El economista especialista en finanzas Claudio Zuchovicki habló ante empresarios locales a través de la plataforma Zoom, invitado por la Bolsa de Comercio de Córdoba para dar su impresión sobre la compleja coyuntura que genera el coronavirus y también para referirse a las negociaciones que Argentina mantiene con sus acreedores externos para renegociar su deuda. La presentación de Zuchovicki fue un par de horas antes del primer plazo que se había fijado para captar la adhesión de los bonistas. Finalmente, se supo que hubo una importante aceptación de tenedores de deuda locales, pero que la adhesión de los bonistas extranjeros no fue la esperada y ahora se abre una nueva etapa. Hasta el 22 de mayo el Estado argentino y los bonistas tendrán tiempo para acercar posiciones, generar mejoras en sus propuestas y definir si Argentina cae en un nuevo default.
Al respecto, para Zuchovicki la exigencia de los bonistas es atendible, razonable e incluso fácil de resolver por parte de Argentina. Bastaría, según él, que se defina el pago de capital en 1 punto (la propuesta actual es 0) e implicaría un costo cercano a los US$ 3.000 millones. “¿Nos vamos a ir al default por esa plata? Son US$ 3.000 millones, cuando ya pagamos US$ 6.000 millones, es una concesión que se puede hacer y son fondos que ni siquiera se tienen que pagar ahora. Estamos hablando de compromisos para este año del 1% del PBI, si hay default es mala praxis”, dijo. “ Hoy quiero creer que no, que ese no es el escenario y que arreglamos, pero la verdad es que ‘mamá, tengo miedito’”, comentó.
Consultado sobre cómo puede interpretarse el fuerte apoyo que el país consiguió de un centenar de economistas de renombre internacional destacó: “Nosotros tuvimos ocho defaults, ¿le vamos a decir al mundo cómo es una buena propuesta?, ¿le vamos a enseñar al mundo a negociar? Esos economistas apoyan porque son académicos, y porque no tienen bonos argentinos. Puede firmar el Papa el apoyo, pero esto es el mercado, es compra y venta”, afirmó. En línea con las negociaciones soberanas recordó que en los próximos tres años vencen US$ 16 mil millones de obligaciones negociables de empresas privadas, por eso es clave lograr un acuerdo exitoso para la deuda: “Si no negociamos aceleramos la crisis. Si defaulteamos vamos por el camino del populismo. Cada año, entre lo que pagan de cupón más la amortización las empresas tienen que pagar US$ 6.000 millones por año, que se los van a pedir al Banco Central porque si vamos al default no les van a rollear la deuda. Si esa plata no se pone, las empresas van al default”
Corto plazo controlado. Respecto del impacto en la economía local de la cuarentena impuesta por el coronavirus comentó que, para él, el problema más serio está en el mediano plazo, en tanto que ve controlado el corto plazo: “Aunque parezca mentira, el corto plazo está controlado. No veo riesgo de híper porque nos tienen encerrados y con servicios congelados. El 70% de lo que consumimos son servicios. Esos servicios, transporte, prepagas, ART están congelados. Y, por otro lado, las tasas están bajando. Para las clases bajas sí se va a sentir la inflación porque el 80% de lo que consumen son alimentos y los alimentos sí se están moviendo. Las clases bajas van a soportar una inflación atroz”, remarcó.
Mediano plazo más complicada. En ese plano de análisis, Zuchovicki ve más complicaciones en el mediano plazo, entendido como un lapso de tres a seis meses: “Con este nivel de producción, hay dos caminos. Como en la película Match Point, si pega en la red y pasa sos campeón, si pega en la red y quedó de tu lado sos un fracaso. Si Argentina apuesta a la producción, si los pesos se vuelcan a la producción, ahí hay una ventana muy interesante. Si Argentina se ‘populiza’ porque el Gobierno se da cuenta de que tiene 12 millones de votos contra 6 millones que los putean puede aumentar la emisión para asistir más. Hay que ver las señales. Puede terminar en una crisis social grave si van por ahí”, apuntó.