Tras la difusión de las mentadas fotografías, la aparición esta semana de los videos correspondientes a la celebración del cumpleaños de Fabiola Yáñez en Olivos alienta la posibilidad de que pronto alguna plataforma de streaming ofrezca a sus usuarios un documental de la fiesta, bajo la dirección de Oliver Stone, Emir Kusturica o Israel Adrián Caetano. Tal vez Pepito Cibrián esté planificando montar un espectáculo bajo el título de “Fabiola, el musical” y por qué no suponer que empiecen a circular en las redes los testimonios del pastelero que hizo la torta y del empleado de la veterinaria que tuvo a su cargo la tarea de peinar a Dylan para la foto.
En esta competencia para ver quién violó con mayor énfasis la cuarentena, hay muchos que han hecho méritos suficientes para dar la vuelta olímpica. Mientras la mayoría de la gente no tenía permitido asomar la nariz a la calle, algunos dirigentes y funcionarios organizaban fiestas, viajaban a todas partes y hasta se daban el lujo de comer asados con carne de ternera, un menú al que ya ni Patoruzú podría acceder. Más que al doble discurso, hay quienes ya apelan a triple o al cuádruple, mientras se prueban varios modelos de coronita para justificar por qué tenían permitido hacer todo lo que al resto de los ciudadanos nos había sido vedado.
La publicación desde el kirchnerismo de las imágenes del cumple de Elisa Carrió, como hipotética venganza, permite sospechar que podrían sobrevenir otras instantáneas comprometedoras, como por ejemplo una foto de Luis Juez abrazado a Ramón Mestre celebrando un gol de Talleres; o una de Santiago Cafiero cantando sin barbijo “Cuántas minas que tengo” junto a Ignacio Copani; o una de la factura de luz de Javier Milei, donde figure qué porcentaje del consumo de energía le subsidia el Estado. Se sabía que esta podía llegar a ser una campaña sucia, pero nadie imaginaba que el nivel de mugre iba a superar el que tiene el agua que sale por las canillas en Villa Retiro.
Para tratar de que el chubasco pase lo más rápido posible, el presidente Alberto Fernández conmemoró el aniversario de la muerte de José de San Martín con la promesa de que los billetes volverán a contar con la cara del prócer. Quizás para hacerlo convendría que impriman el de 100 mil pesos así dura un poco más su circulación, no le vaya a pasar lo mismo que al pobre Manuel Belgrano, al que apenas si se lo distingue en los billetes de 10 pesos, más manoseados que el Mundial de Qatar. No faltarán los que opinen que nuestra moneda debería hoy honrar la figura heroica del carpincho, más eficaz que muchos concejales al momento de frenar el avance de los emprendimientos inmobiliarios sobre su hábitat natural.
Como ya empezó a regir la veda para los actos gubernamentales que puedan influir en la decisión del sufragio, hasta el día de las PASO habrá que acostumbrarse a este tipo de anuncios oficiales bizarros, surgidos de las mentes de colegas que parecen desayunar con una sopa preparada según la receta de Pity Álvarez. Desde la imposición del nombre de Comandante Ricardo Fort a una central eléctrica hasta fijar el 9 de noviembre como el Día del Ramito de Violetas, veremos cosas que ni Jack Palance se hubiese atrevido a mencionar en “Aunque usted no lo crea”. Aunque faltan apenas tres semanas, es tiempo suficiente para que nuestra capacidad de asombro sea puesta a prueba varias veces más.
En medio del vendaval de la pandemia y del tembladeral de las fotos indefendibles, Mauricio Macri reafirmó su predilección por Gustavo Santos y expresó su apoyo en la interna provincial al sector que encabeza el ex Ministro de Turismo junto a Mario Negri. Ante esta jugada, Desde la otra lista, Luis Juez habría dicho que para pegarles un buen baile a sus rivales era necesario traer a Maximiliano Guerra, mientras que Rodrigo De Loredo convocó a Martín Lousteau para conquistar el voto no positivo. Como las diferencias entre los postulantes de Juntos por el Cambio son cada vez más marcadas, unos recordaron la máxima radical “que se rompa pero que no se doble” y otros respondieron: “Si esta vez no nos rompemos, sacamos el doble”.