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Daniel Herrero

“El arreglo de la deuda nos permite pensar la Argentina del día después”

El presidente de Toyota Argentina y de la asociación de fabricantes Adefa responde todo: su relación con el Gobierno, el acuerdo de deuda y la salida de la pandemia.

23-8-2020-Herrero
OPTIMISTA. Daniel Herrero, presidente de Toyota, Herrero asegura que el mercado “puede cerrar un poquito arriba de las 300 mil unidades”. | Prensa Toyota

Toyota es un caso especial en la industria automotriz argentina. Es considerada la “mosca blanca” del sector, ya que exporta más que lo que importa, vende mucho más allá de Brasil y produce y exporta desde la planta de Zárate más que ninguna otra marca en Argentina.

Por eso su visión suele ser distinta al resto, lo que no pocas veces ha llevado a su presidente Daniel Herrero a chocar con sus pares, tal es así que su participación en la asociación de fabricantes Adefa siempre fue minoritaria. Hasta el año pasado, cuando hicieron las pases y hoy Herrero es presidente de la entidad.

De buena relación con el Gobierno, se lo considera como uno los únicos que creyeron desde un primer momento en la gestión del ministro Martín Guzman en la negociación de la deuda. Herrero habló en exclusiva con Perfil Córdoba y adelanta cómo será el plan para bajar el histórico déficit del sector.

-¿Cómo está el tema de la producción de Toyota en Zárate?
-Cuando arrancó la cuarentena empezamos a trabajar en protocolos junto a gobiernos, sindicatos y las experiencias que teníamos en el resto del mundo. Eso nos permitió arrancar la producción con un turno el 18 de mayo y desde ahí empezamos a ver cómo implementar un segundo turno, cosa que logramos el 27 de julio. Para eso tomamos 100 personas más porque teníamos la certeza que era imposible no tener contagios y necesitábamos reemplazar a esa gente. Hoy estamos trabajando a full en estos dos turnos y haciendo horas extras para cumplir con la demanda atrasada. Llevamos hechos casi 6 mil hisopados dentro de la planta y el índice de contagio es de 1,2%. La mayoría de los casos es “importado”, es decir, no se producen dentro de la planta sino por el contacto exterior. Ha habido una madurez muy grande por parte de todos para poder producir y llevar adelante las exportaciones que teníamos previstas. Tuvimos una caída de alrededor del 20% en producción, estimamos cerrar el año en una cantidad cercana a los 100 mil unidades. 

-En China se pudo ver una retomada con valores más altos que previos a la pandemia. ¿Qué ven ustedes?
-
Honestamente, venimos siguiendo todos los mercados que van saliendo de la pandemia, si uno ve la ola, es algo que arrancó en China, pasó a Europa, después fue a los Estados Unidos, hoy está en Latinoamérica y caminando para África. El primer mercado que salió fue China y sí, vimos valores por encima de la pre pandemia. Tuvimos dudas si no era un poco de inyección de hormonas para volver a la producción pero no, porque el consumo de combustibles también fue más elevado. Esto mismo se está replicando en los países de Europa que van saliendo. Cuando uno mira consumo de combustible, consumos de repuestos y venta de autos, ve una recuperación te diría rápida, con niveles en algunos casos mayores a la pre pandemia. Creo que es una señal respecto al transporte público, parece haber una vuelta al transporte individual bajo cualquiera de sus modalidades, puede ser alquilado como car sharing o propio. Creo que en Latinoamérica va a ser similar. 

-¿En pickups ven un impulso más fuerte?
-
Hoy tuvimos una reunión de planificación de la región y lo que vemos es un leve recupero de demanda en Latinoamérica y especialmente orientado a pickups. No vemos una recuperación en V, creo que nos va a llevar al menos un año para volver a los niveles de hace dos años. Si se replica lo que pasó en Europa, ves que el turismo mayormente se quedó en su país y hasta en su ciudad, es probable que el auto privado sea también un canal de vacaciones y eso aumenta la demanda de este tipo de vehículos. 

-Mejor para ustedes y peor para las aerolíneas.
-
Indudablemente que sí. En Europa también vemos que el recupero en gastronomía se da en aquellos lugares que tienen mesas al aire libre. Algunos hábitos van a cambiar. 

-Un periodista lo mencionó como uno de los pocos empresarios que se pueden llamar “guzmanistas” de primera hora. ¿Qué le pareció el acuerdo que se logró con los acreedores?
-
Para mí era un paso fundamental, vos no podías hacer nada sin tener una situación clara con la deuda. Me cargaron un poco por la confianza que tenía. No tenemos que creer que la deuda es el arreglo a todo, pero yo sí creo que era el paso fundamental para empezar a pensar en la Argentina del día después. Por ejemplo, si vos sos presidente de una multinacional y tenés que llamar a tu casa matriz para pedir algo de inversión, lo primero que vas a tener que hacer es explicar cómo está la deuda. Si está arreglada, son 10 minutos más que me quedan para pedir la inversión que necesito para Argentina. Era un paso fundamental y creo que la pandemia nos dejó una madurez muy grande y, sobre todo, diálogo y consenso. 

-Circula con fuerza un rumor que indica que el Gobierno está en tratativas con las automotrices para acordar una baja en el déficit del sector, ¿es así? 
-
Creo que es viable, hemos tenido reuniones entre Adefa, el ministerio de producción, Smata y con algunos fabricantes de partes. En el corto plazo las terminales hemos tomado un compromiso de producción en Argentina, de tratar de maximizar las exportaciones y de tratar de reducir en la medida de lo posible las importaciones sin afectar el mercado doméstico. Estamos buscando al menos un pequeño saldo positivo en los vehículos y trabajar en el mediano y largo plazo en localizaciones de autopartes para ir aumentando el contenido local de los productos. En la medida que haya consenso y confianza mutuos puede ser positivo. No se puede cambiar de un momento para otro, pero lo importante es tomar una dirección y respetarla desde los dos lados.

-Se habla de un cupo de 80 mil autos importados de acá a fin de año, ¿es ése el valor?
-
La idea es llegar a 115 o 120 mil exportaciones en el año y tener alrededor de 80 mil autos del mercado importado, lograr una balanza positiva en el segundo semestre, desde el punto de vista de vehículos terminados.

 

-¿El Gobierno les está pidiendo volver al “uno a uno” de Guilermo Moreno en que había que exportar cualquier producto para compensar importaciones?
-
No, lo que se hizo fue buscar a la industria automotriz como un bloque que dé, en una primera instancia, una balanza positiva. Sí se está trabajando fuerte en el contenido de piezas locales pero siempre dentro de la industria automotriz. La idea es que, si se logra competitividad, los proveedores puedan exportar partes, pero no compensaciones de otras cosas que no sean de la industria automotriz.

-Ha habido comunicados muy fuertes del sector autopartista respecto a proveedores que se fueron o están en proceso de irse del país. ¿Se puede revertir esto?
-
Creo que se puede revertir, de hecho hemos trabajado con alguno de ellos y hemos logrado que se quede acá. Hay uno muy especial que, por ejemplo, en que la casa matriz veía como restricción un país en default, por lo que después del arreglo la compañía cambió su stance a “en diálogo” y hoy estamos viendo qué más se puede hacer para que siga en la Argentina. Hay que trabajar para que se puedan quedar, no podemos hacer todo de todo, decidamos qué piezas queremos hacer acá y hagámoslo en cantidad con buen nivel de competitividad y escala. No podemos producir todas las partes del auto. 

-Da la sensación que el dólar está muy alto para el nivel de los salarios en Argentina y, a la vez, muy bajo para las exportaciones. ¿Cómo lo ve?
-
Creo que hay que ver todo el paquete conjunto, costos, dólar e inflación. A nosotros que tenemos balanza positiva, el dólar no nos afecta demasiado, pero si miramos el mercado doméstico pegaste en la tecla, yo creo que hoy se sale más con financiación que con incentivos. Si debido a toda esta situación tu salario ha quedado un poco atrás, un crédito a buena tasa te permite asumir el compromiso de comprar un bien de consumo. Hay que trabajar mucho en la financiación, tanto del consumidor como de la cadena de valor, hay proveedores del segundo y tercer anillo que han sufrido mucho en estos meses de parate. 

-¿El dólar está bien para las exportaciones?
-
Si yo tengo que decir hoy, que exporto el 80% de la producción, diría que no tengo problema. Preferiría atacar algunos impuestos distorsivos, entendiendo las limitaciones que tiene el gobierno en tema de recaudación. No es bueno exportar una vehículo con 15% de impuestos arriba, me refiero a ingresos brutos, tasa de seguridad e higiene, impuesto al cheque y ni hablar de un proveedor chico que importa materiales para hacer una pieza de exportación donde tiene que pagar derechos de importación para algo que luego se exporta. 

-¿El Gobierno toma nota de esto?
-
Sí, hay un canal de diálogo abierto muy bueno. Si tengo que decir qué es lo mejor de la pandemia diría que es el diálogo y la madurez con la que hablamos, de manera abierta. El Gobierno necesita que seamos superavitarios, bueno, hagamos un esfuerzo para exportar tantos vehículos e importar tantos otros, siendo previsibles y trabajando en el largo plazo para desarrollar piezas locales o abrir mercados. Seamos honestos: hoy tenemos mercados de Centro América que tienen acuerdos de libre comercio con Corea y nosotros vamos a esos mercados pagando 16% de tasa. Hay que abrir mercados para nuestros productos.

-Las ventas del nuevo Corolla no despegan y se señala la falta de stock debido a la restricción a las importaciones.
-
No, en el caso de nosotros ha habido un problema por la pandemia y la falta de alineamiento del Gobierno de Brasil, tuvimos muchísimos problemas para poner en marcha la planta, nos costó mucho más que en Argentina y eso hizo que nos afecte mucho, porque no trabajamos con stocks. La planta recién comenzó a trabajar en junio y están comenzado a normalizar los envíos para Argentina, es posible que se recupere de acá a fin de año. El producto es muy bueno, todo el mundo me llama para preguntarme si tengo uno para venderle (risas). Vuelvo a reiterar: la madurez y el diálogo que tuvimos con el gobierno y los sindicatos de Argentina no lo tuvimos en Brasil y eso demoró el regreso a producción.

-Ya se presentó el rediseño de Hilux a nivel mundial, ¿están trabajando para comenzar pronto a hacerla en Argentina?
-
Todavía no está definido pero sí, es modelo global así que lo vamos a respetar con lo que ha pasado en el resto del mundo.

-¿Puede ser antes de fin de año?
-Probablemente sí.

-¿Qué pasó con la producción del utilitario HiAce, que estaba casi cerrada para Zárate?
-
Ahora con la pandemia se demoró un poquito, pero los proyectos siguen y están en cartel, por ahí se va a demorar un poquito. Primero había que poner en marcha la planta cuidando la salud de la gente y, sobre todo, del resto de los proveedores, hasta los más chicos. Una vez que salgamos de esto, volveremos a atacar los otros planes que siguen estando.

-¿Está aprobado o falta una firma?
-
No, falta la aprobación en Japón, ellos también pararon todos los proyectos nuevos. Ninguna planta tuvo que parar la producción, pero sí se frenaron los proyectos que estaban por salir. Si uno ve los números mundiales, hoy la producción está un 5 a 7 por ciento debajo de antes de la pandemia, con lo que estamos bastante bien.

-Es un secreto a voces que Toyota va a fabricar en Brasil el Corolla Cross, este modelo que se presentó hace poco en Tailandia. ¿Por qué harían un SUV del segmento C cuando el grueso de la demanda está en el segmento B y ustedes no participan con un modelo regional?
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Es  parte del proceso de utilización de plataformas y estructuras de producción [usa la misma base del nuevo Corolla]. Además, si uno pudiese producir en escala en Brasil, en ese segmento C estaríamos replicando el proyecto Hilux, haciendo un negocio de exportación y de “monopolización” de los SUVs de ese segmento en toda Latinoamérica. Es un proyecto más amplio que el mercado de Brasil o Argentina, es regional. Puede llegar a competir con una RAV4 que venga de Japón, y ahí nos daría ventajas competitivas muy fuertes y más teniendo una plataforma como la TNGA que es muy buena y que permite con muy poco hacer un segmento C. 

De todas maneras estamos pensando en el segmento B, vamos a pensar a ver qué hacemos. Como decimos siempre, Toyota tiene sus tiempos para hacer las cosas, muchos dicen que somos lentos, pero son proyectos de producción sustentable. Hay que tener paciencia oriental. 

-¿Hay forma de saber en cuánto va a cerrar el mercado?
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Para mí puede cerrar un poquito arriba de las 300 mil unidades.

-Es positivo, muchos ven mucho menos.
-
Sí, lo soy. De hecho si vos ves junio y julio corrieron a nivel de 340 mil anuales. Si hay incentivos a nivel financiero de acá a fin de año y si producimos más para lograr mayores importaciones, podemos darle un poquito de aire al mercado. 

-¿Ve una recuperación general de la economía argentina?
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Estamos en una situación muy complicada, hay un montón de cosas a las que atacar, la cadena de pagos, la financiación, volver a poner en marcha sectores que están muy complicados como turismo, gastronomía o aerolíneas. Es bastante incierta la manera de poner en marcha todo eso y no veo una recuperación rápida. No se dio en países como Estados Unidos o Alemania, donde la inyección económica ha sido monstruosa. En términos argentinos, si tuviésemos que poner la inyección que puso Alemania tendríamos que pensar en 50 mil millones de dólares, es algo impensable. Creo que va a haber recuperación pero va a ser lenta.