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UN PARTIDO, UNA HISTORIA

Forneris, el arquerito que recibió 12 goles en un partido: “Nunca me avergoncé”

En octubre de 1986, debido a un conflicto con los futbolistas profesionales, Talleres debió afrontar un partido ante Argentinos Juniors con un equipo de juveniles de 17 años, que cursaban el quinto año del colegio secundario. Fue la peor derrota que la T recibió en AFA.

Gabriel Forneris
EL RECUERDO. Forneris, una semana después en el viejo Chateau, luciendo la camiseta que le regaló Vidallé al termino de aquel juego. | CEDOC Perfil.

Ese sábado primaveral de 1986 está marcado en el recuerdo de aquellos pibes que jugaban en la Cuarta de Talleres. Todos tenían ilusiones de llegar a Primera división y se aferraban a ese sueño futbolero, aunque parecía lejano. Pero de pronto sus adolescentes vidas tuvieron un vuelco increíble. La puerta del vestuario de la Boutique de barrio Jardín se abrió intempestivamente, los juveniles se estaban cambiando para enfrentar a Unión San Vicente y les avisaron que frenaran todo. No iban a jugar ese partido por la Liga Cordobesa porque probablemente, en un par de horas, tendrían que viajar a Buenos Aires para medirse al otro día en Caballito, ante Argentinos Juniors por el torneo de Primera división de AFA. Y eso finalmente pasó: el domingo 26 de octubre de 1986 un grupo de juveniles de Talleres se midió ante el último campeón de América. El resultado fue un histórico 12-0 a favor del ‘Bicho’ de La Paternal, la mayor goleada que recibió Talleres en su historia y una de las más grandes en el fútbol argentino.

Génesis. Los jugadores profesionales de la ‘T’ mantenían un conflicto con la dirigencia por cuestiones económicas. A los futbolistas les debían el sueldo y primas. Hubo negociaciones que no llegaron a buen puerto y por tal motivo, a último momento debieron viajar los chicos de la Cuarta, con algún refuerzo juvenil.
Los pibes fueron dirigidos por ‘Cacho’ Taborda, ya que Pedro Marchetta decidió apoyar a su plantel y no viajar. Dos días después del partido, el ‘Negro’ renunció.

Inolvidable. El partido no admitió ningún tipo de análisis. La cantidad de goles quedó como una marca indeleble en los libros de historia del fútbol argentino: la máxima goleada con marcador en 0 del equipo perdedor. Sin embargo, ese juego tuvo decenas de historias. Una de ellas la protagonizó Gabriel Forneris, quien fue el arquero albiazul de aquel inolvidable cotejo. “Pasó hace tantos años, que hay cosas que se van de la memoria, pero me acuerdo bastante”, comienza la charla Forneris desde su Pilar natal, donde actualmente –con 56 años– es el presidente del club Defensores. Y agrega: “Fue mi único partido en Primera, lo mismo que para la gran mayoría de los que jugamos ese día. Salvo Luis Mammana, Mario Obbulgen, ‘Marito’ Villegas y 'Pepe' Albornoz, que tenía 15 años y era más chico que nosotros, pero era un tremendo jugador. No sé si alcanzamos a completar los 16 jugadores”.

Talleres 1986

Ese día Talleres formó con Forneris; Jorge Agüero, Obulgen, Mammana y Ricardo Ramírez; Julio López, Norberto Cavaller y Claudio Núñez; Marcelo Cavaller, Sanso y Villegas. Luego ingresaron Pablo Juncos y José Fabián Albornoz.

Mientras que en Argentinos Juniors tenía entre sus titulares a tres campeones del mundo (‘Checho’ Batista, ‘Bichi’ Borghi y Olguín) y venía de perder, en un partido inolvidable frente a Juventus, por penales, la final de la Copa Intercontinental. El 'Bicho' de La Paternal formó con: Vidallé; Fermín Valenzuela, Pavoni, Olguín y Domenech; Videla, Batista y Hugo Hernán Maradona; Castro, Borghi y Ereros. Armando Javier Dely Valdez ingresó en el segundo tiempo.

—¿Qué se decían entre ustedes?

—Era raro. Con esa edad y en esa época, si bien estábamos bien físicamente y éramos un buen equipo, no es como ahora que los chicos entrenan como si fuesen profesionales. Fue una experiencia rara. Íbamos a representar a Talleres, esa era nuestra visión. No hubo reproches, todos nos felicitaban. Incluso hicimos un excelente primer tiempo. Ellos tenían un equipazo. Hasta el día de hoy uno se sabe de memoria cómo formaban, hacía poco habían perdido la final de la Intercontinental con Juventus por penales. Físicamente nos pasaron por arriba en el segundo tiempo. Después del 12-0 yo pensaba que me iban a cargar, gastar, pero no, en el pueblo fue todo un acontecimiento. Después nosotros seguimos entrenando, pensando que íbamos a jugar otro partido, con la naturalidad que nos daba la juventud en ese momento.

—Y con esa naturalidad, en el vestuario de la cancha de Ferro, ¿pensaban que podían lograr un buen resultado?
—No, para nada. Creo que interiormente sabíamos a qué nos enfrentábamos. Fue una charla magistral de ‘Cacho’ Taborda, que nos puso los pies sobre la tierra, nos motivó y salimos a la cancha sin miedo.

— ¿Qué ibas sintiendo mientras te hacían goles y más goles?
—Hacíamos lo que podíamos. Hicieron unos golazos: en un penal me tiré bien y casi la toco, pero nos llegaban por todos lados. No había forma. Habíamos arrancado bien y hasta saqué un par de tiros. Me acuerdo –se ríe– que en una jugada me colgué del travesaño...

—Sí, esa jugada se puede ver en Youtube. ¿Volvió a ver los goles?
—Los vi una vez y no quise verlos más. Me hace mal. Hoy me hace mal, en su momento no.

—¿Por qué?
—Nunca me avergoncé, ni me sentí frustrado por eso. Al otro año dejé el futbol, pero no fue por eso. Me dediqué al estudio y al trabajo y no me arrepiento. Cumplimos nuestro sueño de jugar en Primera y por eso la alegría en ese momento. Pero con el tiempo uno ve todas las cosas que pasaron y me parece que no hacía falta llegar a eso.

Talleres archivo

LA PREVIA. Minutos antes de la confirmación, Forneris y sus compañeros esperaban ansiosos la noticia de si debían viajar a enfrentar al último campeón de la Libertadores. (Foto: Archivo La Voz del Interior)

De arco a arco
Forneris, como la mayoría de sus compañeros, estaban cursando el quinto año del colegio secundario. Fueron felicitados por propios y extraños, a pesar de lo abultado del resultado. Mammana supo supo contar que Borghi y Castro los alentaban. Adrián Domenech, que al otro día fue convocado a la Selección argentina, dijo que hicieron lo posible por “no ir con la pierna fuerte contra los chicos”. Ese partido, al que asistieron cinco mil personas, quedó en la historia, fue arbitrado por Carlos Espósito y los goles los marcaron Domenech, Castro (2), Ereros (3), Borghi, Videla, Dely Valdez, Obbulgen en contra y Olguín (2). Forneris se recibió de contador y 10 años después de ese partido se casó y tuvo tres hijos; dos de ellos (Facundo y Julián) también se desempeñaron como arqueros.

Talleres recuerdo

LA DESPEDIDA. Los pibes viajaron a Buenos Aires en colectivo. Amadeo Nuccetelli los despidió deseándoles buena suerte.

Forneris

FORNERIS HOY. El exarquero de la T se desempeña como presidente de Defensores de Pilar. Su único partido en Primera fue frente a Argentinos Juniors.