parámetros de hoy.
La no resolución de una duda no era un problema serio. Mientras hoy corremos a internet con cierta desesperación y urgencia para obtener respuestas inmediatas a preguntas, años atrás el supuesto de algo era la información con que contábamos y hasta era casi la verdad. La duda no requería resolución.
Hoy, el tiempo no alcanza para el tiempo mismo y el presente se transforma en una dictadura extrema. Leía algo sobre el franquismo y pensé que algunos de esos episodios debían ya estar disponibles en el portal de YouTube. Efectivamente, la jura del rey Juan Carlos ante las cortes españolas en 1975 jurando lealtad a las leyes fundamentales del régimen, y hablando muy bien de Franco, la puede ver cualquier persona con acceso a internet. No se requiere un trámite especial con algún archivista o viajar a España y pedir a TVE acceso a viejos videos. Está para cada presente, para cada instante que se desee ver o revisar.
Todos podemos pasar de este video de Juan Carlos a uno del Chavo del Ocho del mismo año y luego al de Ricardo Alfonsín en campaña con De Narváez. Todos allí juntos hacen la hoguera de la mezcla infernal del mundo moderno que vive del presente y que dispone de inmediato de su pasado, si es que se desea revisar, con absoluta celeridad. Si existiera el rumor de que Chespirito estaría muerto por el terremoto, en pocas horas tendríamos la respuesta.
Así, premiamos la rapidez nuestra y de los demás, y hasta valoramos lo que deseamos por el poco tiempo que nos llevaría algo. Esta urgencia ha colonizado, como diría Habermas, el mundo de la vida y lo que en algunos casos es valioso (por ejemplo, hacer un trámite en un banco) pasa a ser totalmente inútil en otro (profundizar un tema de análisis). Unicamente serían buenos los que no pierden el tiempo.
En política esto suele ser bastante determinante, no sólo desde el punto de vista del manejo del poder sino desde las preferencias de los electores. Parte importante de los atributos que hacen a un candidato atractivo para los ciudadanos de Occidente es la capacidad de tomar decisiones, y la decisión requiere un corte con el tiempo. La extensión infinita de una decisión es un desplazamiento sobre el tiempo, lo acompaña sin resolución. Ganan, en gran parte, los candidatos o gobernantes que muestran o transmiten que toman decisiones.
Dentro del espacio de UNEN, la percepción del tiempo se divide en dos: una urgente, que querría saber y averiguar si efectivamente el Chavo del Ocho ha muerto, y otra que se piensa en 1985 y que podría convivir con la creencia de que habría muerto. Carrió les ruega que por favor asuman una estrategia diferente, que decidan.
En la vecindad del Chavo se presenta ante el público una variedad de personajes cuyos conflictos, atravesados por sus mismas diferencias, no quitan la chance de algún espacio para la armonía y la fraternidad. Nunca se queda el Chavo solo en Navidad o sin comer, y tampoco el Señor Barriga deja nunca sin hogar a Don Ramón. En este tipo de serie, las situaciones se mantienen siempre estables, no hay evolución de los personajes en el tiempo. Los chicos nunca terminan el colegio y Doña Florinda estará siempre esperando el paso determinante del profesor Jirafales. En ese tiempo, en el de la ficción eterna y estable, Carrió también les dice a los radicales que están viviendo.
La muerte impone el cierre de algo, es casi una decisión de otro tipo, una decisión biológica. En algunos casos la muerte llega por la no reacción, la no decisión. Carrió les está diciendo que se retiren de la ficción y regresen al mundo real; de lo contrario, estarán un poco más cerca del deceso.
Casi en el mismo instante en que la declaración de no acordar con el PRO se hace pública, se puede encontrar el video en YouTube para verlo una y otra vez hasta el fin de los tiempos, como un episodio de una serie de televisión. Que los videos del Chavo no se renueven no tiene ya solución, pero que los del radicalismo se repitan todo el tiempo hace poner muy nerviosa a Lilita.
Habría un video de Ricardo Alfonsín diciendo que su alianza con De Narváez “fue sin querer queriendo”, pero es sólo un rumor, de esos que podían existir en 1985.
*Sociólogo. Director Ipsos Mora y Araujo.