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CóRDOBA
ANUNCIO DE CLAUDIO STAMPALIJA

El gobierno rediseña la planificación del trabajo preventivo de la Policía

PERFIL CÓRDOBA entrevistó al Secretario de Seguridad de la Provincia. Admitió que crece la tasa de delitos contra la propiedad, una de las preocupaciones de su gestión, junto a la violencia de género. Desde que asumió, incrementó el plantel de la Policía Barrial. “Donde tenemos consejos barriales hay menor índice delictivo”, asegura.

Claudio Stampalija
CLAUDIO STAMPALIJA. Asumió como secretario de Seguridad de la Provincia a fines de septiembre del año pasado, cuando fue desplazado Alfonso Mosquera. El área pasó de tener rango de ministerio a secretaría. | Federico Rodríguez

Claudio Stampalija recibió a PERFIL CÓRDOBA en su oficina de barrio General Paz, donde funciona la Secretaría de Seguridad de la Provincia de Córdoba. El objetivo de la entrevista era analizar la ola de robos domiciliarios que acecha a gran parte de la Capital y el trabajo policial preventivo.

De bajo perfil y definiéndose siempre como funcionario técnico no político, señaló que ni él ni el ministro de Gobierno, Julián López –del cual depende– son partidarios de “negar la realidad o poner excusas”. Con esa premisa, reconoció que aumentó el delito contra la propiedad. Había crecido en 2021, año en el que hubo más de 32.000 denuncias. La previsión es que la estadística del primer semestre del 2022, confirmará un nuevo incremento de alrededor del 14%.

Stampalija anunció la reciente creación de mesas operativas para integrar el trabajo policial y de las unidades judiciales (que dependen del Ministerio Público Fiscal) con el fin de planificar mejor los operativos en las “zonas de calor”, como le llama a los sectores y barrios más afectados por la delincuencia. En materia de prevención, ponderó el efecto de los Consejos Barriales y la estratégica información que la Policía Barrial proporciona a la fuerza:

“En la Policía Barrial puse mucho esfuerzo. Más allá de que sus integrantes poseen una capacitación con un costado social más acentuado, tiene un elemento sustancial: la información. El vecino le transmite inquietudes. La Policía Barrial sabe preguntar y escuchar. El nivel de datos que obtiene y ofrece es muy preciado. La información va a Investigación y en base a ella se pueden mejorar operativos en los barrios. En estos tres meses y medio se volvió a fortalecer. Trabajamos mucho con los Consejos Barriales, que también hemos robustecido”, sostiene.

—¿Quiénes los integran?

—Organizaciones sociales (escuelas, comedores, etc.), representantes del municipio, de los cleros religiosos, los presidentes de los centros vecinales, el líder de la Policía Barrial y el ayudante fiscal. Y hay un actor que denominamos “vecino proactivo”. Es aquella persona solidaria que se ha ganado un lugar en el barrio. No existe en el mundo inteligente el monopolio de la seguridad en manos del Estado. Por supuesto que la responsabilidad mayor es del Estado, pero hay una cogestión. El ciudadano tiene una gran relevancia. En Córdoba estamos viendo que en aquellos lugares donde tenemos Consejos Barriales hay menor índice delictivo que en los que no lo tienen. Hay mayor nivel de diagnóstico, una vinculación fuerte entre la sociedad organizada y el Estado, que está más presente porque va permanentemente al barrio.

—¿Cuántos están funcionando? 

–Hay 60 en la ciudad de Córdoba y 11 en el interior. Corresponden a cuadrantes. Cada cuadrante está comprendido por un promedio de cinco barrios.

—¿Es una organización compleja?

—No. Los propios barrios son los que eligen a sus representantes. En 15 días están en condiciones de elegirlos. No debe integrarlos una multitud, sino un número de personas que permita la resolución de problemas. No es para hacer catarsis sino para fijar las prioridades del barrio porque la seguridad se nutre de múltiples aspectos. Eso es prevención verdadera. Trabajamos con semáforos rojo, amarillo y verde, según las prioridades que definen. Se hacen reuniones cada 30 días y hay cuestiones de corto plazo, como cambiar lámparas, desmalezados, que se pueden ejecutar. Los Consejos son apartidarios: está prohibida, por reglamento, la política partidaria. La secretaría a mi cargo lo único que hace es poner un promotor barrial que camina el territorio, es un facilitador en las reuniones y, durante la semana, consulta o recibe los reclamos.

—¿Cómo evalúa la situación actual en materia de inseguridad?

—Veníamos manteniendo cifras parejas. No tenemos todavía los números definitivos del 2022, pero pensamos que arrojará un crecimiento del 14%.

—¿A qué lo atribuye? ¿Además de la pobreza y la pandemia, qué déficit observa en la tarea preventiva de la Policía?

—Nuestra filosofía es la prevención. Hay un estudio sobre los factores de riesgo del delito del que surgió un catálogo: la exclusión social (es más que la pobreza), deserción escolar, cultura de la violencia (en particular intrafamiliar y de género), acceso a las armas de fuego, consumo problemático de alcohol y drogas ilícitas, falta de sentido de la vida en los jóvenes y desempleo. Es evidencia científica. Estamos trabajando ahí para mejorar la seguridad. Un ejemplo son las urbanizaciones en las barriadas vulnerables, carentes de infraestructura básica. Se concluyeron 18 desde mediados de 2021 y ya se está interviniendo fuertemente en 33 barrios. En la misma línea, se inauguraron 36 de los 55 polideportivos sociales.

—¿Y mientras tanto?

—Le voy a contar algo que no tuvo ningún anuncio. Desde hace un mes estamos trabajando en una estrategia innovadora en materia policial. Se pusieron en marchalas Mesas Distritales Operativas. Están el jefe de Distrito, de Zona, de Comisaría, del CAP, de la Brigada de Investigaciones, el coordinador de Policía Barrial y el o la ayudante fiscal, con una estrategia que apunta a una mejor planificación territorial operativa. Cada 15 días estos equipos deben presentar a esta secretaría y al subjefe (de la Policía) un informe para que se haga una evaluación permanente. Confiamos en que esta estrategia dará buenos resultados porque organizará mejor el trabajo policial en el territorio. Y habrá un contralor y seguimiento más estricto.

— ¿Por qué se decidió crearlas?

—Veía que faltaba planificación y trabajo focalizado en lugares donde se observaba concentración de delitos y violencia. Es una manera racional de trabajo, según el mapa de calor.

Estadísticas
REGISTROS 2020-2021.Tras la pandemia, volvieron a aumentar. Se esperan las cifras del año pasado, pero se estima que arrojarán un incremento del 14%.

—¿Qué fenómeno le genera mayor preocupación?

—Todos. Pero los que más preocupan, por envergadura y volumen, son los delitos contra la propiedad, aunque estemos en un nivel parejo a nivel nacional, y lo que es violencia de género. Trabajamos palmo a palmo con el Ministerio de la Mujer.

—¿Dan abasto con la cantidad de policías que tienen?

—Sí. No estamos mal, pero nos afecta siempre en el verano. Es atávico. La cantidad de efectivos que van a las zonas turísticas disminuye la disponibilidad para la ciudad de Córdoba.