Esta semana, Jairo Trad, cofundador de Kilimo junto a Rodrigo Tissera y Juan Abdala, recibió de manos del presidente Macri y del secretario Pyme de la Nación, Mariano Mayer, la distinción a El Emprendedor del Año. El reconocimiento fue tras la exitosa performance que viene mostrando Kilimo, una herramienta que recaba información y datos del suelo en lotes dedicados a la agricultura extensiva para hacer más eficientes el uso del agua. Se convierte, así, en un insumo muy importante para desarrollar estrategias de riego que pueden generar fuerte volúmenes de ahorro del agua. Oriundo de Luyaba, un pueblito de 700 habitantes entre San Javier y La Paz, Trad egresó de la Universidad Nacional de Córdoba como ingeniero en computación y trabaja en el fortalecimiento de su startup. “Kilimo es una herramienta de soporte de decisiones para el agro. Empezamos hace cuatro años, tenemos presencia en Argentina, Uruguay, Chile, Paraguay y Estados Unidos, y hemos llegado a cubrir casi el 10% del área de riego de Argentina”, cuenta.
Y destaca que buena parte del éxito de Kilimo se debe a que brinda una solución innovadora y muy útil, de forma simple: “Va en contra de lo que piden los productores agrícolas, que en general buscan un sistema de gestión, con muchas ventanas, muchas opciones, muchos caminos. Nuestra herramienta tiene tres botones y vamos a eliminar dos. Es muy simple y distinto para el agro”, marca. Kilimo está pensado como un servicio BtoB (business to business) para productores y empresas del agro que se contrata por un valor que ronda los US$ 12 por hectárea por ciclo de cultivo. La mayoría de sus clientes están en Argentina, hoy son unos 180, pero desde la firma confían en que el año que viene podrán triplicar esa cantidad.
Ahorro. Un punto clave de la gestión de Kilimo lo aporta la cifra que resume la cantidad de agua ahorrada desde que comenzó a correr su gestión: 15 billones de litros de agua. “Nos parece muy importante porque ayudamos a las empresas a entrar en un camino de sustentabilidad. Y no tienen opción, tienen que bajar su impacto porque si no se las va a excluir, no les van a comprar y se las va a sancionar impositivamente. Va más allá de un tema de responsabilidad social empresaria”, dice Trad.
Nuevos fondos. Como toda startup, la captación de fondos es la llave para su desarrollo. En Kilimo recibieron aportes estatales (de la Agencia Emprender e Innovar de la Provincia de Córdoba y del Fonser de Nación) y tuvieron dos rondas de inyección de financiamiento, una ronda de inversores ángeles, otra de seed (capital semilla) y el año que viene saldrán a buscar una ronda internacional de serie A (el tipo de ronda en el que se buscan inversores por fuera de los círculos de business angels) para lograr un mayor aporte al que ya tuvieron. La expectativa está puesta en captar la atención de inversores de San Francisco, California.
-¿Cómo ves el ecosistema emprendedor de Córdoba?
-Está bien, está creciendo, hay startups muy sólidas. Creo que falta paciencia. Hay una cosa medio de Instagram que nos pone impacientes y creemos que esto se hace en un año. Silicon Valley se hizo en 70 años y el 80% de la plata es del Estado, es el apalancador número 1. Es igual en Israel donde toda la plata es del Estado. Hay que esperar, pero están dadas las condiciones para crear startups globales porque está jugando el Estado de manera dinámica.
-¿Todavía está inmaduro?
-Sí, creo que se va a recalibrar el riesgo. Para tener un ecosistema que arranque hay que esperar 10 años, por lo menos. Hoy faltan proyectos, falta que más gente se anime, faltan más fracasos. La correlación entre los que generan empresas de valor es que fundieron una o dos. Es un predictor tremendo ese.
-¿Qué le dirías a los inversores que apuestan por la bicicleta financiera en lugar de mirar las startups?
-Difícil hablarles a esos inversores. Les diría que se queden ahí, que no hay problema. El dinero tiene un pragmatismo neto que es hermoso. Eventualmente cuando las startups empecemos a generar retornos que hoy los demás no entienden van a venir