El 2017 no fue un buen año para las exportaciones
cordobesas. Aún no se conoce el número final que dejará el año que se fue, pero
un informe preliminar al que accedió PERFIL CORDOBA da cuenta del retroceso que
mostró el sector exportador local, a contramano de la leve expansión que
evidenciaron los envíos de todo el país. El Área de Información Técnica y Comercial
de la Agencia ProCórdoba elaboró un documento donde se analiza la performance
de las exportaciones de la provincia hasta octubre de 2017. Así, se constata
que el 49% de las exportaciones de la provincia estuvieron concentradas en
manufacturas de origen agropecuario, mientras que los productos primarios
constituyeron el 37% y las manufacturas de origen industrial el 14% y que en
los primeros 10 meses del año pasado las exportaciones de Córdoba cayeron 6,6%
en comparación con el mismo período de 2016. En esa fracción de tiempo, el país
concretó exportaciones por US$ 48.488 millones de los cuáles Córdoba participó
con el 14% (algo más de US$ 6.800 millones). Eso significó un incremento del
1,4% en el valor de los envíos argentinos, pero la caída mencionada de más del
6% en los envíos cordobeses.
Correcciones
urgentes. En ese contexto, actores de los distintos complejos
exportadores de Córdoba analizaron el escenario esperable para 2018. Y aunque
reconocen que encierran una expectativa positiva sobre lo que viene, advierten
que es necesario corregir fuertes distorsiones para dejar de perder
oportunidades de negocios y poder colocar productos de forma competitiva. Luis
Macario, presidente de la Bolsa de Cereales de Córdoba, cree que las
restricciones que enfrentan las exportaciones cordobesas tienen un correlato
directo con los problemas que persisten en la macroeconomía y en la pesada y
costosa dinámica tributaria y logística que rodea al sector productivo. “Veo de
manera muy preocupante el déficit fiscal. Ya pasaron dos años y se sigue
discutiendo si la aplicación es de shock o con un gradualismo. Lo concreto es
que así el país no es sostenible, la economía no es sostenible. Si no se
revierte el déficit fiscal en un plazo breve, nos vamos a encaminar a una crisis”.
Atacar el
déficit. Para el titular de Gastaldi Hermanos, una de las
principales firmas dedicadas al procesamiento y comercialización de maní, es
clara la apuesta del Gobierno de achicar el déficit apostando al crecimiento.
El problema es que esa receta no está mostrando sus frutos: “El crecimiento no
se da de la manera necesaria para que se achique el déficit y la inflación, que
es el síntoma, no va a ser combatida si no se baja el déficit fiscal. La causa
de todo es el déficit fiscal, mientras no se resuelva esto los sectores
económicos vamos a tener problemas”, analiza. En relación con la evolución del
tipo de cambio, el eje para muchas discusiones en el sector exportador, Macario
advirtió que “el dólar está atrasado y las economías regionales están golpeadas
por este tema. Si estamos en un dólar de $19,30 y tenemos una inflación del
24%, cada vez vamos a estar más complicados. Pero el Gobierno tiene mucha tela
para cortar para mejorar la competitividad, más allá del tipo de cambio”.
Por mayor
apertura. Los socios de la Cámara de Comercio Exterior de
Córdoba (CaCEC) son optimistas a la hora de pensar el 2018. Un relevamiento que
esa entidad hizo entre sus miembros en octubre pasado reveló que el 86% de los
empresarios espera exportar más que en 2017. “En la Cámara estamos convencidos
de que o nuestras empresas se integran al mundo o no hay desarrollo económico
para el país. Esto es un proyecto a largo plazo, no va a haber milagros en
ningún semestre, tiene que ser una carrera permanente para lograr que los
productos de Argentina estén en el mundo. Cuando consultamos en octubre, el
dólar de equilibrio para nosotros estaba en $20,2, entonces ya se habría
cubierto. Nos gustaría que esté un poco más arriba, pero, ¿cuál va a ser la
tasa de inflación?”, plantea Marcelo Olmedo, titular de la firma Promedon y
presidente de la CaCEC.
Negocios
inviables. Al mar gen de reconocer la importancia de la variable
tipo de cambio, desde la CaCEC abonan por apoyar el tratamiento de la
competitividad desde un enfoque más integral, atacando costos y apuntando a una
mayor apertura de la economía vía nuevos acuerdos comerciales, algo que está en
agenda de la gestión Macri: “A lo mejor, la discusión es sobre el ritmo de las
medidas, pero el rumbo es correcto. Hay un consenso entre los exportadores que
más importante que el tipo de cambio es que nos saquen los costos, en primera
línea lo tributario, luego los costos logísticos, operatoria de comercio
exterior, puertos, etc. Es más barato el flete de China a Uruguay que de Córdoba
a Uruguay. El dólar no es lo central, sino los costos tributarios, logísticos y
operativos que inviabilizan un montón de negocios de productos argentinos”.
Mochilas
pesadas. En ese marco advierte como luces de alarma la
necesidad de que se concrete la reforma fiscal para bajar costos y la
desburocratización de decenas de operatorias: “La reforma fiscal, en lo teórico
está perfecta. Ahora, ¿cuándo se implementa? Van a tardar dos o tres años, pero
es la única manera de poder hacerlo porque hay que desenmarañar 50 años de una
economía desordenada. Hay que trabajar en eso y en cómo agilizamos y
desburocratizamos la operatoria de comercio exterior. El Gobierno nacional creó
la ventanilla única y se han iniciado procesos en ese camino”. Con todo, Olmedo
advierte que el costo argentino sigue quitando oportunidades: “Seguimos siendo
caros en muchos sectores y ese es el enorme desafío que tenemos, somos caros
por lo tributario, el 44% del precio del alimento son impuestos. O
desmantelamos el costo tributario argentino, que es una mochila muy pesada que
provee muy poco y se ve en todos lados, o será difícil tener futuro,
insertarnos en el mundo y generar bienestar para la gente”.
En sintonía,
Macario completa el diagnóstico al advertir que “no hay buenas noticias para
dar”. “Cuando ha habido una fiesta, al final la factura te llega. O se consigue
el crecimiento y la reducción del déficit fiscal o va a llegar el momento de
tomar decisiones duras de ajuste, la realidad lo va a marcar. El Gobierno ha
ido ganando tiempo a través del endeudamiento externo, pero va a llegar un
momento en que si no tenemos capacidad de pago no nos van a prestar más. Y ahí
las correcciones van a ser más bruscas”, completa Macario.
Dólar a
$23,5, el tipo de cambio de equilibrio para los metalúrgicos
Buena parte de la caída que mostraron las exportaciones
de Córdoba en 2017 se explica por el flojo desempeño en las manufacturas de
origen industrial. Ese rubro cayó más del 4% y contó con productos como
“Material de Transporte Terrestre” que se desplomaron un 12%. La economía
brasilera siguió afectada el año pasado y eso se tradujo en una floja demanda
para el complejo automotriz, lo que golpeó en consecuencia a los anillos
autopartistas y metalúrgicos. En el sector confían en que esos números puedan
revertirse este año, aunque parecerían mantener un cauto optimismo. La Cámara
de Industriales Metalúrgicos presentó el jueves pasado el último reporte de su
Observatorio sectorial, un trabajo que realiza la consultora Economic Trends. A
la hora de indagar sobre las expectativas en materia de producción, empleo y
rentabilidad, un 52,9% respondió que espera mayor producción este año, un 32,7%
señaló que confía en tomar más empleo y un 37,5% que espera una mayor
rentabilidad. En relación con el tipo de cambio que los metalúrgicos creen que
sería el competitivo para el sector, se mencionó que ese valor rondaría los
$23,5%, es decir, implicaría una devaluación del 26% en relación con el tipo de
cambio oficial al momento de la medición (primera semana de enero). Un dato
interesante que arrojó la medición es la expectativa en torno a las reformas
que encara el Gobierno nacional. En ese sentido, un 41,3% de las empresas
metalúrgicas cree que la reforma tributaria ayudará a bajar los costos y un
44,2% piensa lo propio de la reforma laboral.
Pedido de
mayor integración
Desde Cacec están convencidos de que, pese a los riesgos que puede suponer, el
camino necesario es el de comenzar a trazar acuerdos bilaterales para una mayor
integración del país en el mundo: “Argentina es uno de los países más aislados
del mundo, yo veo una i ntenc ión de insertarse inteligentemente, estamos
tratando de firmar el Tratado de Mercosur y Unión Europea, estamos viendo un
acuerdo con México, estamos en relaciones con Estados Unidos. Hay que ser pragmático
y saber negociar”, dice.
-¿No les genera temor que estos acuerdos
abran la puerta a productos que afecten la industria local?
-Cada vez que una economía se abre hay sectores favorecidos y sectores
afectados. Si queremos mantener el estatus quo, nos encerremos. En particular
la Cámara ve con profundo agrado un acuerdo de libre comercio con México. Hoy
las empresas de Córdoba no podemos participar en licitaciones públicas allá
porque México saca licitaciones para los países donde tiene tratados. Comparto
que hay industrias donde México es fuerte y… pero así es la vida.