A un mes de las elecciones legislativas, el escándalo que se desató tras la viralización de la foto en la que el Presidente Alberto Fernández aparece festejando el cumpleaños de su esposa junto a otras nueve personas en la etapa más dura de la cuarentena (julio del año pasado), empieza a preocupar en el Frente de Todos, por el impacto electoral que podría tener en las primarias del 12 de septiembre próximo.
Aunque algunos analistas minimizan el impacto que podría tener “la foto de la discordia” en las elecciones de noviembre –donde la economía y el plan de vacunación asoman como los temas centrales-, otros aseguran que el espacio que lidera la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner podría verse afectado en provincias donde necesitan atraer el “voto indeciso duro”, como es el caso de Córdoba.
“Hay una mezcla de decepción, enojo y hasta de incredulidad por lo que pasó. Todos sabemos que en Córdoba el kirchnerismo tiene un núcleo duro y es muy difícil romper ese techo. Con la trascendencia que va a seguir teniendo el cumpleaños de Fabiola se nos hace mucho más difícil todo”, contaron en el entorno de uno de los referentes K provinciales.
Si bien nadie se anima a pronosticar la dimensión del daño que la violación de la cuarentena de Alberto F. y su esposa puede provocar en el Frente de Todos, una de las primeras conclusiones a la que arriban es que la “foto de Olivos” genera un mayor convencimiento a los opositores de por qué no tienen que votar a Alberto.
“Esto, sin dudas, fideliza el voto opositor, que a partir de este hecho tiene más en claro por qué no lo va a votar, ya que este tipo de noticias genera mucha indignación”, sostiene Cristian Buttié, director de CB Consultora.
La irrupción del escándalo se da justamente cuando en esta plaza el principal esfuerzo de los candidatos pasa por “nacionalizar” la campaña y marcar diferencias con Hacemos por Córdoba, que basa parte de su mensaje en “defender a Córdoba”. Al respecto, Olga Riutort, en declaraciones a Punto a Punto Radio, sostuvo que “estamos discutiendo el modelo nacional que queremos por lo que es inmaduro provincializar la elección”, en un claro mensaje a Alejandra Vigo y Natalia de la Sota.
“Nación puso $28 mil millones en obra pública en Córdoba contra los $93 millones que puso la Provincia. Eso es lo que estamos transmitiendo, porque es obvio que todos los diputados y senadores vamos a defender a Córdoba. Lo que está en juego acá es el modelo de país que queremos: liberalismo y ajuste, o un mercado popular inclusivo con reactivación económica”, sostuvo Riutort.
Sin embargo, la precandidata a diputada nacional por el Frente de Todos fue una de las más duras con la actitud de Fernández. En ese sentido, sostuvo que “no hay con que defenderlo”, al Presidente, añadiendo que “fue una actitud irrespetuosa en lo individual y lo colectivo, porque había una medida de fuerza de parte del Gobierno y el ejemplo lo tiene que dar la pareja presidencial”.
Ahora, en el Frente de Todos nadie se anima a confirmar si Alberto vendrá a Córdoba a apoyar a los candidatos. “Nunca estuvo seriamente en consideración esa opción, pero después de esta foto y las repercusiones, se evaluará”, señalan desde el FdT (ver página 10).
Moderados y comunicación. “Los núcleos duros están fidelizados, esto no le cambia nada. El verdadero desafío de esta o cualquier elección es atraer al 35 % del electorado que es moderado, pendular”, sostuvo Buttié en declaraciones a LPO. En ese sentido, el analista afirma que ese votante moderado que se inclina a uno u otro sector dependiendo el proyecto o la coyuntura económica “es más fácil de espantar” con este tipo de hechos.
Por su parte, Gustavo Córdoba, de la consultora Zuban Córdoba, va un poco más allá del impacto electoral y asegura que el verdadero problema “es la pérdida de credibilidad” de la figura presidencial. “Desde el 2001, con una marcada pérdida de autoridad de la figura presidencial, se empezó a mejorar. Mucho tuvo que ver la figura de Néstor Kirchner, pero acá también hay que destacar a (Mauricio) Macri, que terminó su mandato, en un hecho muy importante para la democracia”.
“Este hecho, lo que refleja en el fondo, es la falta de una comunicación profesional en el gobierno. Es algo que marqué desde el principio. Por eso mi análisis va más allá de estas elecciones y pienso en lo dificultoso que puede ser la segunda parte del gobierno de Alberto, en el proceso de deterioro de su imagen y en definitiva en su futuro político”, señala Córdoba. Y cierra: “Cuando te estás jugando el destino sanitario del país, debes cuidar los protocolos. Si no lo hacés, hay que pedir disculpas, y en este caso llegaron tarde y no sonaron sinceras. Otra falla más en la comunicación”.