Este año la presidencia del G20 la tiene la India, un país con mujeres feministas muy reconocidas, pero que a nivel de derechos de las mujeres es bastante desigual. El G20 es visto principalmente como un mecanismo para temas económicos que atiende los intereses de las grandes potencias del Norte global. Por eso algunas organizaciones de la sociedad civil y especialmente las feministas tienen reparos y objeciones. Sin embargo, se desconoce que existen grupos de vinculación que están constituidos por sociedad civil independiente de los gobiernos, aunque algunos pueden ser ramas de los gobiernos, como en China. Pero en los otros países, si bien pueden tener una influencia gubernamental, representan a la sociedad civil y, en el caso del W20 –Mujeres20–, son feministas e incluso tienen posiciones divergentes con las de sus gobiernos. El mejor ejemplo fue la delegación del W20 de Estados Unidos que en 2021, durante el gobierno del presidente Trump, tuvo posiciones claras en términos del reconocimiento de los derechos de mujeres y niñas y de toda su diversidad, a diferencia del gobierno. Esto es algo que se ha fortalecido en el caso de las presidencias recientes. Ahora India, si bien tiene la presidencia y generó un nuevo grupo de su delegación de W20, el trabajo de las delegaciones de los otros países que mayoritariamente están integradas por feministas y la incorporación de grupos de mujeres hindúes procedentes de la academia y de universidades permitieron lograr un comunicado que incluye los posicionamientos feministas. Esto es clave en momentos en que a nivel de las Naciones Unidas existen países que promueven un retroceso en los derechos alcanzados. Por ejemplo, recientemente en la reunión de la Comisión de Población y Desarrollo en ONU, en la que se consideró el plan de acción aprobado en El Cairo en 1994, no se pudo lograr un documento por falta de consenso frente al tema de la educación, específicamente en las referencias a la Educación Sexual Integral.
Es muy importante la interacción de las delegaciones de W20 de los países que integran el G20 en sus reuniones presenciales y online con las mujeres del país, en este caso mujeres hindúes de los diversos sectores y grupos que interactúan y conocen en forma directa las opiniones y posiciones con fuerte contenido feminista de las integrantes de las distintas delegaciones. En la reunión reciente en Jaipur, en India, pudimos interactuar con un grupo grande de estudiantes de la Escuela de Medicina de la Universidad Nacional de ese Estado sobre un tema difícil como es el acceso al aborto seguro, legal y gratuito. Fue importante compartir la experiencia de la lucha en Argentina y su impacto en la salud de las mujeres y niñas.
El gobierno de la India junto a los de Brasil, Sudáfrica, China y Rusia están planteando a través de los Brics un modelo de desarrollo diferente e incluso de manejo de la economía mundial más igualitario. Esto en momentos en que para la implementación de la Agenda 2030 en el mundo se está sugiriendo este cambio. Visitando la India lo que más nos impresionó fue la fuerza de esa población en gran medida pobre, pero que está haciendo grandes esfuerzos a nivel de su ciudadanía para superarse, y para ello privilegia la educación y la inversión en ella para sus hijos y ciudadanos, independiente del gobierno de turno. Junto a esto también se promueve el desarrollo tecnológico. Debemos plantearlo para nuestro país y los de la región, donde la educación sufría un deterioro acelerado por la pandemia de covid que afecta principalmente a los sectores más pobres y residentes en áreas rurales con mayor impacto en las niñas. Esto unido a un bajo desarrollo tecnológico que genera una fuerte dependencia de los países del Norte global. Para superarlo necesitamos mejorar la calidad de la educación y aumentar el desarrollo tecnológico.