En tiempos de cuarentena recorrer el mundo parece una utopía. Algo que se proyecta a futuro o queda de un pasado reciente como recuerdo. Y este último caso es el del cordobés Diego Nadaya, que jugó en cinco continentes.
El delantero surgido de las divisiones inferiores de Instituto paseó sus definiciones por el fútbol de Sudamérica, África, Asia, Europa y Oceanía, lo que le permitió conocer 23 países. ¡Todo un aventurero!
Por estos días Nadaya sigue rompiendo redes. Pero ya no en latitudes lejanas. Lo hace en el Torneo Federal Regional Amateur con Unión de Oncativo, y fiel a su estilo, es uno de los goleadores del certamen.
Trotamundos. Desde que celebraba goles con amigos en la esquina de David Luque y Garay, o rompía redes en los torneos de la Lifi para Escuelas Pías o la descocía en las inferiores albirrojas, Nadaya soñaba con jugar al fútbol. Sea como sea, jugar al fútbol. Y esos deseos se hicieron realidad. Y lo llevaron a dar la vuelta al mundo.
Como profesional, el artillero debutó en el 2006 en el primer equipo de Instituto que conducía Fernando “Teté” Quiroz, el actual DT albirrojo. Su muy buena técnica en el área rival le hizo ganarse un lugar en el plantel profesional, y ser convocado constantemente a la Selección juvenil. Además, por esa época se hablaba que Boca lo tenía en su radar. Pero el fútbol tiene muchas idas y vueltas. Y el cordobés se debió adaptar a esos vaivenes de la carrera.
Tras dejar la casaca del club de Alta Córdoba inició un periplo que jamás imaginó. Tras sus pasos por Platense y San Martín de San Juan le llegó la primera posibilidad de emigrar con sus goles. Y fue Perú el primer destino, en el 2011, al club Universidad San Martín de Porres, donde tuvo buenas actuaciones que lo llevaron a Ecuador, a jugar en Olmedo de Riobamba. En ambas ocasiones en la Primera división de esas ligas. Y en el 2013 cruzó el océano, para jugar en la tierra del mitológico héroe Jasón: Volou, Grecia, en el Olympiakos. Su registro en el fútbol helénico marca que jugó 15 partidos y marcó tres goles.
Tras aquel paso europeo retornó al fútbol argentino, donde jugó en la B Nacional con la casaca de Almirante Brown. Fueron 26 partidos en su país, y volvió a armar el bolso. ¿Destino? India.
En aquel país jugó en el Mumbay City, donde fue compañero del francés Nicolás Anelka. El cordobés fue el primer argentino en jugar la Indian Super League.
Pero su recorrido futbolístico le tenía deparado más países por recorrer. Sin problemas de desarraigo, de Asia voló al África. A jugar a Argelia, en el CS Constantine, el club árabe y africano más antiguo. En aquel país recogió anécdotas y experiencias por doquier, como por ejemplo jugar en un club musulmán y teniendo un tatuaje con un rosario católico.
Tras su experiencia en Argelia volvió al país, para militar en Independiente Rivadavia de Mendoza. Y, nuevamente, se tomó un avión. Y no a cualquier país. Viajó a la República de Vanuatu, una isla de Oceanía, al club Amicale FC.
Tras estar en “el país más alegre del mundo”, como supo contar, retornó a Córdoba. Jugando en torneos regionales de la provincia, destacándose y haciendo goles, siempre haciendo goles, como ahora en Unión de Oncativo; y seguro, con la valija preparada, por las dudas.
NUMEROS
23 – países recorrió el cordobés como futbolista.
5 – continentes jugó Nadaya.
1er – argentino en jugar en la Indian Super League
5 – goles lleva convertidos en el Regional Amateur. Es uno de los goleadores.
CLUBES EN LOS QUE JUGÓ: Instituto, Platense, San Martín (SJ), Universidad San Martín (Perú), Olmedo (Ecuador), CS Constantine (Argelia), ASK Olympiakos (Grecia), Munbai City (india), Amicale FC (Vanuatu), Independiente Rivadavia, Almirante Brown, Colón de Colonia Caroya y Unión Oncativo.