Termina la feria y arranca otro particular año judicial. Parecido a 2020 por la casi total ausencia de presencialidad. Diferente porque en distintos ámbitos de la justicia se aguarda una mayor tensión con el kirchnerismo.
Sobre el primer punto, el propio cacique del sindicato de empleados judiciales, el peronista Julio Piumato, fue explícito cuando hace una semana advirtió que si el Gobierno no los suma a ser vacunados mantendrán el trabajo a distancia.
Respecto a la segunda cuestión, más sensible, el tono lo planteó en estas horas el secretario de Justicia, Juan Mena, al repetir en una entrevista radial que “la Corte Suprema funciona en forma anómala. No me satisface en lo personal que con una mayoría de tres personas la Corte defina el destino judicial del país”.
Acaso Mena no haya leído (o sí) el largo reportaje que PERFIL publicó hace una semana a su jefa, la ministra Marcela Losardo. Allí la histórica mano derecha de Alberto Fernández planteó que hay que ayudar a la Corte a que funcione mejor, pero que no cree que ello pase por aumentar su número de integrantes.
Las palabras de la ministra repercutieron positivamente en quienes componen hoy el máximo tribunal, que las interpretaron como un puente de paz frente a las presiones del kirchnerismo, como las que expresa Mena.
Si bien fue Cristina Kirchner la punta de lanza de la ofensiva oficialista sobre la Corte y la justicia, a Alberto F también se le pelaron los cables más de una vez con la mira puesta en Carlos Rosenkrantz, presidente del tribunal.
En esa instancia aguardan temas delicados. Como la decena de recursos de la ex presidenta y actual vice en varias de sus causas, que siguen en pie y, en algunos casos, a la espera de que se inicie el juicio oral. O la presentación de Horacio Rodríguez Larreta para que se impida el recorte de fondos de Nación a Ciudad.
Pero como la Corte no es toda la justicia, hay mucha expectativa con lo que decidirá Casación en torno a si mantiene la prisión domiciliaria o lo manda de regreso a la cárcel a Amado Boudou, el ex vicepresidente condenado por corrupción. Ah, Losardo ratificó a este diario que, como dijo el Presidente, no habrá indultos. Quien quiera oír, que oiga.
Oyen y ven más de lo que se cree en Comodoro Py. Los tribunales federales más observados y cuestionados mantienen su tensa vigilia desde que se alumbró la reforma judicial, que aguarda despertar de la larga siesta en Diputados tras la media sanción en el Senado.
Tiempistas de experiencia, en Py aguardan sin apuro que empiecen a soplar los vientos electorales. Tal vez a la espera de pasar a la acción. O de ratificar que es época de hacer la plancha. Nunca se sabe.