COLUMNISTAS
menciones

Una carta

¿Dónde está Slavoj Zizek, cuando más se lo necesita? Hay que llamarlo urgentemente, hay que ubicarlo donde sea que se encuentre. ¡Pensar que hasta hace un tiempo lo teníamos por acá nomás, dando vueltas por Caballito!

default
default | CEDOC

¿Dónde está Slavoj Zizek, cuando más se lo necesita? Hay que llamarlo urgentemente, hay que ubicarlo donde sea que se encuentre. ¡Pensar que hasta hace un tiempo lo teníamos por acá nomás, dando vueltas por Caballito! ¡Pensar que hace apenas unos días visitó estas mismas páginas! Lo precisamos ahora mismo, diría que perentoriamente. Pues, ¿quién otro, sino él, puede indagar qué es lo que implica que un dirigente gremial, concretamente Sergio Palazzo, bancario, haya citado, como citó, tan luego a Jacques Lacan, en pleno acto en Plaza de Mayo? Citó a Lacan, en efecto. Invocó su concepción del objeto de deseo, la planteó a la masa obrera que lo escuchaba al pie del palco. Que yo sepa, una mención de esta índole no registra antecedentes en la historia sindical ni en los actos en Plaza de Mayo.

Yo tengo mis fuertes reparos respecto del sindicalismo argentino. Y no me gusta para nada que haya tantos millonarios, menos obreros ya que patrones, menos trabajadores ya que empresarios. Pero admito que, pese a eso, me complace enormemente constatar la forma en que los pitucos se irritan cuando ven “negros con plata” (así se expresan, pues son racistas); me encanta ver cómo se enfurecen al ver que su templo sagrado (ese templo: el del dinero) se ha visto profanado por estos sacrílegos de la vulgaridad (¿crítica ideológica al sindicalismo imperante? Para nada, es pura rabia de clase. (Con los futbolistas les pasa exactamente lo mismo.)

No obstante, esta vez parece haberse tratado de otra cosa. Porque la fabulosa invocación de Sergio Palazzo en el acto en Plaza de Mayo fue del orden del capital simbólico, antes que del capital sin más. Citó a Lacan para intentar discernir cómo funciona la perspectiva de los dirigentes del gobierno nacional; pero además les quiso marcar, o les marcó, que los considera unos ignorantes. Les habló desde un inesperado saber, para insinuar que los tiene por brutos.

Puede que se haya tratado de eso. O bien, por qué no, ya que de lucha de trabajadores se trata, de un llamado de atención a la Facultad de Psicología de la UBA. Es sabido (salió en los medios) que sus autoridades intentaron debilitar la lucha librada por docentes y estudiantes para obtener un mayor presupuesto educativo, un aumento salarial razonable. ¿No habrá sido también por eso que, en el acto de proclamación de un paro nacional por parte de las centrales obreras, Jacques Lacan fue mencionado? Un gesto claro dirigido desde el ámbito de los trabajadores hacia el ámbito del saber, para que, en el ámbito del saber, se reconozcan a su vez como trabajadores. Se habrá tratado, en ese caso, de lo que ellos mismos definen como “el retorno de lo reprimido”.

Dejo aquí este apunte tentativo, a manera de carta dirigida a Zizek. Carta que, como sabemos, no podrá sino llegar a destino.