Las cámaras que nuclean a los comerciantes gastronómicos, bares y de esparcimiento renuevan la expectativa de que esta semana el Centro de Operaciones de Emergencias (COE), les dé luz verde para comenzar a recibir clientes en sus salones. Saben que será bajo un estricto protocolo que reduce drásticamente la cantidad de personas que puedan recibir, pero confían en que ese será el primer paso para dejar atrás una dura cuarentena que acaba de pasar los 100 días. En la previa, un grupo de comerciantes autoconvocados del sector realizaron una concentración en Vélez Sarsfield y Achával Rodríguez, para manifestar el poco margen de ‘espalda’ que les queda. Son expresiones que también hablan del acotado margen de las cámaras empresariales, que intentan canalizar por vías institucionales los reclamos, pero que a veces no pueden contener las tensiones y angustias acumuladas.
El reclamo base sigue siendo el de la posibilidad de abrir al público, una opción que cobró fuerza en las últimas horas. “Se habla de que nos habilitarían para trabajar desde mediados de semana, martes o miércoles, estamos esperando porque no resistimos más, todavía no tenemos nada confirmado”, señalan desde la Cámara de Gastronómicos de Córdoba. Junto a esa batalla cada día cobra más fuerza la de la necesidad de que baje la presión por los impuestos y los servicios. Allí, todos miran hacia una empresa puntual: la Epec.
Pedido al directorio. El jueves 25, el vocal del Ersep Facundo Cortés Olmedo elevó una carta al directorio de esa entidad pidiendo que se incluya en el orden del día de la reunión convocada para esa fecha, la problemática por la que atraviesa el sector hotelero y gastronómico. En concreto, el funcionario pidió que el Ersep estudie medidas de emergencia vinculadas con el costo de los servicios públicos que deben afrontar los comerciantes. “Considero que corresponde arbitrar medidas en lo atinente al costo del servicio de energía de la tarifa T2, o sea clientes ‘comercial y servicios’, especialmente en: a) la fijación de una tarifa especial de emergencia con un plazo de vigencia razonable, no menor a 12 meses; b) la condonación de intereses por la falta de pago y/o pago extemporáneo de las facturas correspondientes a los períodos comprendidos desde la vigencia del Aislamiento Social Obligatorio dispuesto por Decreto Nacional 297/20 y sus prórrogas, y c) la reglamentación de planes de pagos generales y flexibles. Todo ello, a fin de contribuir de manera concreta y real con la difícil tarea de mantenimiento, recuperación y reactivación de esas actividades, sin perjuicio de las demás medidas que en el seno del directorio se consideren oportunas y necesario analizar”, fueron los términos del pedido de Cortés Olmedo.
En diálogo con PERFIL CÓRDOBA, redondeó: “Es importante dar soluciones ahora, pero también pensando en la salida de la cuarentena, porque el restaurante que abra, si tiene 10 mesas va a poder trabajar cuatro. Entonces hay que pensar en una tarifa postpandemia”. Y aunque el vocal no lo especificó en el pedido al Ersep, una alternativa sería que se aplique para los comercios una tarifa similar a la de la residencial, que es entre un 25% y 30% más económica.
“Que nos digan si abrimos o no, esto es una picadora de cabeza”
Al frente de uno de los restaurantes más reconocidos de Córdoba, el chef y empresario Javier Rodríguez comparte el calvario que ha sido para él y sus empleados atravesar 100 días de cuarentena. “En lo económico esto ha sido desastroso. Intentamos reconvertirnos, una parte de El Papagayo la convertimos en almacén y despensa, hacemos take away, delivery, pero con todo eso la facturación es el 10% de lo que hacíamos antes. La venta se desplomó y los gastos y los impuestos y boletas siguen como si no pasara nada. La Provincia y la Municipalidad no hicieron nada. Cero ayudas. Solo tenemos parte de los ATP de la Nación. Pero lo peor es la angustia de no saber cómo seguimos. Nos dicen que abrimos, nos preparamos, pensamos el menú, preparamos la ropa y después nada. Ahora de nuevo. Que nos digan si abrimos o no, porque esto es una picadora de cabeza”, dice.
Rodríguez tiene 60 empleados entre El Papagayo y otros locales como Standar 69, en Güemes. Y confiesa que la pandemia ya le “comió” un local. “Estuve ahorrando cinco años para abrir otro local en Villa Warcalde, iba a ser en septiembre, pero ahora eso ya no está. Veremos más adelante. Hoy estamos muy endeudados. Pudimos refinanciar la deuda con Epec, pero nos cobra 30% de interés. Ahora necesitamos que nos dejen abrir para poder sobrevivir”, reclama.