El próximo 26 de noviembre se cumplirán 15 años del asesinato de Nora Dalmasso. El crimen aún está impune y muchos detalles permanecen en un misterio. El único acusado es el viudo, Marcelo Macarrón. La hipótesis de la acusación es que instigó el crimen de su esposa y contrató a un asesino a sueldo —aunque no se determinó quién fue— motivado por desavenencias matrimoniales y económicas.
El juicio, que se pensaba hacer durante el año en curso, quedó para el próximo sin que aún se haya fijado fecha. “Está descartado” para el 2021, respondió a PERFIL CÓRDOBA una fuente del tribunal que realizará el debate oral y público. También informó que no se fijó fecha y que el último trámite fue aprobar “toda la prueba” ofrecida por las partes. “Podía reducirse —manifestaron desde la Cámara— pero se resolvió admitir la totalidad de la prueba para que las partes puedan desarrollar bien sus estrategias”.
En ese cúmulo de decisiones, se aceptaron más de 250 testigos, una cantidad que excede ampliamente los que son citados habitualmente en cualquier otro juicio. Por eso la cantidad de testimoniales permite deducir que la audiencia será extensa, aunque es imposible a esta altura precisar la cantidad de días que insumirá.
Una vez que queden firmes las resoluciones con la prueba incorporada, el tribunal resolverá la fecha de inicio del juicio. A continuación, se efectuará el sorteo de jurados que intervendrán. La lista será amplia, más de los que se suelen designar, por las eventuales recusaciones que puede plantear la defensa y por el tiempo que podría durar el debate.
Si bien desde la Cámara señalaron a este medio que “todo transcurre con cordialidad y respeto”, la complejidad que está demandando la organización del juicio excede a la de otros procesos.
La acusación. Ha transcurrido una década y media y son más las dudas que las respuestas sobre la secuencia precisa del asesinato de Nora Dalmasso. Según la autopsia, murió por asfixia por ahorcamiento efectuado con el lazo de su bata de toalla. Después de marchas y contramarchas que pasaron por diferentes fiscales, el último de ellos, Luis Pizarro, materializó la elevación a juicio.
El único acusado es el viudo, Marcelo Macarrón. La calificación legal es grave: homicidio calificado por el vínculo, por alevosía y precio y promesa remuneratoria, en concurso real. Cuando fue asesinada Nora Dalmasso, la legislación argentina no tenía el agravante por violencia de género. Hoy el hecho se encuadraría en un femicidio.
En el requerimiento de juicio,el fiscal Pizarro rearmó las piezas del rompecabezas que ya figuraban en la causa y estaban desconectadas: las pruebas de ADN en el cuerpo y ropas de la víctima, el viaje del viudo a Uruguay cuando Nora fue asesinada, el contexto económico y social de la pareja y la cantidad de elementos que se interpusieron para desviar la atención.
El zigzag de las hipótesis. Los primeros trascendidos, apenas se descubrió el cuerpo de la mujer, aludieron al desenlace de un juego sexual erótico. Se centró la atención en los vínculos de la víctima. El primer imputado fue el abogado Rafael Magnasco, quien había sido asesor de la Secretaría de Seguridad de la Provincia de Córdoba. Luego viró hacia un abuso y crimen por parte del obrero pintor que estaba trabajando en la vivienda, el ‘perejil’ Zárate.
Pero las pruebas genéticas sobre las muestras extraídas de la escena del crimen, compatibles con el ADN Macarrón, hicieron que las hipótesis volvieran siempre a la familia. Primero Facundo, el hijo, estuvo imputado durante cinco años hasta que en 2012 fue desvinculado de la investigación penal.
La última acusación que compromete al viudo, desde la perspectiva de la defensa, adolece de lagunas y solo se asienta en una serie de indicios concatenados artificialmente. Por eso, desde un inicio el abogado del viudo, Marcelo Brito, decidió una estrategia arriesgada: no oponerse al requerimiento de la Fiscalía y desmontar la presunción del fiscal.
Con una integración diferente a la actual, la Cámara del Crimen rechazó planteos de nulidad y aprobó el control formal de la acusación. De todos modos, pueden formularse nuevos planteos hasta el mismo momento de inicio del debate.
Las partes que ingresarán al juicio serán: la defensa del viudo; la querella particular de la madre de Nora, Delia Grassi, a quien patrocina la asesora letrada, Luciana Casas, y el fiscal Julio Marcelo Rivero. El tribunal está integrado por los jueces Daniel Vaudagna, Natacha García y Gustavo Etchenique Esteve