Como muchos rubros, la venta de autos se desploma a p sos agigantados producto de la pandemia y el aislamiento. Los patentamientos cayeron en marzo un 54% en comparación con el mismo mes del año pasado y se espera que caigan un 90% en abril. En rigor de verdad, las operaciones son prácticamente nulas. Antes del cierre del mes, el registro previo de Acara muestra unos 2.000 patentamientos en todo el país, luego de que se abrieron esta semana los registros automotores, es decir casi el 10% del mes anterior que había sido catastrófico. Ante este escenario y la prolongación de la cuarentena hasta el 10 de mayo, las firmas concesionarias de autos agilizan gestiones para volver a la actividad. Al menos en parte.
Por ello, la filial Córdoba de la Cámara de Comercio Automotor le llevó esta semana una propuesta al ministro de Industria, Comercio y Minería de Córdoba, Eduardo Accastello, para que las concesionarias de la provincia sean habilitadas para vender vehículos implementando un esquema de ‘delivery del comercio automotor’, con el que se avance en todos los pasos que no requieran la presencia física del comprador y minimizando la necesidad de que abandone su casa. Plantean, incluso, la entrega a domicilio del vehículo. Al respecto, un directivo del sector explica: “Estamos diseñando una propuesta que nos permita recuperar algo de trabajo, cuidando de no romper la cuarentena y sumando todos los protocolos sanitarios necesarios. Nosotros algo ya estamos trabajando con los talleres, con turnos previos, pero la venta está planchada. Una propuesta es un delivery del comercio automotor, por el que el comprador prácticamente no sale. Tiene asesoramiento para elegir el vehículo online o se lo podemos llevar a la casa para que lo va. Los gestores de las empresas hacen los trámites, se puede generar alguna alternativa de pagos remotos y la entrega se haría en el domicilio del comprador. Creemos que estamos en condiciones de llevarlo adelante”.
Para tomar dimensión del impacto del freno por la pandemia, la fuente consultada estima que hay unos 7.000 trabajadores afectados, sumando las concesionarias oficiales, las concesionarias multimarca y los salones de ventas de usados. “Pudimos aguantar un poco, pero si no hacemos algo va a ser muy grave. Fue importante que se abran los registros, pero con eso no alcanza. Por eso pedimos alguna alternativa, como esta. Si estamos dos meses cerrados quedamos heridos de bala”, graficó el mismo directivo.