Aquel 3 de octubre de 2020 será inolvidable para el cordobés Nahuel Molina. En las horas previas estaba nervioso, se le cruzaban un sinfín de sensaciones e imágenes. Su sueño europeo estaba iniciando y atrás un largo recorrido de sacrificios, de ilusiones, de sinsabores y victorias. Dejó su Embalse natal a los once años para jugar a la pelota y hoy con 23 está jugando en una de las ligas más importantes del mundo y no sólo eso: se destaca. Su debut fue en el mítico estadio de la Roma con la casaca de Udinese. Entró en el segundo tiempo. A unos meses de ese arribo a tierras ibéricas ya es titular y el pasado fin de semana fue elegido en el once ideal de la Serie A.
“Es increíble lo que estoy viviendo. Mi primera temporada acá, estoy muy contento. Me siento muy cómodo. Tuve la suerte de que haya bastantes argentinos en el equipo y eso me ayudó a que todo sea más rápido y más fluido. A la hora de entrar a un grupo, sin hablar el idioma, tenerlos a ellos me ayudó muchísimo. Estoy contento con este presente”, le relató el marcador de punta a PERFIL Córdoba desde Italia. En Udinese comparte equipo con los compatriotas Roberto Pereyra, Juan Musso, Fernando Forestieri, Ignacio Pusetto y Rodrigo De Paul.
- La Serie A es un torneo muy táctico, quizás el mejor en ese aspecto. ¿Sentís ese aprendizaje, qué evoluciona tu juego?
- Sí, totalmente. Es muy diferente al fútbol argentino en ese aspecto. Acá el posicionamiento y el estar bien parado lo es todo, a la hora de defender y de atacar; si no estás bien posicionado en el campo podés desfavorecer a la jugada para el equipo. Es muy táctico el fútbol italiano.
- ¿Y te costó al comienzo?
- En Defensa estuve con Becacecce y jugábamos con este mismo sistema de 3-5-2, y es como que ya tenía los movimientos desde ahí. Si bien cada técnico te pide cosas distintas, pero la formación es más o menos la misma. Pero al principio me costó, acá se juega mucho en línea, tenés que estar atento a no habilitar a todos, salir con la línea. Me costó hasta que me acostumbré con el entrenamiento, y se te hace costumbre.
- ¿Cuál ha sido el rival que más te complicó?
- Todos – se ríe-. Todos en Serie A son difíciles, por algo están en este torneo. Pero por decir uno, Ribery en Fiorentina… Pero, en realidad, es muy alto el nivel y tenes que estar con las luces a mil y bien predispuesto a la hora de marcar, porque marcan diferencia.
- Nombraste a Riberý, que hasta hace unos años lo veía por TV. ¿Te genera algo especial enfrentar a este tipo de jugadores?
- Enfrenté también a Cristiano… Y sí, yo lo veía hace unos años muy lejano a todo eso, como un sueño. Ahora que estoy acá no me doy cuenta lo que voy logrando, y obvio jugar con estos tipos de jugadores que los veías por tele y ahora enfrentarlos es muy lindo. Pero a la hora del partido te desconectas.
De Selección. En su etapa de formación fue un habitué en las convocatorias de selecciones juveniles. Y la Albiceleste parece que se le vuelve a cruzar en el camino. La semana pasada se habló que el técnico Lionel Scaloni lo estaba siguiendo para reemplazar a Gonzalo Montiel. A propósito, Molina dijo: “La Selección nacional pienso que lo es todo para un jugador, que te estén mirando el técnico, lo que fuese, me pone muy contento que así sea. Ojalá tenga la oportunidad de cumplir ese sueño”.
- ¿Sabías que te estaban siguiendo? ¿Te hablaron?
- No, no sabía nada. Esto fue en el partido con Fiorentina. Me enteré en casa después por las redes sociales.
- ¿Te sentís que en un nivel ya consolidado en tu equipo y para estar en la Selección?
- Me entreno para jugar en mi equipo, sigo adaptándome, no estoy cien por cien adatado todavía. Entreno al cien por ciento para estar a disposición siempre, y si en algún momento llega, sería un sueño.
“Estoy totalmente agradecido a Boca”
- Nahuel Molina Lucero hizo todas las inferiores en Boca. Estuvo ocho años en el “Xeneize”. Con 17 años, el 16 de enero de 2016, debutó en la Primera. Jugó Copa Libertadores, luego fue cedido a préstamo a Defensa y Justicia y Rosario Central. El año pasado no hubo acuerdo con el polémico Consejo de fútbol de Boca, quedó libre y llegó al fútbol europeo. Pero alejado de la polémica que significó aquella salida, el embalseño expresó en PERFIL Córdoba: “Tengo millones de lindos recuerdos en el club. Estoy agradecido totalmente a Boca. Boca no sólo me dio la posibilidad de jugar al fútbol, me dio educación, disciplina, un montón de cosas para la vida”.
Un hermano en Talleres
Álvaro, el hermano más chico de Nahuel Molina Lucero, está en la Quinta división de Talleres que participa en AFA. “No es que me pide consejos, pero le hablo mucho, trato de aconsejarlo en lo que pueda, le doy mi opinión y después él decide. Tampoco trato de meterme mucho, porque a mí no me gustaba que me estén encima. Se da que ahora lo empiezan a poner de lateral y obvio que hablamos. Trato de incentivarlo, que le meta”, dijo el jugador de Udinese.