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¿Que dejaron las PASO? Una mirada de género

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Paso. Las primarias ratificaron la necesidad de mayor presencia femenina. | shutterstock

Transcurrió solo una semana de que votamos en las PASO, las primarias en versión argentina que fuimos aprendiendo a usar. No figuraban en nuestro modelo electoral y aún falta para que las entendamos y usemos cabalmente. Especialmente para las mujeres, jugadoras mas novatas en estas lides electorales, las PASO son una posibilidad de entrar a la arena electoral con posibilidades. Permite a quienes no son “habitués “presentarse y tener opción de participar, aunque tal vez sin alcanzar el número necesario de votos para figurar en las elecciones definitivas. Por eso no son intrascendentes ni innecesarias, como se las considera en muchos casos. Al analizar qué dejan es cuando vemos que la ciudadanía expresa mas libremente sus afinidades y preferencias, porque son para definir mejor la voluntad popular, para que los partidos y coaliciones que participan con distintas opciones definan sus representaciones mas ajustadas a lo que quiere y aspira la población. 

Las PASO 2021 fueron un claro ejemplo de cómo la mayoría de los partidos y coaliciones las usaron para definir sus listas de candidatos y esto produjo un muy interesante resultado, aunque para algunos fuera difícil reconocer no contaban con el apoyo suficiente. Es interesante señalar que en pocos casos las listas alternativas eran lideradas por mujeres, la mayoría eran varones que buscaron ser acompañados por una mujer para cumplir con la paridad. Esto no es casual, evidencia la falta de poder de las mujeres para encabezar listas y liderar posiciones. Esto no es menor, ya que indica que la participación no siempre implica poder. Y de eso se trata, de tener poder. Y el poder se mide por la capacidad de liderar sin intermediarios, pero si con fuertes socios y seguidores.  Vimos como algunas mujeres que lograron ese poder ganaron y tendrán la posibilidad de mostrar en las elecciones de noviembre su fuerza y capacidad de ampliar su poder en las alianzas que se construyen después de las PASO.  Porque ahora en este periodo hasta el 14 de noviembre es donde se produce la consolidación de las alianzas entre grupos internos que divergen pero que comparten el mismo propósito y objetivo que los unifica. Esto es difícil porque incluso por la competencia para las PASO debieron mostrar sus diferencias e incluso magnificarlas. Pero así es el ejercicio democrático y es muy saludable que se practique en el país.

Sin embargo, en el caso de quienes no usaron las PASO para dirimir sus diferencias internas, cuando los resultados no son los esperados y son negativos, recrudece la aparición de esas diferencias y se generan conflictos de poder que afectan la continuidad de la unidad. Cuando esto ocurre en partidos o coaliciones que gobiernan esos quiebres y conflictos son mas evidentes. Es en estos momentos en que se pone en juego el poder y así vemos como según la distribución del poder entre hombres y mujeres las diferencias las incluyen o no. Ya lo vimos en el 2017 y ahora se repite, por eso en estos momentos las mujeres que aparecen en la cancha moviendo fichas son menos, mucho menos que las que participaron en las listas. Es el momento de acción de los “colosos”, que en general y salvo honrosas excepciones son hombres. En el 2017 no fue tan evidente porque había algunas mujeres poderosas en la arena política de la coalición de gobierno. Este ano es diferente, pero si es evidente la predominancia del poder. 

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Las PASO evidencian que las mujeres deben aumentar su poder político, no solo mejorar la participación y es a eso que deberían las lideres políticas que existen empezar a animarse. En tanto no aumente el poder de las mujeres en la arena política va a ser difícil lograr alcancen mejores posiciones de representatividad.  Y necesitamos mas mujeres intendentas, gobernadoras, ministras y presidentas.