El segundo número de la revista Asuntos Globales/Global Affaires del Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales se focalizó en América Latina.
Como director editorial y editor de esta publicación bilingüe, pude sumergirme durante un año en el estado del debate de esta región cada vez mencionada en los estudios internacionales.
Luego de una investigación colectiva de más de treinta autores de Argentina y el mundo, podemos compartir con los lectores las siguientes apreciaciones.
En primer lugar, aparecen cuatro grandes ejes que estructuran el estudio de esta región.
Primero, la autonomía y la estrategia regional en el nuevo orden global, que examina como prioritarios los conceptos de autonomía y dependencia, la fragmentación de la integración regional y las estrategias de posicionamiento frente a las potencias globales.
Segundo, la geopolítica, la influencia externa y la rivalidad entre las grandes potencias, se enfoca en la competencia entre Estados Unidos y China, y cómo esta rivalidad se manifiesta en la infraestructura, la economía y la política de América Latina.
Tercero, la seguridad, la defensa y los conflictos no tradicionales al abordar la evolución de la creciente militarización y los nuevos desafíos de seguridad.
Cuarto, la diplomacia, la gobernanza y la proyección de la sociedad civil cuyos temas centrales son el soft power, los derechos humanos, el rol de las diásporas y la sociedad civil.
Tras analizar transversalmente toda la obra, es posible identificar cinco ejes temáticos fundamentales, que atraviesan las contribuciones de todos los autores y autoras. Más allá de sus enfoques específicos (económicos, militares, diplomáticos o políticos), existe un consenso sobre el diagnóstico del escenario global y los desafíos que este impone a América Latina.
1. La competencia estratégica entre Estados Unidos y China como condicionante estructural. Este es el hilo conductor más fuerte de toda la publicación. Prácticamente todos los autores coinciden en que la disputa hegemónica entre Washington y Pekín es el factor ordenador –y desordenador– de las relaciones internacionales actuales.
2. La crisis y redefinición de la “autonomía”. El concepto clásico de autonomía está en crisis y es objeto de revisión por la mayoría de los autores. Ya no se trata solo de “autonomía” frente a una sola potencia, sino de cómo mantener márgenes de maniobra en un mundo interdependiente y de una región presionada.
3. La debilidad de la integración regional y la fragmentación política. Existe un consenso generalizado sobre el estado crítico de los mecanismos de integración latinoamericana. La región se describe como desarticulada, lo que aumenta su vulnerabilidad externa.
4. La interconexión entre política interna y política exterior. Varios autores destacan cómo la volatilidad doméstica, la polarización y las crisis de gobernanza impactan directamente en la proyección internacional de los países.
5. La necesidad de navegar un orden no hegemónico de incertidumbre. Los autores coinciden en que las viejas reglas del orden liberal internacional están muriendo, pero las nuevas aún no se han consolidado.
Para clarificar la visión conjunta de los autores, podemos usar la metáfora de un barco en una tormenta compleja. El barco es América Latina, cuya estructura interna está dañada, con una fragmentación política y económica. La tormenta son las fuerzas externas enmarcada en la rivalidad EE.UU.-China y la crisis del orden global. Los autores debaten sobre la mejor forma de navegar esta tormenta: algunos sugieren anclar el barco a un puerto seguro desde un alineamiento, mientras que la mayoría propone reparar el casco, desde una profundización de una integración pragmática y ajustar las velas para aprovechar los vientos de ambos lados sin ser arrastrados por la corriente de este interregno interméstico.
* Profesor de Relaciones Internacionales y Política Exterior Argentina.