Desde que tengo uso de razón, las políticas distributivas han sido motivo de chicana entre radicales y peronistas, pero la pandemia ha obligado a que, en vez de debatir sobre el reparto de fondos, se discuta sobre la distribución de las vacunas.
El legislador Marcelo Cossar, de la UCR, pidió que se haga pública la lista de vacunados en Córdoba, algo que su par del PJ Francisco Fortuna rechazó de plano, alegando que con eso se violaría la intimidad de las personas. “Se empieza por revelar que te pusiste la Sputnik y después, quién sabe, terminan deschavando que usás dentadura postiza o que te inyectaste colágeno en los glúteos”, me explicó un asesor del bloque oficialista en la Legislatura.
Mientras tanto, en Moscú una tormenta de nieve demoraba la partida del avión argentino que debía traer al país 400 mil dosis y que finalmente arribó a Ezeiza con seis horas de retraso. Si bien es cierto que las bajas temperaturas ayudan al mantenimiento de las vacunas, las estalactitas que pendían de las alas de la aeronave denotaban que al clima se le había ido la mano con la refrigeración. Pese a las inclemencias meteorológicas, el personal pudo finalmente acondicionar el cargamento, en un operativo en el que, según leí en un reporte de la agencia rusa de noticias Caipiroska, habrían colaborado algunos osos polares.
En la sesión del miércoles de la Legislatura provincial, también se trató y se sancionó una ley que impide que los clubes cordobeses puedan ser embargados, una iniciativa destinada a promover las actividades que desarrollan esas instituciones. Según la dirigencia del fútbol, faltaría ahora sancionar alguna normativa para penar los fallos arbitrales que perjudican a los equipos locales y otra que contrarreste las manipulaciones de la AFA, a ver si así se consigue algún ascenso y si algún trofeo nacional viene a parar a las vitrinas cordobesas, donde las copas brillan, pero por su ausencia.
Y fue el ambiente futbolístico el que se vio sacudido el fin de semana pasado por las elecciones de autoridades en Belgrano, donde el olfato goleador del Luifa Artime hizo que Armando Pérez incorporase la fragancia de la derrota al catálogo de Tsu Cosméticos. Cansados de tantas postergaciones en el cronograma electoral argentino, muchos políticos se metieron en esta contienda del Pirata de Alberdi, inclusive algunos de conocida filiación albiazul. Temerosos de que se descubriera su simpatía por Talleres, procuraban evitar que les tomaran la temperatura en el acceso a la sede de la entidad celeste, como parte de los protocolos establecidos por el COE para la realización de los comicios. “Esto es discriminatorio”, se quejó uno de ellos cuando vio que, en vez de aplicarle el termómetro en la muñeca, le apuntaron al pecho.
Ahora, toda la atención está puesta en la interna de la UCR provincial, más agitada que bailarín de cuarteto en la tercera selección. Se presentaron tres listas para la presidencia del Comité Central, pero nadie puede garantizar que de acá al 14 marzo, día para el que se ha convocado a las elecciones, nadie vaya a patear el tablero.
“Borgen es un episodio de Peppa Pig al lado de esto”, me dijo un puntero de Córdoba capital, que responde a Miguel Nicolás y que quedó desubicado cuando su principal referente se unió a la lista de Sumar. “Estoy tan mareado que no sé si no termino votando a Gustavo Santos”, me confesó el hombre que vestía boina blanca y barbijo al tono.
Por su parte, en el PRO no saben muy bien qué hacer con El Presto, quien derrapó con sus tuits justo después de que había recibido elogios por parte de Patricia Bullrich. Sin acceso a Twitter tras haber sido suspendida su cuenta en esa red social, como influencer tiene menos peso que bolsillo roto, así que en la plana mayor del partido estarían dudando entre un par de opciones para definir cómo se lo sacan de encima: o hablan con Elon Musk para que lo anote en la próxima misión tripulada a Marte, o lo citan para una supuesta manifestación callejera contra las retenciones y terminan dejándolo varado en el medio de una movilización del Polo Obrero.
(*) Sommelier de la política.