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CóRDOBA
VIOLENCIA DE GENERO

Denuncian a exfuncionario judicial por someter y dominar a una joven

Ella tiene 20 años y él más de 50. Mientras analizan cómo encuadrar los hechos, la joven está internada y el hombre sigue libre y sin imputaciones. El testimonio de la madre de “Nora”.

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PEDIDO. El grupo de legisladoras exigió atender la situación de Nora con perspectiva de género. | Cedoc Perfil

En seis meses la vida de Nora, una adolescente de 20 años, desbarrancó. Su nombre es ficticio, pero las circunstancias de esta crónica son reales.

En diciembre pasado conoció a E.G., un hombre 30 años mayor que ella, quien llegó a ser secretario de una Fiscalía de Instrucción en la Justicia provincial. Desde mayo de 2017 tiene la baja provisoria por problemas de adicción. La sedujo y, en pocos días, ella terminó viviendo en su casa.

Desde entonces, la vida de la joven vulnerada por consumo problemático de drogas, ingresó en un tobogán. En cuatro meses tuvo dos internaciones en el Instituto Provincial de Alcoholismo y Drogadicción (Ipad), aunque el inicio de la cuarentena interrumpió la segunda y su familia debió retirarla. En ese momento volvió a caer, al revincularse con él. Hasta que, a fines de mayo un juez Civil ordenó su inmediata internación, la tercera.

Al no poder dar con su paradero, la familia presentó una denuncia en la Justicia Federal considerando que Nora era víctima de trata por parte de E.G. Así, intervino la Fiscalía Federal N° 2, desde donde ordenaron un allanamiento en el domicilio del exfuncionario y el 3 de junio ella quedó nuevamente alojada en el Ipad.

En ese procedimiento se secuestraron estupefacientes. Nora sigue internada, por orden judicial, mientras E.G. continúa libre, sin imputaciones por trata ni por ningún otro delito. PERFIL CÓRDOBA entrevistó a la madre de Nora.

—¿Cómo conoce su hija a E.G.?

—Por un vecino que hace música. La invitaba a presenciar ensayos. Él le habla al victimario sobre mi hija y la relación comienza en noviembre del año pasado, con invitaciones por chat. Mi hija le decía que no podía, ponía excusas. El 10 de diciembre, ante tanta insistencia, ella accedió. Desde ese día empieza a mandarle a su teléfono imágenes de líneas de cocaína, pack de cervezas, plantas de marihuana… incitándola. “Vení que tengo lo que a vos te gusta”: ése era el mensaje.

—¿Qué le pasa a ella desde ese momento, en qué cambia?

—Se deteriora, día a día, físicamente. Ella ya tenía problemas de adicción y estaba tratada. Lógicamente, cuando le manda ese tipo de llamadores, acepta ir con él. El 16 de diciembre tenía que ir a su colación de grados porque se recibía. Fuimos todos al colegio, pero media hora antes le mandó un mensaje a mi otra hija diciendo que no iba a la colación porque estaba yéndose a Carlos Paz con él. Cuando la rescatamos, el 19 de diciembre, tuvo una primera internación por 15 días en el Ipad. El día que la trajo, ella estaba totalmente dada vuelta (sic). Estuvo internada hasta el 2 de enero y salió bien de ese tratamiento. A los días volvió a tener contacto con él: pasaba días en su casa y otros venía con no sotros. Hasta que en marzo, un psicólogo del Neuro va a evaluarla a mi casa y decide internarla nuevamente porque estaba en una situación crítica. El 17 de marzo se internó en el Ipad y lamentablemente llegó la pandemia. A la semana, el 24 de marzo, nos llamaron para decirnos que la teníamos que retirar. Ella volvió a casa con medicación, que tomó solo un día y medio. El viernes, por decisión de ella, se fue nuevamente a la casa de E.G. Mi marido le rogaba que se quedara para completar el tratamiento, pero ella le contestó que no iba a tomar los remedios porque ´cambiar droga por droga no sirve´. Desde aquella fecha, con idas y vueltas, se quedó allá hasta que se hizo el procedimiento. En esos seis meses el tipo la trabajó psíquicamente mal.

—¿Ahora está internada?

—Felizmente, sí. Está protegida. En el Ipad se le ha vencido el plazo. Nuestro temor es que salga, vuelva a mi casa y ¿qué hará?

—¿Han tenido contacto con él?

—Hemos recibido amenazas, iba a buscarla a mi casa, hay audios muy fuertes. Un infierno.

 

VERICUETOS JUDICIALES DEL EXPEDIENTE

◆ El 3 de junio, la familia de Nora presenta una denuncia judicial por trata en la Fiscalía Federal N°2. Entre las pruebas que aportó hay fotos y un video -este medio también pudo verlo- en que E.G. ordena a Nora a “comprometerse a hacerle caso”. Ella asiente y dice “es mi última oportunidad”. También audios amenazantes.

◆ Al día siguiente se realizó un allanamiento para rescatar a la víctima. Encontraron drogas, pero en cantidades que encuadrarían en narcomenudeo, no narcotráfico, precisó el fiscal Casas Nóblega.

◆ Nora fue derivada al IPAD para cumplir la internación ordenada por un juez civil.

◆ Por los audios amenazantes, se dispuso custodia policial a la víctima y a la familia.

◆ Para la Justicia Federal, del allanamiento no surgieron indicadores de trata, según lo estableció la Secretaría de Trata de la Provincia. Por eso, aclararon, no hay imputaciones.

◆ El martes 23 de junio, se dictó medida de restricción para que E.G. no pueda acercarse a la víctima.

◆ Se dio intervención a la Procuraduría de Trata y Explotación de Personas (Protex), se dispuso la realización de la cámara Gesell a la víctima y se dio participación a la Secretaría de Trata de la Nación.

◆ La familia insiste en que no puede entenderse la relación entre la víctima y su victimario como una relación de pareja.

◆ Sin embargo, la fiscalía federal entregó copias del expediente a la Fiscalía de Violencia Familiar, a cargo de Betina Croppi.

◆ La fiscal provincial dictó el miércoles pasado una resolución. Devolvió las actuaciones señalando que no puede intervenir mientras esté abierta la causa judicial federal. Además de una cuestión de competencia, sería revictimizar a la víctima, someterla a idénticas medidas de prueba en ambas jurisdicciones. Si se descarta el delito de trata, la justicia provincial podrá abocarse a la investigación de otros delitos.

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NUEVAS MEDIDAS. El martes, tras la manifestación de la Asamblea Ni Una Menos, el fiscal ordenó una cámara Gesell a Nora, dispuso una orden de restricción y profundizó la investigación.

LA MANIFESTACION ACTIVO LA INVESTIGACION

El martes pasado, la Asamblea ‘Ni Una Menos’ realizó una manifestación frente a los tribunales federales. Los fiscales Carlos Casas Nóblega y Carlos Gonella recibieron a un grupo de legisladoras y concejalas que pidieron celeridad a la Justicia y reclamaron un abordaje con perspectiva de género. Estuvieron Soledad Díaz García (Partido Obrero), Laura Vilches (PTS), Luciana Echevarría (MST) y Liliana Olivero (FIT).

La familia de Nora, representada por la abogada Natalia Bilbao, pidió ser querellante para poder participar en el expediente. La letrada subrayó que la reunión con los fiscales fue muy positiva. Aclaró, en este sentido, que la situación de Nora no derivó de una mala relación de pareja, sino de la captación del hombre a una joven absolutamente vulnerable. Por eso acudieron a la Justicia Federal.

Luego del encuentro del martes, se activaron medidas y se conformó un equipo interdisciplinario para colaborar en el caso.