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"En 45 días explota todo"

El conurbano recalentado es parte de la tensión entre los ministros de Seguridad nacional y provincial.
El conurbano recalentado es parte de la tensión entre los ministros de Seguridad nacional y provincial. | Cedoc

Más allá del ego e histrionismo del ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires, detrás de la pelea de Sergio Berni con Sabina Frederic emerge como un fantasma asustador el temor al polvorín que se está generando en el conurbano bonaerense. Intendentes del segundo cordón del Gran Buenos Aires vienen diciendo que “en 45 días explota todo”.

En uno de los reportajes largos de esta edición, el intendente de José C. Paz, Mario Ishii, el único al que le tocó ocupar el mismo cargo durante la crisis de diciembre 2001, donde hubo saqueos, muertes y todo tipo de hechos de violencia, coincide con los plazos del pronóstico: “Para fines de agosto, vamos a estar en una situación como la del 2001”.

El Conurbano infinito donde se siguen creando nuevos asentamientos, aun con coronavirus, es el talón de Aquiles K 

José C. Paz es el segundo partido más pobre del Conurbano después de Florencia Varela, también es uno de los últimos partidos en constituirse, recién en 1994, cuando junto con los partidos de Malvinas Argentinas y San Miguel se dividieron el territorio que antes aglutinaba el partido de General Sarmiento. Al fundarse durante la presidencia de Menem, José C. Paz era mayormente campo y un casco urbano con calles de tierra. Como gran parte del segundo cordón del Gran Buenos Aires, a poco de recuperar la democracia, cuando Alfonsín fallidamente quiso detener su crecimiento mudando la capital al interior y premiando a las provincias más pobres con una Coparticipación Federal mayor para que sus habitantes no emigraran al conurbano bonaerense.

El intendente Ishii es uno de los últimos barones del Conurbano que lograron mantenerse en el cargo. Representante genuino del peronismo de “paladar negro” al igual que los secretarios generales de los principales sindicatos, representa al peronismo más tradicional. Paradojas del destino, el nombre del municipio que comanda lleva el nombre del fundador del diario La Prensa, el que Perón clausuró por antiperonista.

Esto dice Ishii: “Si no contamos con fuerzas federales, puede haber un desborde en materia de seguridad”. “Se nota que están en la calle muchos de los presos que liberaron. Y como no tienen trabajo, reinciden”. “Hay que pensar que un preso sale y no tiene qué hacer. Va a su casa. Pasan uno o dos meses y sigue sin nada para hacer, y su costumbre es hacer otra cosa”. 

“Los delincuentes tienen mejores motos que la policía”. “Con la cuarentena la gente sale a la calle en estos vehículos a robar. A eso se suma la delincuencia que a la noche entra a domicilios”.

Ishii reconoce que “si no hubiera llegado el coronavirus, no sé si estaríamos mucho mejor económicamente”, y dejó que abrieran los comercios durante todas las fases de cuarentena para que no desaparecieran más negocios de los que, aun pudiendo estar abiertos, dejaron de funcionar por falta de consumidores. De los 8 mil comercios de José C. Paz quedan 6.500, e Ishii cree que todavía falta lo peor. José C. Paz tiene una sola fábrica y “si se funden los negocios, nos quedamos directamente sin fuentes de trabajo”.

Sobre cuándo aparecerá el pico del malestar social, cree que será “cuando empiecen a aparecer los muertos, cuando la gente vea a sus muertos, cuando haya gente que no sea atendida en los hospitales porque están desbordados”.

Vuelve a usar la misma palabra para la inseguridad: “La policía está desbordada. El mismo ministro Berni dice que está desbordada. Tiene razón. Tampoco cuenta con los móviles como para poder trabajar”. “Deben venir las fuerzas federales. La gente va avanzando y no la van a poder parar. La gente avanza y si vos la dejás, va a seguir así. Si vos la parás, pienso que se quedarían más tranquilos. En José C. Paz no se robó nunca a los bancos. Y hoy encontrás que hay operativos de 20/30 motos, con gente armada”. 

Al intendente le preocupa también la toma de espacios menos custodiados, también por la cuarentena: “Tengo filmado, por ejemplo, que hay zonas en las que se toman terrenos o viviendas que María Eugenia Vidal dejó sin terminar. Es una picardía. La mayoría de la gente que está tratando de tomar son extranjeros. En este último tiempo llegaron con más fuerza al distrito”.

El cristinismo es en cierta forma el partido del Conurbano  y en su terreno puede estar su calvario 

“Cuando en 2001 explotó, fue por hambre. Salieron a saquear todos los negocios por comida. Hoy puedo asegurar que no es problema de comida”. Hoy la mecha tiene otras motivaciones: “La bronca de la gente que está sin trabajar. Al estar mucho tiempo encerrados en casa, empiezan los conflictos. Es otro factor que aparece. Se nota que la gente se siente muy encerrada. Algunos están con mucha bronca y salen”.

Se difundieron versiones sobre que Macri estaría feliz viendo que la economía va a un callejón sin salida mejorando por comparación lo que él hizo, como si estuviera totalmente eximido de las causas que afectan al presente. Quienes lo conocen comentan que el desgaste de los últimos dos años afectó parte de su percepción de la realidad. Esperemos que a Alberto Fernández no le esté pasando lo mismo ahora, cuando la Argentina atraviesa la situación más compleja de este siglo, que ya tuvo un comienzo difícil y del que nunca se recuperó del todo.