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La crisis en educación e investigación científica hoy

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Garrahan. Los residentes reclaman un salario que les permita seguir su formación sin verse obligados a cambiar de hospital. | resisgarrahan

En el Día del Padre que hoy se celebra, es bueno atender a las deudas en educación y desarrollo científico que existen y cómo esto afecta a la economía. En la semana en medio de las noticias políticas que siguen dominando, se difundieron los resultados de las pruebas Aprender aplicadas en octubre del 2024. Estas pruebas, desde hace tres décadas son una política nacional, si bien empezaron en 2013 a aplicarse. Se evalúa a los adolescentes que están terminando la educación secundaria, para determinar el nivel de su rendimiento en dos áreas: matemáticas y lengua. También a veces se evalúan alumnos del nivel primario, en 2024 se estudió la capacidad de lectura de alumnos del tercer grado. En general el resultado fue devastador. En la secundaria en matemáticas se registró un deterioro significativo, desde 2019 va decreciendo y alcanzó su menor nivel en 2024; un 42% de los participantes no logró el nivel satisfactorio, solo el 14,2% consiguió los niveles más altos, en 2013 lo lograba el 35,3%. En el área de lengua la situación es mejor porque el 58% alcanzó los niveles más altos, tendencia ascendente sostenida. Estos resultados presentan variaciones entre provincias y también, según las escuelas sean estatales o privadas el nivel socioeconómico, y algunas condiciones familiares si son migrantes o no. El tipo de escuela tiene gran impacto, en lengua en las estatales el 50,9% alcanza niveles satisfactorios mientras en las privadas lo logra el 75,3%, en matemáticas las privadas duplican el porcentaje que alcanza niveles satisfactorios o más, un 61,3% en privadas y un 37,8% en públicas. Otro aspecto que impacta es la historia educativa de los participantes, los que hicieron el ciclo completo desde las salas de educación inicial en adelante, tuvieron un mejor rendimiento independiente de sus otras características. También los estudiantes de nivel socioeconómico alto tienen mejores resultados que los de niveles bajos, independiente de otras variables como por ejemplo, el tipo de escuela, pero en las escuelas estatales predominan los de nivel socioeconómico más bajo lo que explica en parte su menor rendimiento. Algo importante es señalar que las mujeres tuvieron mejor rendimiento en lengua que en matemáticas, esto refuerza el prejuicio de la mayor facilidad de los varones frente a las ciencias matemáticas que limita la participación de las niñas en la educación en ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas, algo cultural que genera grandes dificultades porque les impide a las niñas mejorar en el futuro su inserción laboral y las discrimina.

La evaluación de la lectura realizada en las escuelas primarias al alumnado del tercer grado permite tener un panorama de la situación futura de su rendimiento escolar. Se consideraron seis niveles, los dos más bajos evidencian una carencia de competencias básicas de alfabetización, indicando la gravedad de esto. Los niveles 4 y 5, son los más altos e indican que comprenden textos complejos en forma literal, inferencial y reflexiva. Un 11,6% de los participantes estuvieron en los niveles más bajos, con variaciones en las distintas provincias y también con relación a otras características, pero las que más impactaron fueron el tipo de escuelas públicas o privadas y el nivel socioeconómico del alumnado. Lo más importante y grave es el alto porcentaje de alumnos que no logran entender un texto simple. Frente a este panorama necesitamos políticas educativas que superen estas limitaciones graves, porque el retroceso en los estudiantes secundarios en matemáticas y las dificultades de alumnos del tercer grado en lectura constituye un lastre que impacta en su futuro nivel educacional y condiciona su futura inclusión laboral. Sabemos que un país con ciudadanos con pobre educación es un país que tendrá un desarrollo socioeconómico pobre. Frente a las políticas del gobierno nacional, que recortó los presupuestos de apoyo a la educación que brindan las provincias, no nos permite esperar una mejora de la calidad de ésta, que si bien ya se estaba deteriorando, se agrava. A su vez el recorte de los presupuestos a las universidades públicas y el drástico recorte del presupuesto en ciencia y técnica que afecta al Conicet, el INTA y otros organismos que promueven el desarrollo científico, son todas políticas que de no cambiar generarán un deterioro del capital humano que empobrecerá aún más al país. Un gobierno que se precia de promover el crecimiento económico está produciendo lo contrario. Recuperar la calidad de la educación y asegurar la continuidad de la investigación científica son requisitos indiscutibles si queremos ser un país próspero y recuperar el nivel de desarrollo que hemos perdido.