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CóRDOBA
ESCASEZ DE DIVISAS

En Córdoba, Alberto prometió lo que no tiene: dólares para la industria

"Está en nuestra cabeza que la producción argentina no se detenga por la falta de dólares", aseveró. El sector autopartista y metalúrgico remarcó que ya agotó el cupo de divisas para importar y se frenarían las plantas.

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RODEADO. Fernández encabezó el acto junto a Schiaretti e Ibarzabal, de Nissan. | Fino Pizarro

La tensión por la escasez de dólares se cuela cada vez en más sectores y mercados y comienza a convertirse en un obstáculo serio para sostener el discurso oficial de recuperación y reactivación de la industria. Al cierre de esta edición las reservas del Banco Central no habían logrado pegar un salto significativo durante el mes de abril y el acumulado neto en lo que va del año tampoco es muy alentador. En la entidad que dirige Miguel Pesce las compras netas solo suman US$ 115 millones.

Muy poco si se tiene en cuenta que cada vez aumenta más la demanda de sectores productivos que intentan volver a los niveles de actividad pre pandemia pero que dependen de poder acceder al mercado único de cambio para hacerse con las divisas, comprar insumos, piezas y bienes de capital para trabajar y sacar adelante su producción.

Esta semana se vio un ejemplo sumamente esclarecedor. En una carta enviada a Pesce y con copia al Jefe de Gabinete, Juan Manzur y al ministro de Desarrollo Productivo, Matias Kulfas, los directivos de Adefa (fabricantes de autos), Afac (componentes) y Smata remarcaron que hay unas 50 firmas fabricantes de autopartes a los que se les agotará el cupo de Simia categoría A en los próximos meses. Es decir, se quedan sin cupo para acceder a divisas con las que concretan compras de insumos a proveedores del exterior.

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“Esta situación continuará agravándose en los sucesivos meses ya que alcanzará progresivamente al resto de las empresas autopartistas y terminales, teniendo como resultado paradas de producción, suspensión del personal de toda la cadena productiva, como así también un impacto negativo muy significativo en las exportaciones y en el índice de la actividad industrial”, subrayaron.

En este contexto complicadísimo por una producción que puede trabarse, pero también porque siguen apareciendo proyectos oficiales que terminan aumentando la presión fiscal –como el gravamen a la renta inesperada- es que el presidente Alberto Fernández llegó ayer a la planta de Nissan donde se oficializó el inicio de la fabricación de la nueva pick-up Frontier.

Allí, el presidente ensayó un discurso industrialista. Aseguró que el sostenimiento de la industria es una política de Estado para su administración, ponderó el perfil productivo y las inversiones de empresas como la japonesa y lanzó una idea tranquilizadora para el sector, con mucho de promesa: “El gran secreto de que el crecimiento se sostenga es contar con el financiamiento de los dólares para poder producir. Está en nuestra cabeza, como preocupación central, que la producción argentina no se detenga por la falta de dólares”, afirmó.

“Este año Argentina va a producir el doble de unidades que en 2019. Gran parte se exporta y es una exportación creciente. Eso nos permite que ingresen dólares que son necesarios para que se sostenga la producción”, redondeó el primer mandatario, quien estuvo escoltado en el acto por el gobernador Juan Schiaretti y por Gonzalo Ibarzábal, presidente de la automotriz.

Por ahora, al sector le queda esperar. En la carta dirigida al Central se detalla que hay una veintena de autopartistas y metalúrgicas de Córdoba afectadas. “Es un problema muy grave. Hay firmas que ya agotaron su cupo de dólares, a otras se les acaba ahora en mayo y otras en junio. El punto es que con que se queden sin piezas algunos proveedores se frena toda la cadena. En Córdoba se pueden generar parates productivos y suspensiones que afectan a 20 mil empleos directos y más indirectos”, explicó Pablo Camacho, director ejecutivo de la Cámara de Metalúrgicos de Córdoba.

Mucho de la clave de la estrechez del cupo de divisas que tienen las empresas es que se tomó como parámetro de acceso el año 2020 y el 2021. “Es un 75% más que el 2020 que estuvimos parados y solo un 5% más que el 2021, cuando ahora tenemos más producción, muchas piezas nuevas y muchos insumos que subieron mucho en dólares. El cupo no alcanza porque hay una reactivación de la actividad y los insumos se encarecieron. Muchos nos quedamos sin ese cupo ahora, en mayo. El agravante es que podemos importar pero nos dejan pagar en 180 días, cosa que ningún proveedor del exterior hoy puede aceptar. El riesgo de no comprar es frenar toda la cadena”, explicó una empresaria del sector.

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Contrapropuesta oficial. La que se envió esta semana fue la tercera carta al respecto. Y uno hubo avances claros. Por ahora, el Central puso una propuesta sobre la mesa de negociaciones. Una oferta que, a los ojos del sector privado, no resuelve nada de fondo. “La propuesta del Central es revisar caso por caso y ver si se habilita o no. El tema es que ese caso por caso son muchos. Además entramos en un plano totalmente arbitrario. Así no se resuelve nada”, plantean los empresarios locales.

El pedido concreto del sector es que saquen a todo el circuito productivo de este esquema de cupos de divisas.

Grieta. La situación tiene está mostrando otro condimento que mete más ruido en el sector. Las autopartistas que firmaron la carta al Central, muchas de las cuáles son pymes, no están viendo un apoyo explícito o al menos público, por parte de las terminales automotrices.

“Bueno, nos dejaron solos. Se ve en la carta. Nos mandaron al frente a los proveedores. Solo aparecemos las metalúrgicas y las autopartistas. Pero esto afecta a todos. Y salvo Toyota, que exporta mucho más de lo que importa, el resto de las terminales automotrices no tiene margen para importar mucho. Todas están con un balance muy finito. Entonces hay una tensión permanente. Pero no se quieren pelear con el gobierno”, dijo un ejecutivo al frente de una de las más importantes autopartistas de Córdoba.

El enojo entre autopartistas, metalúrgicos y proveedores se volvió indisimulable cuando leyeron a algunos ejecutivos de terminales automotrices afirmar que no tenían problemas en la cadena de suministros locales.

“Che, ustedes que los ven seguido en los lanzamientos de productos, por qué no les preguntan a los presidentes de las automotrices si son parte de Adefa. Porque ponen el sello en la carta, pero cuando hablan con los medios dicen que no faltan piezas y que los proveedores están todos bien. Yo te cuento que el que no tiene problemas ahora es porque le quedó un poco de stock, pero el stock se mueve permanentemente y es caro quedarse con stock. El stock nuestro está todo el tiempo rotando, es un flujo muy tenso. Nos vamos a quedar sin piezas y no sé con qué van a fabricar los autos y pick-ups”, reclamó un industrial del cinturón autopartista cordobés.

¿Y la Provincia? “Están al tanto de todo. Y la verdad es que entienden el problema y nos apoyan, pero en esto no sé si pueden hacer mucho. Es un tema en el que se metió el Banco Central. El Central hasta el 3 de marzo te daba los dólares y desde ahí los cortaron”, aportó otro ejecutivo del sector.