La Unión Industrial de Córdoba viene publicando todos los meses un relevamiento que realiza entre unas 200 firmas para generar información propia sobre la realidad del sector. En ese marco, recientemente se difundió un trabajo que contempla un enfoque distinto al analizar el comportamiento de la actividad, pero pensando en el impacto de 6 meses de cuarentena plena, comprendidos entre abril y septiembre. Ese trabajo fue encarado con apoyo de Perspectivas Sociales y entre otros aspectos aborda la evolución del trabajo, los problemas detectados, la realidad de la cadena de pagos, el grado de cumplimiento de los compromisos principales o la percepción sobre los principales problemas que ven los industriales de Córdoba.
Uno de los aspectos consultados es sobre el estado de ánimo de la industria, al que los empresarios del sector catalogan como un 5 (en escala de 1 a 10) y que puede considerarse en una percepción de regular a malo, con variaciones según el tamaño de la firma. Las empresas pequeñas reconocen haber padecido más la cuarentena que las grandes. Y entre las más afectadas figuran las pertenecientes al rubro automotriz, madera, papel, edición e impresión, metalúrgicas y textiles.
Desde la perspectiva del nivel de actividad, estos seis meses del 2020 muestran una contracción en relación al 2019 (que, en buena parte del año, tampoco resultó bueno). A septiembre, el 47% de las industrias aún se mantiene con menor actividad que en 2019. El punto más bajo se vio entre abril y mayo, cuando la caída de la actividad fue un dato constatado para el 81% de las firmas.
También se verificó una fragilidad en la cadena de pagos que tuvo dos comportamientos: en algunos casos se vio un corte, en otros una extensión. El peor punto se este fenómeno se vivió en marzo y abril. En el mes del inicio de la cuarentena el 63% de las industrias manifestó que registró cortes en la cadena de pagos, en tanto que un 17% afirmó haber padecido un estiramiento en los pagos. Esos valores comenzaron a mejorar desde junio hasta llegar a otro estadio en septiembre, para ese mes, el corte de la cadena de pagos era un problema para el 14% de las firmas, en tanto que cerca del 15% manifestó experimentar un estiramiento.
Los problemas en la cadena de pagos repercutieron en el nivel de cumplimiento de los compromisos de las empresas, así, se afectó negativamente el cumplimiento de las obligaciones de pago, que aún no han podido volver a normalizarse. A septiembre, el panorama de compromisos refleja que el 50% no está pagando impuestos, el 35% no paga a proveedores, el 33% tiene problemas para pagar los servicios públicos y el 18% se atrasó en el pago de los salarios.
Por otro lado, se informó que el volumen de producción es menor para el 45% de las firmas, la capacidad productiva se mantiene igual para el 60% y la rentabilidad se redujo para el 68%.