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CóRDOBA
Paridad de salarios

El debate que se viene versará sobre la brecha salarial entre géneros

Cómo es el proyecto de ley presentado por el Ejecutivo nacional y en qué datos se apoya. Cuáles son las posibilidades de implementación en Córdoba. Observaciones y críticas de especialistas y funcionarios.

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En Córdoba los hombres le dedican, en promedio, 3, 3 horas diarias al trabajo doméstico y de cuidado no pago mientras que las mujeres casi el doble, 6. | Cedoc Perfil

"Este tipo de proyectos hay que manejarlos con mucho cuidado, atentos de que no se trate de un gatopardismo. Es bueno a nivel simbólico pero es meramente declamativo. Promueve el debate, pero puede derivar en una hiperinflación normativa que declara y establece, pero después no asegura el cumplimento”, le dice a PERFIL Córdoba la abogada, docente y comunicadora Romina Scocozza, en relación con la ley sobre equidad de género e igualdad de oportunidades en el trabajo presentada en el Congreso por el Gobierno nacional para el Día de la Mujer (ver “Qué dice el proyecto…”). 
El texto se hace cargo de una serie de datos de la realidad que dan cuenta de la persistencia de las desigualdades entre hombres y mujeres en el mundo del trabajo (ver “Datos globales”). Admite que, a nivel legal, la igualdad y la no discriminación están garantizados constitucionalmente, pero advierte que “la equidad de género laboral no se ha verificado en la realidad cotidiana del trabajo”. Y agrega: “La evidencia registrada demuestra que la discriminación a la mujer existe y provoca efectos negativos en su contratación, remuneración y promoción de su carrera profesional, entre otros aspectos”. 
En ese sentido, Vanesa López Schaufele, psicóloga y miembro de la consultora de género Equilátera, entiende que las legislaciones no siempre ayudan a achicar las brechas: “En general, van más rápido que los entes regulatorios, porque si no hay alguien que las reglamente y organismos a los que acudir, termina siendo un papel donde se dicen cosas que son políticamente correctas”. 
Otras críticas. El proyecto, además, promueve paridad salarial para hombres y mujeres, pero no contempla obligaciones explícitas ni sanciones. Al respecto, Scocozza dice: “tiene muy buenas intenciones pero no prevé mecanismos para que gran parte de las disposiciones que plantea sean efectivamente acatadas por las empresas a las que se dirige, sino que las invita a adherir a códigos de conducta. No contiene los mecanismos para que cuando los trabajadores no sean reconocidos en esos derechos, puedan reclamarlos judicialmente”. 
La abogada señala que es redundante en el sentido que prohíbe “la discriminación entre géneros y prevé garantías de igualdad que ya están contenidas en la ley de contrato de trabajo como en la mayoría de los convenios colectivos. Volver a declararlos es demagógico, en un contexto donde más que leyes hacen falta mecanismos para que se cumpla lo consagrado”. 
El otro obstáculo que advierte Scocozza es que deja afuera a los trabajadores no registrados: “El gran nivel de informalidad que hay en el mundo del trabajo es una realidad. También es significativa la incidencia del trabajo de la mujer en el trabajo en negro y este proyecto solo alcanza a los trabajadores registrados”.
Trabajo previo. De fondo, se expone un incipiente cambio, o al menos un debate, en las dinámicas familiares. A pesar de las percepciones de que se trata de algo de un pasado ya superado, según datos del Indec, en Córdoba los hombres le dedican, en promedio, 3, 3 horas diarias al trabajo doméstico y de cuidado no pago mientras que las mujeres casi el doble, 6
En ese marco, López Schaufele resalta la importancia de sumar al debate las ideas de “corresponsabilidad y cuidado compartido en las tareas”, aunque matiza la demanda porque “muchas mujeres no quieren ceder esos lugares. Estamos las que queremos visibilizar el cuidado de hijos y adultos mayores a cargo de las mujeres, desde lugares bastante estereotipados, pidiéndole a los varones que se incorporen; que entra en tensión con las mujeres que definen su identidad basándonos en ese rol y quieren ejercerlo sin que los varones participen”. 
Para la psicóloga, es necesario “desmitificar el rol de que las mujeres solo nacimos para el cuidado” pero lo ve difícil porque “la identificación con el estereotipo es muy fuerte en algunas. Hay que pensar de qué manera transmitimos estas ideas, que no sea de manera violenta, porque las mujeres acumulamos tareas, tenemos dobles o triples jornadas laborales, por el motivo que sea. Esa conquista es con concientización y se da negociando en lo cotidiano”, concluye.

Qué dice el proyecto enviado por la Jefatura de Gabinete
Propone una modificación de la Ley de Contrato de Trabajo cuyo objetivo es “la igualdad salarial estricta entre trabajadores cualquiera sea su género”. Habilita a cualquiera a realizar trabajos fuera del establecimiento, a distancia o mediante teletrabajo. Dispone la igualdad de protección frente a tareas penosas, peligrosas o insalubres. 
Sobre las licencias, las amplía en varios puntos. 15 días para varones por nacimiento, lo mismo para adopción (varones y mujeres). Suma la unión convivencial como supuesto de licencia. Modifica las licencias por fallecimiento de familiar directos a 10 días. Incorpora una licencia de dos a 10 días anuales para realizar trámites de adopción. 
También para someterse a técnicas y procedimientos de reproducción asistida de cinco días al año. Suma otra por razones particulares planificadas, de 30 días corridos por año, sin goce de haberes. Incluye una licencia por violencia de género, de hasta 10 días corridos por año. Incorpora como opción luego de la maternidad la posibilidad de reincorporarse con una reducción de la jornada normal, con un sueldo proporcional, por un plazo no superior a seis meses. 
Suma la posible implementación de una jornada reducida para el cuidado de niños de hasta cuatro años de edad, que podrá ser programada y acordada entre el trabajador, cualquiera sea su género, y el empleador, con una remuneración proporcional. Por su parte, el diputado del Pro, Martín Medina, presentó un proyecto similar donde sí da cuenta de mecanismos para aquellos trabajadores que perciban que sufren de desigualdad salarial.

Datos globales
Según Indec, el ingreso promedio de las mujeres en Argentina es de casi el 30% menos que el de los hombres. Por su parte, el Ministerio de Trabajo de la Nación informó, en 2017, una brecha de ingresos de entre 21 y 24% para asalariados registrados, y de 35% para asalariados no registrados. 
Aunque señala que casi toda la brecha de ingresos se debe a diferencias de horas de trabajo más que a diferencias de ingresos salariales horarios. En este marco, la contracara está dada por la gran diferencia de tiempo dedicado a trabajo doméstico no remunerado: en Argentina, los varones dedican 3,4 diarias a las tareas del hogar, mientras que las mujeres, 6,4. 
Del mismo informe se desprende la existencia de segregación horizontal. Es decir, una gran concentración de mujeres en el sector servicios: 73,6% en enseñanza, 71,2% en salud y 98,7% en trabajo doméstico remunerado. También da cuenta de una segregación por calificación de las tareas realizadas: poca participación de mujeres en tareas operativas y mucha en tareas sin calificación. 

En Córdoba
Un relevamiento de la Federación de Entidades Profesionales Universitarias de Córdoba (Fepuc) advierte aspectos relacionados con la desigualdad laboral, con base en una muestra de 370 profesionales de ambos sexos de la ciudad y el Gran Córdoba. Se desprende que mientras el 37% de los hombres tiene ingresos mayores a $25.000 al mes, solo el 15% de las mujeres logra superar esa cifra. El 58% de las mujeres gana menos de $25.000 mensuales y el 35% se ubica en la franja de ingresos que va de $10.000 a $20.000. 
Por su parte, la Fundación Mediterránea, a través del Instituto de Estudios sobre la Realidad Argentina y Latinoamericana (Ieral), publicó otro informe donde da cuenta, entre otros ítems, de la feminización de la pobreza juvenil. De los que no estudian ni trabajan, (18%), ocho de cada 10 son mujeres de entre 18 y 24 años. De ellas, el 59% son madres y casi el 40% no tiene ningún tipo de cobertura de salud, un porcentaje similar no pudo terminar el secundario. 

Entrevista con la Secretaría de igualdad y promoción del empleo

Laura Jure: “Las mujeres son las principales responsables de la crianza de los hijos y de las tareas del hogar”

 —¿Coinciden sus diagnósticos y datos con los que hace el Gobierno nacional para lanzar este proyecto? 
—La inclusión de la mujer en el mundo del trabajo forma parte de la agenda de los distintos organismos internacionales. En este contexto, el Gobierno provincial desarrolla distintos programas para la promoción de la mujer en el mundo del trabajo, tales como el programa de práctica laboral Por Mí exclusivo para mujeres, el cuarto mes de licencia por maternidad que otorga la extensión a la licencia ordinaria por maternidad por un período de un mes a cargo del Estado provincial a las trabajadoras del sector privado. En 2016, este programa se convirtió en ley, siendo Córdoba la única provincia del país en contar con este beneficio. Cabe señalar que la diputada nacional Alejandra Vigo presentó en el Congreso Nacional un proyecto de ley para extender a 120 días la licencia por maternidad, establecida en la Ley de Contrato de Trabajo, y a 15 días en el caso de los padres. A su vez, conscientes que uno de los principales factores que influyen en la precarización laboral de las mujeres es la responsabilidad en el cuidado de los hijos, implementamos en todo el territorio provincial la red de Salas Cuna que facilita a las mujeres, especialmente las de sectores más vulnerables la posibilidad de dejar a sus hijos bien cuidados mientras ellas trabajan y/o estudian. 
—¿Qué le incluiría, modificaría o le sacaría al proyecto? 
—Para continuar en el camino de alcanzar una verdadera equidad de género, debería contemplar una extensión en las licencias por maternidad, la promoción de programas de práctica laboral y capacitación para favorecer la inclusión laboral de las mujeres, así como también promover la creación de espacios de cuidado infantil. 
—En ese sentido, ¿cómo están los números en Córdoba con relación a la paridad salarial y la feminización de la pobreza? 
—Al igual que en la Nación, en la Provincia de Córdoba la desigualdad salarial entre varones y mujeres y la feminización de la pobreza tiene una estrecha relación con las dificultades de las mujeres para acceder a puestos de calidad laboral, por cuanto son las principales responsables en la crianza de sus hijos y en la realización de las tareas domésticas del hogar, entre otros factores. Sin embargo, la información de la Dirección General de Estadística y Censos da cuenta de una baja en la tasa de desocupación de las mujeres en Córdoba en el tercer trimestre de 2017 en comparación con igual periodo de 2016. Mientras que en el tercer trimestre de 2016 la desocupación afectaba al 10,6% de las mujeres en igual periodo de 2017 se redujo a 8,3%, lo que implica una baja de 21,7%.