COLUMNISTAS
El valor de la palabra

El ministro Sergio Berni y el blablá

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| Cedoc

Los derechos humanos que Berni confronta constituyen, muy a pesar suyo, el corazón del sistema republicano. No hay democracias que no contengan ese horizonte de ideas. Nunca es fácil avanzar hacia la realización de derechos básicos. Pero apostar al recorte de garantías como único mecanismo de construcción de sociedades más seguras, es una contradicción insalvable y pueril. La mano dura (el debate Taser sí, Taser no) en contextos de pobreza masiva, o pensar que se pueden resolver complejos conflictos sociales (nadie es feliz tendiendo una carpa en un humedal) apostando a la represión: eso sí es puro bla bla. Blablá es la mano dura en países pobres y atrasados, blabla es la represión y punición de quienes están masivamente excluidos desde el día en que nacen.

Argentina tiene indicadores alarmantes que muestran que el rumbo político no pasa por la represión ni por el recorte de derechos.

El Estado tiene la obligación ética y legal de resguardar la dignidad de las personas empobrecidas, no de criminalizar una y otra vez su pobreza, de la que son víctimas y no artífices.

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El ministro de seguridad de la provincia de Buenos Aires sostuvo, luego de justificar mediáticamente -en vez de condenar enfáticamente y sin margen de duda, como su importante cargo requiere- casos de violencia por mano propia, la que calificó más de una vez como “entendible” (justificando actos que están lejos de configurar lo que código penal califica como defensa legítima), que los derechos humanos son “puro blablá”. Pero los derechos no son eso.Lo discursivo marca la diferencia. No podemos decir cualquier cosa ni minimizar, como bien dijo Estela Carlotto y distintos organismos, la tarea enorme de concientización que existe en la Argentina alrededor de esas dos palabras.

Los derechos humanos conforman una bandera que no se construyó sola. Es de las pocas consignas que nuestro país tiene en alto. El lenguaje importa. Costó mucho construirlo. Define un rumbo social. No juguemos con las palabras.

 

*Director nacional de la Escuela del Cuerpo de Abogados del Estado Argentino.