Invitado especial para abrir la 50° edición de las Jornadas Internacionales de Finanzas Públicas, el economista Guillermo Calvo, uno de los máximos referentes en su campo, disertó en Córdoba invitado por la Facultad de Ciencias Económicas. En ese contexto, recibió la distinción de Doctor Honoris Causa por parte de la Universidad Nacional de Córdoba y brindó una conferencia en la que se explayó sobre “Diagnóstico y Retos de la Economía Mundial”. Calvo se desempeña actualmente como profesor de la Universidad de Columbia, Nueva York y en su presentación -tras analizar las causas y efectos de la última gran crisis económica que se originó en el sistema hipotecario de EE.UU.- también se refirió al empleo de las tasas de interés. En esa línea destacó que “usar las tasas de interés en los emergentes puede ser un problema” y que “no alcanza con eso para contener la inflación”. Recordó, en ese sentido, el caso de Brasil en los ´80: “ellos usaron la tasa de interés y tuvieron problemas porque las tasas quedaron excesivamente altas lo que dio lugar a un déficit cuasi fiscal y a bancarrotas en el sector privado”.
Durante su conferencia Calvo se cuidó se hablar de la política económica que lleva adelante la actual gestión, pero luego habló en exclusiva con PERFIL CORDOBA para dejar algunos conceptos sobre el rumbo económico y el frente político. “La clave es la credibilidad, credibilidad para que venga el capital extranjero de largo plazo. Puede ser interesante ver el modelo de Israel. Ellos se beneficiaron mucho con la inmigración de técnicos rusos e hicieron un ajuste fiscal. Tenían un déficit fiscal de 20% del Producto y saltaron a positivo, ¿por qué? Se juntaron los partidos políticos y dijeron, si esto no lo hacemos nos vamos al diablo. Y bajaron los salarios reales, todo el mundo tiene que ajustarse”, señaló.
-Usted dice que, en
comparación con la crisis de 2008, los emergentes están mejor porque lograron
generar reservas, pero que siguen complicados, ¿por qué?
-Por dos cosas. Porque la situación en China está financieramente muy complicada,
la economía está sobreendeudada. Y segundo, porque los bancos centrales
importantes están endureciendo su política monetaria. Según mi análisis, eso
podría generar otra recesión.
-¿Argentina sigue
vulnerable o está mejor preparada frente a un shock externo?
-Ahora está mejor. Se considera que las autoridades tienen problemas, pero
son gente seria. Nosotros, desde afuera, los veíamos como populistas, sin un
rumbo claro. Pero en la cancha se ven los pingos.
-¿Cuál es la
percepción que se tiene en el exterior sobre la situación política y económica
del país?
-Si Cristina o su grupo vuelve a tomar valor eso es muy complicado para
Argentina, es como un ataque al corazón, sería fatal. Pero esta gente está
tratando de hacer las cosas…y no son tan incompetentes como políticos como
pensábamos al principio. La situación es muy complicada, eso lo ve todo el
mundo. Pero si hubiera confianza, acceso al mercado de capitales… Después de
todo, deuda pública del 30%, supongamos que suba 10 puntos más, no es
inmanejable, espacio hay. La deuda del Japón es 200% del Producto.
-Usted habló de las
oportunidades de Argentina y el presidente pregona esto de ser “el supermercado
del mundo”, en relación a vender productos de valor agregado, ¿lo ve viable?
-Yo quiero ser más lindo. Ojalá. Eso es crecimiento. Es una expresión de
deseo. A mí me gustaría ser un poquito más alto. Son palabras de político, que
no están mal, pero no me dice cómo hacerlo.
-¿Cree que después de
octubre la economía entra en otro ritmo?
-Yo creo que se puede cimentar esto. Lo del ritmo es difícil, lugar hay, si
logramos que los políticos entiendan, si logramos que los políticos se pongan
de acuerdo sobre ciertas políticas de Estado, para lo cual tiene que haber
arreglos. No sé cómo se llega a eso, si se logra eso Argentina sale como un
cohete. Si la mitad de estos están con Massa, que ahora ya no tiene tanta
popularidad, pero dice ´tengo que cerrar la economía´ y cosas estúpidas como
esa y tengo este gran economista al lado que se llama Lavagna y dice que ´está
bien” y la gente cree que sí, eso es ruido. Entonces, el tipo que va a invertir
no va a ningún lado.
-¿Cómo se puede
coordinar un pacto fiscal, un control del gasto sin afectar el combate contra
la pobreza?
-Ahí el milagro es el crecimiento. Miren el caso de la India, algo que
discutíamos los otros días con un colega. Un país pobrísimo, pobrísimo al lado
nuestro, he hizo ciertas reformas que no significaron menos gasto público.
Empezaron a crecer al 6%. Era un país que no quería abrirse al mundo. Los
países que están comprimidos como el nuestro, y sueltan, de golpe crecen solos.
Esa es la esperanza, es lo que dicen ellos, en Cambiemos. Creo que no es tonto,
Argentina está muy atrás de donde podría estar. La deuda es deuda dividido
producto, la idea es que suba el producto, no que baje la deuda.