Quiroga es un cordobés bioinformático, especializado en diseño computacional. En tiempos de coronavirus, su nombre resuena en redes sociales y medios de comunicación porque ha tomado la tarea de divulgación y análisis de información vinculada a la pandemia prácticamente como un trabajo.
En paralelo, se ocupa de un proyecto que presentó junto a un grupo de 12 científicos de Conicet -es investigador del instituto- para intentar detectar drogas que puedan ayudar en el tratamiento del nuevo coronavirus.
“El proyecto plantea realizar reposicionamientos de drogas -explica- como desarrollar nuevas drogas lleva muchos años, lo que planteamos para atender esta emergencia es tomar drogas que ya estén aprobadas por Anmat y FDA y buscar cuáles de esas drogas pueden tener un efecto ya sea inhibiendo la infectividad del virus o su replicación”.
—En concreto, ¿su proyecto de reposicionamiento en qué instancia está?
—Estamos en una instancia preliminar. La idea es trabajar la parte computacional: predecir cuáles drogas podrían tener los efectos mencionados, luego hacer ensayos en células y, por último, tenemos convenios con investigadores clínicos para hacer el ensayo en un hospital. De todas maneras el tiempo de desarrollo, según el éxito de cada fase, es menor al de crear una droga desde cero. Una droga nueva puede llevar 10 o 20 años hasta estar disponible en una farmacia. En este caso, podría hacerse un ensayo clínico en seis meses, aproximadamente.
—Los medios recurren cada vez más a médicos, científicos, algo novedoso que va detrás de la preocupación. ¿Cómo experimenta ese rol de divulgador en redes sociales?
—Salió de manera natural. Cuando uno ve datos erróneos o maliciosos, trata de combatir la infodemia. Es una responsabilidad ineludible. Venimos peleando contra las campañas de difamación contra Conicet en los últimos años y fue una derivación esto de intentar aportar información seria, verificable y responsable. Al mismo tiempo, se trata de aportar a una discusión que deje puertas abiertas y no que las cierre. También modelé mi uso de las redes alrededor de gente que lo hace muy bien, desde Fabricio Ballarini, Ernesto Resnik, Jorge Aliaga y otras personas que admiro. Lo asumí como algo que sentí que no podía dejar de hacer.
—De lo que ve ahora en términos de políticas públicas vinculadas a coronavirus, ¿qué cree que Argentina está haciendo bien, más o menos y mal?
—No soy epidemiólogo por lo que puede haber factores que yo no tenga en cuenta. Con ese dato, creo que actuaron muy bien reaccionando rápido, muchos países se dejaron estar con la cuarentena priorizando la economía y hoy están en pleno ascenso exponencial de contagiados con un panorama bastante negro de hospitales desbordados. La cuarentena fue oportuna, y si se hubiera tomado la decisión una semana más tarde, hoy tendríamos ocho veces más infectados y fallecidos. Por otro lado, lo malo o criticable es que no se comenzó antes con la capacitación de otros laboratorios del país, además del Malbrán. Si se hubiera hecho antes podríamos haber ampliado la definición del caso y controlado mejor el número de infectados. Al mismo tiempo, también es cierto que al estar en una cuarentena total -como al principio- pierde urgencia el control estricto de los infectados porque la gente está aislada. La cuarentena sirvió para poner a punto la infraestructura de testeos y la hospitalaria, y en caso de ser necesario, esto va a cobrar importancia. Otra cuestión destacable es la comisión de epidemiólogos e infectólogos formada desde un principio para asesorar al Ministerio de Salud y al Gobierno en general.
Método en desarrollo
“Con Open Data Córdoba estamos desarrollando un método de cálculo de la tasa de reproducción del virus en tiempo real. No es una simulación y no es propio, se implementó en Hong Kong y en otros lugares como herramienta para determinar si hay que volver a la cuarentena total o aplicar determinadas medidas o relajándose si va bien”, precisa el científico.
La salida de la cuarentena y los asintomáticos
"Cierta gente plantea como salida de la cuarentena que hay que testear más. Y la discusión de si estamos testeando lo suficiente creo que está saldada porque sabemos que el número de positivos diarios se mantuvo constante mientras que los test se multiplicaron de 70 a principios de marzo a 2.500 test hace unas semanas. Hace muchos días que estamos debajo del 10% de positividad, entonces sabemos que, más o menos, ahora estamos testeando bien. El problema es la evidencia de que la mayoría de los contagios los producen personas sin síntomas: o que están en período de ventana o asintomáticos, de los que no se sabe demasiado. Sí sabemos que al contagiar no tienen síntomas. Apenas los tienen, se aíslan. Así, si vamos a testear más para aislar a los infectados para poder salir de la cuarentena, es muy difícil encontrar a esos asintomáticos. Cuando se detecta un caso positivo se hace rastreo de las personas con las que estuvo en contacto y tenés 48 horas para hacerlo. Ese es el período cuando son más contagiosos”.