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IMPACTO COVID-19

Apertura sectorizada y circulación limitada, la apuesta de los shoppings para reabrir

Esperan autorización del COE para reabrir, al menos por sectores, sin cines ni patios de comida. Fuerte daño económico tras la suspensión del pago de los alquileres.

31-05-20shoppings
CAMBIOS Y ESPERA. Los shoppings de Córdoba adecuaron su estructura y modelo, ahora esperan reabrir. | Cedoc

Los dueños y gerentes de los shoppings y centros comerciales de Córdoba evitan hablar en detalle del perjuicio económico que les generó la cuarentena por el Covid-19. Afirman que es “inconmensurable”, pero apuestan a mirar hacia adelante. Para reabrir, articularon protocolos de control sanitario, de aislamiento y de circulación y afirman que tienen todas las condiciones necesarias. Pulieron los protocolos con las áreas sanitarias de las municipalidades de Córdoba y el Gran Córdoba y esas propuestas están siendo evaluadas por el Centro de Operaciones de Emergencia. La expectativa es que desde ese espacio provincial llegue la luz verde para reabrir los centros comerciales y shoppings de Córdoba. “No tenemos fechas precisas, esperamos que sea esta semana o la próxima, vamos a ver si tenemos que hacer algún retoque a los protocolos entregados”, cuentan los empresarios que trabajaron junto al COE.

La propuesta de reapertura incluye muchos cambios para los shoppings, desde puestos de higiene, alfombras sanitarias y tomas de temperaturas hasta la generación de circuitos para restringir y orientar la circulación de las personas. Para una potencial primera etapa habrá zonas y negocios que no abrirán: “Estamos planteando una apertura sectorizada. Dentro del protocolo que presentamos excluimos a los patios de comida, cines y áreas de entretenimiento. También propusimos que no se cobre el estacionamiento para propiciar que la gente use su vehículo y no emplee el transporte público, estamos haciendo un esfuerzo grande porque necesitamos reabrir. El 70% de los locatarios son familias, son comerciantes chicos que no resisten estar casi tres meses cerrados”, planteó Antonio Heinz, director comercial de Nuevocentro.

El golpe. El cepo que impuso la cuarentena a la apertura comercial de los shoppings pegó de llenó en los ingresos. No obstante, por ahora no hubo un desplome en el cierre de comercios. Desde el sector estiman que los locales cerrados oscilan entre el 5% y el 10% del total. La renegociación y flexibilización de las obligaciones fue clave. “A pesar de la cuarentena teníamos parte del shopping abierta, un 25%, 30%, porque sí podían funcionar los supermercados, las farmacias y centros médicos, bancos, entre otros. Y la mayoría de los shoppings no cobramos el alquiler, solo los gastos comunes. El drama es que los gastos comunes para un local vendiendo no representan mucho, pero para uno cerrado le impacta bastante. La aspiración es poder aumentar el porcentaje de sectores abiertos”, remarcó Heinz. 

Cambios. Conforme avanzaba la cuarentena y llegaba la experiencia de reapertura en otras ciudades, los centros comerciales recabaron información para pensar cómo puede ser la transición hacia la nueva normalidad. Entre los datos destacados que hoy manejan señalan que bajó considerablemente el tiempo de permanencia de las personas que asisten a los centros comerciales. El promedio de visita de una hora y media se redujo a 30 minutos y, a la vez, se disparó el ratio de conversión, es decir el porcentaje de visitantes que se convierten en compradores. Prepandemia ese valor orillaba el 35%, 40%, según la superficie. Hoy es del 90%. “ Esa es información muy valiosa, nos está diciendo que la gente no va al shopping a pasear. Va porque necesita comprar algo. Entra, compra y se va”, sostiene Heinz.

Villa Allende. Al frente de la gestión del Villa Allende Shopping, el centro comercial que se levanta sobre avenida Luchese, en esa localidad del Gran Córdoba, está Susana Villada. La ejecutiva no duda en afirmar que el shopping es hoy más seguro que un supermercado o el centro de Córdoba y que cuenta con la ventaja de poder controlar y monitorear de forma más eficiente el flujo y circulación de la gente. “Tenemos los corredores de indumentaria cerrados, pero está abierto el supermercado, las ópticas, la farmacia. Personalmente creo que no tiene mucho sentido ese criterio, es mucho más fácil y eficiente poner normas de seguridad y controlar, antes que definir que algunos rubros abran y otros no. A esta altura de la cuarentena es mejor poner y exigir estándares de seguridad. La gente necesita una vida normal y los shoppings son lugares seguros”, afirma.

De los 82 locales que tiene ese centro comercial hoy están ocupados 77, una tasa de desocupación acorde a los parámetros que está mostrando el mercado. La clave fue, otra vez, no cobrar los alquileres ni los fondos de promoción y solo los gastos comunes a los inquilinos. “Tenemos que aprender a convivir con este virus, porque no puede ser que hasta que aparezca la vacuna no vamos a tener esparcimiento ni restaurantes, ni patios de comidas ni entretenimiento. Estamos completamente al límite, en el subsuelo, subsistiendo con algo de crédito. Va a ser un daño grande, necesitamos volver”, completa.