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CóRDOBA
EL HUMOR AL PODER

Gracias por la ingratitud

1-11-2020-Logo Perfil
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La visita de Horacio Rodríguez Larreta para reunirse con quienes serán los candidatos cordobeses de Juntos por el Cambio, recalentó el ambiente en esta primavera fresca, ventosa y muy seca, sobre todo a nivel de los bolsillos. Más allá de la artillería antiK que el jefe de Gobierno de CABA dispara habitualmente con el mismo desprecio que un predicador emplearía contra Belcebú, a su paso por Córdoba se atrevió a insinuar de que hay cierta complicidad de Hacemos por Córdoba con el gobierno nacional. Esa sospecha puso en pie de guerra al Panal, donde algunos se untaron el rostro con betún, otros empezaron a cavar trincheras y no faltaron los que propusieron que Schiaretti desafiara a Larreta a un duelo con pistolas de paintball.

Desde el PJ local, el encargado de responder fue el diputado Carlos Gutiérrez, quien calificó al ilustre visitante de “porteño mentiroso” e “ingrato”, aunque un grupo de asesores le había sugerido que apelara a adjetivos con mayor arraigo popular, como “humiento” o “bolasero”. Ante tamaña confrontación verbal, desde el Frente de Todos se escucharon quejas en tono de despecho. “Antes se peleaban por darnos con un caño a nosotros, pero ahora ni nos tienen en cuenta. Somos los Paulo Dybala de estas elecciones”, rezongaba un militante kirchnerista, que además me confesó su nostalgia por aquellas épocas en que los culpaban de todo, desde el cepo a la carne hasta la erupción del volcán La Palma.

Como para echar más leña al fuego, dirigentes cordobeses del Frente de Todos opinaron que el proceso de “peronización” de esa coalición no dio resultado en las PASO y que para noviembre sería conveniente por mayor énfasis en su carácter aliancista. Así, en vez de la tradicional marchita propondrían que en los actos se cante alguna cumbia 420 de L-Gante o algún tema de Nathy Peluso. Y que se reemplace el gesto de los dedos en V por el saludo vulcano del Sr. Spock de “Viaje a las Estrellas”. Hasta se habló de desarrollar una especie de “rayo desperonizador” para acelerar el proceso, porque hasta ahora el FdT venía funcionando en la provincia como una segunda marca del PJ, según surge del análisis de ciertos consultores políticos.

Esta semana, la renuncia de la jueza  Elena Highton de Nolasco a la Corte Suprema suscitó una controversia apenas opacada por la que envuelve a quienes defienden y a quienes defenestran la serie “El juego del calamar”. Hasta que se designe otro magistrado, el máximo tribunal argentino tendrá un número par de integrantes y eso genera dudas acerca de cómo se resolverá cuando la votación para emitir un fallo quede empatada. Hay juristas que se inclinan por arrojar al aire una moneda que diga “Provingias” en vez de “Provincias”, en tanto otros apoyan la idea de que Rosenkrantz, Lorenzetti, Rosatti y Maqueda jueguen al rosco para definir cuál será el veredicto.

Para colmo, en estos días las noticias judiciales tuvieron como protagonistas a dos expresidentes, como para no perder la costumbre de por lo menos los últimos 30 años en la Argentina. Casi al mismo tiempo, Cristina Fernández fue sobreseída en la causa por el memorándum con Irán y Mauricio Macri fue citado a declarar acusado de espionaje. Una oportuna invitación a dar clase en Estados Unidos le evitó al exmandatario la molestia de ser interrogado. Desde Juntos por el Cambio se apresuraron a desmentir que Macri le haya pedido asesoramiento a Alberto Fernández en el uso de las filminas como herramienta pedagógica.

El fallido tratamiento en el Congreso de la “Ley de Etiquetado Frontal” promovió un debate en la sociedad acerca de cómo se deben implementar estas medidas que alientan una alimentación más saludable. En un comienzo la iniciativa contó con el respaldo de influencers que creyeron que el proyecto se refería al “etiquetado” de fotos en las redes sociales. También intervinieron expertos en nutrición, quienes repudiaron la decisión de no dar cuórum por parte de la bancada opositora. “Si avalamos esto, después van a querer prohibir hasta el tango ‘Azúcar, pimienta y sal’”, habría argumentado un legislador que, como protesta, en lugar de ocupar su banca se fue a un conocido fast food, donde pidió una hamburguesa, papas con cheddar y un vaso grande de gaseosa cola.

(*) Sommelier de la política