Emanuel “Manu” Ginobili pasó por Córdoba esta semana, en el marco de una serie de acciones organizadas por Renault Argentina, compañía que lo tiene como uno de sus embajadores de marca, puntualmente para su pick-up Alaskan. En una doble jornada que incluyó una conferencia de prensa de la que participó este medio y luego una visita al complejo industrial de Santa Isabel, el 4 veces campeón de la NBA demostró que mantiene intacto el carisma y el magnetismo que genera desde hace 20 años. Y habló de sus nuevos roles y prioridades tras dejar la elite del deporte, el presente de la Selección y dejó su impresión sobre los cordobeses Facundo Campazzo y Leandro Bolmaro, hoy en Denver Nuggtes y Minnesota respectivamente.
“Estaba claro que no me veía entrando de vuelta en la vorágine de los viajes, renegando, necesitaba descomprimir. Yo no sé qué va a pasar en 5, 10 años. En difícil decir “nunca voy a dirigir”, porque por ahí te pica el bichito y cambia la visión, pero no quiero comprometer esa energía mental. Quiero aprender otras cosas, priorizar otras cosas, como la familia que durante muchos años quedó relegada. Pero el hecho de haber participado de los Spurs por 16 años, del básquet profesional por 23, de haber formado parte de la Selección me dio una experiencia bastante particular y única. Es una cuestión de prioridades, de momentos. Me encantaría, porque quién no quiere comunicar lo que uno aprendió y generar nuevas relaciones, impactar en la vida de la gente”, reflexionó, sobre su presente como ex jugador y que lo tiene hoy haciendo sus primeros pasos como asesor en San Antonio.
-Cuando miras NBA, ¿quién capta tu atención?
-(Kevin) Durant y (Stephen) Curry son los dos jugadores que me gusta más ver. Ja Morant es muy interesante también, (Devin) Booker, (Donovan) Mitchell, pero Curry y Durant son dos tipos de jugadores que no existían antes, con un bagaje de talentos y recursos que no se creía posible. Es difícil de creer la facilidad que tienen para hacer cosas que no se podían hacer.
-¿Tus hijos ya saben quien fue papá?, ¿tomaron dimensión real?
-Desde el momento que hablé con Bugs Bunny ahí dijeron “papá hizo algo importante”, jaja. Habla con Bugs Bunny y cazó un murciélago en el aire. Mis hijos de a poco van entendiendo, dimensionando un poco más. Al principio era muy divertido. Hoy los gemelos tienen 11 y con el de 7 están entendiendo mejor la dinámica.
-¿Por qué tu debut se dio en Andino de La Rioja, siendo vos de Bahía?
-En Estudiantes no me querían, jaja. No era una opción en Bahía, no me querían, había problemas económicos. Y el Huevo Sánchez estaba como técnico en La Rioja, muy allegado a mis viejos. Entonces desde el momento que dije que estaba listo empezó a insistir para llevarme. Creo que la otra opción era Deportivo Roca. Lo charlamos con mi viejo y por la cercanía a Huevo se definió eso. Salió excelente, pero al año siguiente cambió la dirigencia, llegó un grupo con mayor seriedad en Estudiantes y armé las valijas para estar en mi casa.
-¿Cómo ves a la Selección en su nueva etapa, post Generación Dorada?
-Creo que lo estamos viendo, con un poco de irregularidad, un año de subcampeón mundial, otro año en que no se cumplieron las expectativas pero es una camada joven que está aprendiendo a jugar sin los viejos de tantos años, pero talento y materia prima tenemos.
-¿Qué podemos proyectar y qué ves de los cordobeses en la NBA, de Facu Campazzo y Leandro Bolmaro?
-Creo que les va a ir bien a los dos. Uno a mediano y largo plazo, como Leandro, está dando sus primeros pasos, está creciendo. La NBA no es lo que era hace 10 años cuando llegaba el jugador ya consagrado y el equipo recibía al jugador terminando. Hoy por hoy la NBA se convirtió en un lugar que te enseña, te madura, aprendés. Y destina un montón de recursos para que te transformes en la mejor versión de vos mismo. Leandro está en ese movimiento, jugando más en la liga de desarrollo que en el equipo, pero tiene un futuro brillante porque tiene las condiciones, tiene la cabeza, tiene talento. Es cuestión de tiempo y que Minnesota sea el lugar para que él florezca. Lo de Facu es un poco distinto, Facu es una realidad, es un jugador que quiero tener en mi equipo siempre, el tema es que está en un equipo en el que no puede mostrar lo mejor de sí mismo porque no tiene tanto la pelota en la mano y para mostrar lo mejor de él tiene que crear. Es un equipo que se basa mucho en el centro, y la lleva el centro y la tiene el centro, así que no está teniendo toda la oportunidad que necesitaría para ganar esa confianza, pero ya es un jugador reconocido a nivel mundial. Son dos jugadores impecables.