La ex presidenta argentina Cristina Kirchner salió de su país este jueves para visitar a su hija Florencia, de 28 años, que presuntamente se está atendiendo en la isla por problemas de salud. Muchos periodistas argentinos me han llamado para preguntarme si sé algunos detalles. Eso es prácticamente imposible. Estos mandatarios y celebrities que llegan a Cuba para tratarse alguna afección médica se mueven en círculos totalmente impenetrables, rodeados por el secretismo y la vigilancia. Ya ha sido una práctica bastante común venir a Cuba a tratarse médicamente, recuerden a Hugo Chávez y al futbolista Diego Armando Maradona. Creo que más que por la calidad médica, vienen por las garantías de silencio y de secretismo que ofrece la Plaza de la Revolución a estos invitados en tratamiento.
En el momento en que llega a esta isla Florencia Kirchner, estamos viviendo un profundo desabastecimiento de medicamentos en las farmacias. Ahora mismo, cualquiera que se acerque a comprar en uno de estos locales encontrará que es muy difícil adquirir una aspirina, un analgésico y hasta un termómetro. Siempre me sorprende esas dos Cubas: la Cuba del que viene de afuera y es un aliado de la Plaza de Revolución, un ex presidente que se mueve a unos niveles, con un confort y una calidad de atención médica, y, por otro lado, la otra Cuba, la Cuba donde hay que comprar muchas veces el hilo de sutura y las agujas para poder ayudar a un familiar que está en el hospital. Florencia Kirchner no verá esa Cuba, pero esa Cuba es mayoritaria y real.
*Directora del diario digital 14ymedio. Ganadora del Premio Perfil a la Libertad de Expresión Internacional.