POLITICA

Carrió coquetea con el PRO de Macri mientras sus "ex" de UNEN se reagrupan

La diputada y el jefe de Gobierno se acercaron con un llamado telefónico donde criticaron a Scioli. <strong>Cómo hará UNEN para terminar con el duelo.</strong>

El llamado entre Elisa Carrió y Mauricio Macri anticipa la foto entre ambos dirigentes.
| Cedoc

Elisa Carrió está convencida de que el Partido Justicialista puede ser oposición a partir de diciembre de 2015, porque su electorado está dividido entre Sergio Massa y Daniel Scioli. Con el objetivo fijado en destronar al peronismo, la diputada trató por todos los medios de unir a la oposición: cansada de los límites partidarios que imponía el radicalismo en UNEN, dejó la alianza y ya tiene la puerta abierta para cruzar la General Paz y agregar el amarillo en su colección de banderas.

Desde el PRO de Mauricio Macri ya se ocuparon de dejarle las puertas abiertas a la diputada. Saben que podría convertirse en una carta importante si acepta jugar en el terreno más hostil para el panradicalismo: la Provincia de Buenos Aires, el distrito con mayor cantidad de electores, que tradicionalmente le dio la espalda al no-peronismo.

Por eso no es casual que en la primera conversación telefónica que tuvieron ambos dirigentes después de que Carrió abandonara UNEN, los cañones hayan apuntado hacia el gobernador bonaerense. "Primero llamó ella y enseguida, a los diez minutos, él le devolvió el llamado", contaron a la prensa los voceros de la diputada, que se esforzaron en difundir el hecho.

Carrió llamó con la excusa de reclamar fondos para el Hospital Garraghan, que recorría desde hace algunas horas. De esa comunicación, sólo dejaron trascender dos datos: que Macri se comprometió a hacer un esfuerzo en términos presupuestarios, pero que el grueso de los aportes tienen que llegar del Gobierno de la Provincia de Buenos Aires porque “de allí provienen un 60 por ciento de los pacientes".

“Lilita” ya tiene el terreno descubierto: María Eugenia Vidal, la dirigente macrista que corrió la peor suerte adentro del espacio y tuvo que desembarcar en la Provincia, podría competir contra Carrió en las PASO. La líder del ARI no dejará descubierta la Ciudad de Buenos Aires: dejó embanderado a Martín Lousteau, quien estará acompañado por su principal delfín: Fernando Sánchez.

El portazo que dio la diputada del Frente Amplio UNEN obligó a muchos a pegar la vuelta en el aire. Una de ellas fue la diputada del PRO Laura Alonso, que cambió el aceite hirviendo por agua bendita. "A Carrió le respeto la intuición y visión estrategia distinta del resto. Es una mujer que arriesga en política y eso es respetable. Es importante para el momento político que se viene", dijo en diálogo con Perfil.com.

A la hora de explicar su cambio de posición al respecto, y las duras críticas que había esbozado, Alonso cortó por lo sano: “Hay veces que uno está tan enojado que prefiere ni cruzarse con alguien y después hay que hacerlo por otras razones y lo hacés. No hay problema. Ella (por Carrió) lo que está buscando es ampliar. Un acuerdo amplio puede ser electoral o de gobernabilidad, eso no está mal. Yo abono a esta teoría”.

Si Laura Alonso le sacó las llaves, hubo otros dos dirigentes que se apuraron en destrabar el picaporte y colgar los carteles de bienvenida. "La doctora Carrió es un dirigente político importante en el país y, a partir de ahí, hay que escucharla y aceptar cuales son sus posiciones, que en su momento fueron unas y hoy son otras", sentenció el ministro de Seguridad porteño, Guillermo Montenegro.

El mismo día, a menos de 24 horas de la ruptura, el economista emblema del PRO se pronunció en el mismo sentido. Federico Sturzenegger llamó a "tener una visión amplia de aquellos que traen una visión muy ética y de mucha garantía de la política", cuando lo interrogaron por la posible llegada de la dirigente del ARI.

"Me parece que Carrió tiene la conceptualización de que la Argentina necesita urgentemente un cambio con respecto a las estructuras de poder que han gobernado la argentina estos últimos años", completó.

UNEN, baraja y da de nuevo. Con cada vez más dudas que certezas, los dirigentes de la alianza progresista saben que no tienen tiempo para hacer su duelo y todo se desenvuelve en una lucha de poder entre el radicalismo de Ernesto Sanz y Julio Cobos contra el socialismo de Hermes Binner.

A una semana de la partida de Carrió, la mesa de conducción del espacio decidió realizar un acto el 18 de diciembre para relanzar el espacio, tras las peleas que lo pusieron al borde de la ruptura, y ratificó la continuidad de la Coalición Cívica, pese a la salida de su líder.

Dirigentes de los 8 partidos que conforman el conglomerado opositor se reunieron durante más de tres horas en la sede porteña del Centro de Estudios Municipales y Provinciales (CEMUPRO) para avanzar en la elaboración de las bases programáticas que serán presentadas en el evento, que probablemente se realizará en un teatro de esta ciudad.

En tanto, el próximo martes habrá una nueva reunión de la mesa de conducción en la que se comenzará a trabajar en un estatuto que buscará "darle formalidad" al armado, pero también "hacer equilibrio en función del peso específico de las fuerzas" como reclaman los radicales, señalaron fuentes partidarias.

"No es una cuestión de números, pero sí de peso político, nosotros no pretendemos un 'toma todo' pero queremos que haya un poco más de densidad de los partidos que tienen desarrollo territorial" como la UCR y el socialismo, explicó en diálogo con la agencia DyN la senadora radical Laura Montero.