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VIOLENCIA DE GÉNERO

Betina Croppi: “Hay un claro avance de femicidios en mano de policías”

La fiscal de Violencia Familiar y candidata a Fiscal General Adjunta, subrayó que notó la tendencia en los últimos años. Ponderó el trabajo del Polo Integral de la Mujer.

Betina Croppi
BETINA CROPPI, TEXTUAL. “Antes teníamos una sociedad más pacífica pero más desigual e injusta. Hoy tenemos una sociedad con mujeres que luchan por sus derechos y varones que se resisten. | Cedoc Perfil

La Oficina de la Mujer de la Corte Suprema de Justicia de la Nación dio a conocer la semana pasada un informe que revela que, uno de cada cuatro femicidios en la Argentina fue cometido con un arma de fuego. De ese universo, el 15% eran armas reglamentarias pertenecientes a un miembro de alguna fuerza de seguridad y el 8% eran de usuarios registrados; es decir, que en total el 23% eran armas de posesión legal.

PERFIL CÓRDOBA publicó el domingo pasado que la violencia de género y familiar son las faltas por las que más se denuncia a policías y penitenciarios en la Provincia de Córdoba, según los primeros datos con que cuenta el Organismo de Control Disciplinario sobre policías, penitenciarios y miembros de la Fuerza Policial Antinarcotráfico, que comenzó a funcionar a fines de diciembre pasado.

Para la fiscal de Violencia Familiar, Betina Croppi, los datos “en algún punto se tocan”. En la entrevista, que respondió durante el programa ‘Con el diario del lunes’, señaló: “Hay un claro avance de femicidios en mano de policías; se notó en los últimos años esa tendencia”. “Si bien la violencia contra las mujeres se da en todos los niveles y ámbitos –explicó— específicamente tiene más consecuencias fatales cuando intervienen efectivos de las fuerzas de seguridad”.

—¿Más que la media?

Sí, el policía tiene un arma en la mano. En Fiscalía General se pondrán en marcha muchos cambios en violencia de género con el nuevo fuero especial creado por ley. Se está diseñando su ámbito de actuación. Es posible que las fiscalías especializadas atiendan todos los casos en que el agresor sea denunciado por violencia de género, con una clara decisión de darle prioridad.

—¿Cuando se incorpore a la Fiscalía General, tendrá esta función específica?

—A la función de los fiscales adjuntos la determina el Fiscal General. Mi nombramiento todavía está en trámite, no ha sido votado en la Legislatura. No conozco cuál será mi competencia o ámbito más fuerte de actuación. Estimo que puede ser este, porque es en el que tengo experiencia de muchos años.

—¿Cuentan con recursos suficientes?

—En términos comparativos con el resto del país, estamos por encima de la media. La cantidad de recursos asignados es similar a la de Caba, a pesar de que Córdoba tiene un ámbito territorial más grande. Además, tenemos un sistema innovador. El Polo Integral de la Mujer no existe en ningún lado. Es un modelo de respuesta que involucra no solo a la Justicia. En el Polo funcionan además de las unidades judiciales de delitos contra la integridad sexual, la de violencia familiar y de género y la unidad contravencional de género; se brindan las ayudas paliativas, subsidios, hay talleres de formación de oficios. Esto quiere decir que una víctima que llega a formular una denuncia tiene todo, no solo para que la denuncia se active, botón antipánico, pulsera, sino también cuenta con medidas de contenido social que ayudan a superar la situación de violencia. Este modelo es muy novedoso y, a mi juicio, muy eficiente.

—¿También ocurre en el interior?

—El Ministerio de la Mujer ha creado los Punto Mujer. Claramente, no son el Polo Integral que hay en Capital. Pero son puntos de auxilio, asistencia y asesoramiento a mujeres víctimas de violencia. Si bien no existen unidades judiciales especializadas en el interior, sí hay personal formado. No tengo dudas de que nos falta mucho. La mayor cantidad de femicidios suceden en el interior, hay una deuda. Pero no se puede desconocer todo lo que sí hay. Estoy desde hace 11 años en el fuero especializado. Los recursos con que contamos son muy valiosos si los comparamos con años anteriores.

—Sin embargo, siguen sucediéndose los femicidios, estamos en abril y desde que comenzó el año se registraron seis en la provincia.

—La respuesta es compleja. La violencia a la mujer y el privilegio de que han gozado los hombres durante años es histórico. La mujer ha cambiado rápidamente su rol. Ha generado cambios. A los varones les cuesta muchísimo. Lo que antes era una mujer callada, sumisa, ahora es una mujer que reclama por sus derechos y eso genera más conflictos de los que teníamos antes; una sociedad más pacífica pero más desigual e injusta. Hoy tenemos una sociedad con mujeres que luchan por sus derechos y varones que se resisten; entonces los conflictos en la pareja y la familia se exacerban y potencian. Este es un análisis superficial, pero es lo que se advierte en las causas.

¿Cuán efectivo es el trabajo en el Centro Integral de Varones?

—Excelente. Un varón educado en una sociedad patriarcal, es difícil que revise rápidamente su conducta y actitudes. El que tiene ganas cuenta con esta herramienta; que no es poco. Que sumemos el tratamiento al agresor junto a la protección de la víctima es interesante. Algunos se recuperan, pero también tenemos altos niveles de reincidencia.