COLUMNISTAS
Defensora de Género

Hoy estrenamos gobierno: qué esperamos las mujeres

2023_12_10_ni_una_menos_ministerio_mujer_cedoc_g
Preocupación. No se sabe cómo se abordará la violencia de género al desaparecer el Ministerio de la Mujer. | cedoc

Siguiendo la tradición iniciada por Raúl Alfonsín, hoy 10 de diciembre, día en que se celebran los derechos humanos, asume el presidente electo Javier Milei. Alfonsín eligió ese día para asumir su gobierno, porque se iba a priorizar la vigencia de los derechos humanos. Es interesante que Javier Milei también jure como nuevo presidente del país ese día, si bien su adhesión a los derechos humanos no es un aspecto existente en su propuesta de gobierno. Las mujeres y niñas en toda su diversidad, somos muy sensibles a la garantía de los derechos humanos por parte del gobierno de turno. Sabemos que la igualdad frente a los varones es algo que costó mucho conseguir y que incluso aún falta y mucho para alcanzarla. Sin embargo, hubo avances innegables que se lograron con la lucha y persistencia de muchas mujeres muy diversas. Solo recordemos la infatigable lucha que Florentina Gómez Miranda con un diputado radical llevó adelante, para promover y aclarar qué era y porqué era importante la ley de reforma de la sociedad marital, o sea la ley de matrimonio. Y si bien se conoce como la ley de “divorcio”, éste no es lo más importante para la igualdad, sino los cambios estructurales que implican la igualdad de ambos cónyuges para decidir o fijar el domicilio, el no uso obligatorio del “de” antes del apellido del esposo, lo que implicaba una idea de posesión por parte del esposo, entre otros. Algo muy interesante fue que muchos cambios que se promovieron para igualar a las mujeres a las condiciones más favorables para los hombres, terminaron beneficiando principalmente a los hombres con el consiguiente beneficio para ellos. Un ejemplo claro de esto fue la ley, para permitir a las concubinas gozar de beneficios de la obra social y que terminó beneficiando más a los hombres, porque ellos perdieron en mayor medida sus empleos, y con ellos, la cobertura de obra social y así pudieron incorporarse a las de sus concubinas o esposas que mantuvieron los trabajos por ser en general servicios básicos brindados por los gobiernos.

Ahora frente al cambio de gobierno, la preocupación es: ¿quién asume las múltiples funciones que las leyes asignan a las áreas mujeres del gobierno nacional y los provinciales? El Ministerio de Mujeres, Género y Diversidad se eliminó, pero no hay un área o varias que asuman sus funciones en lo que se conoce del nuevo gabinete. Por eso es importante saber quién o quiénes cubren las responsabilidades que le fueron delegadas por ley a ese organismo. En esas responsabilidades está la atención, asesoramiento y contención de las personas que sufren violencia de género, que no van a desaparecer porque las últimas cifras nos indican que son una realidad persistente. ¿Quién las va a atender a ellas y/o a sus familiares y amigas? La línea 144 es una necesidad imperiosa y a días de asumir el nuevo gobierno, no sabemos quién se va a hacer cargo . A esto se suma que el personal que atiende la línea que está capacitado no sabe si el 11 de diciembre sigue o cesan sus funciones. Esto no es menor e implica un grave problema, que independientemente de las posiciones que el nuevo gobierno tiene, son necesidades que se deben cubrir. La sociedad espera esa respuesta y aclaro la sociedad, porque el problema de la violencia de género afecta no solo a las mujeres, sino a toda la sociedad y son la familia, las amistades y los ámbitos laborales, entre otros, donde las mujeres desarrollan su vida las que están afectadas. La masividad del problema que no respeta edad, clase social, origen étnico/racial ni ninguna otra característica fue evidente a partir de las enormes marchas en 2015 en todo el país que no dejaron dudas, esto no es solo el problema de las mujeres. Por eso esperamos respuestas a estas necesidades y no solo declaraciones y menos aún respuestas negacionistas y agresivas que constituyen otra violencia y que son inconducentes, para un gobierno que debe atender a las necesidades de la población.