El Tribunal Oral Federal 2 de Córdoba impuso la pena de un año de prisión condicional a quien administraba la concesionaria Aeropuertos Argentina 2000 en 2005, Adolfo Martín Pedro Appesseche.
La condena se desprende de cuando cayó un avión Piper Navajo que trasladaba a nuestra ciudad desde San Juan al equipo Toyota que había participado de una competencia de Turismo Carretera. La sanción es por el delito de estrago culposo agravado por la existencia de víctimas.
El 8 de mayo, la aeronave comandada por Daniel Reynoso cayó en la cabecera de la pista del aeropuerto local. Fallecieron el corredor Nicolás Vuyovich -que había ganado la carrera-; el piloto del avión, y otras cuatro personas, entre las cuales se encontraba Gustavo Ramonda, titular de Toyota. Hubo tres sobrevivientes.
En el juicio, que culminó en febrero 2016, el tribunal absolvió a todos los acusados. Asppesseche; Hugo Eduardo Argañaraz, jefe del Aeropuerto Ingeniero Taravella, y el meteorólogo Edgardo Mazzieri, fueron beneficiados por la sentencia. Luego, por un recurso de queja presentado por el fiscal Maximiliano Hairabedián y las querellas, la sentencia llegó a la Cámara Nacional de Casación Penal que resolvió revocar los sobreseimientos de los dos máximos responsables de AA 2000, a nivel nacional y local.
En esa decisión ordenó al TOF2 fijar la condena a ambos, pero la defensa de Argañaraz –jefe de la estación aérea de Córdoba- fue en queja a la Corte Suprema de Justicia de la Nación, de modo que su situación quedó pendiente de resolución. El pasado 14 de febrero, el tribunal cordobés integrado por José María Pérez Villalobo, José Fabián Asís y Jaime Díaz Gavier, finalmente impuso la condena de un año de prisión condicional a Appesseche.
Las razones. Al modificar los sobreseimientos, la Cámara de Casación consideró la responsabilidad de los administradores de AA 2000 por las falencias de seguridad. Entre otras cuestiones, les reprocharon la degradación de la infraestructura del aeropuerto y relataron detalles como, una planta frente a la ventana del meteorólogo que interfería con la visión, la falta de mantenimiento de la sala de inflado de globos, la torre ubicada en un sitio no conveniente y obras que generaron colapso de cloacas y anegamiento. Otro punto importante fue la construcción de una rampa que obstaculizaba la observación desde la torre y la estación meteorológica. Todas las fallas fueron advertidas por el Organismo Regulador del Sistema Nacional de Aeropuertos (Orsna) en más de una oportunidad.